Tormenta tropical Melissa: una amenaza creciente que pone en vilo al Caribe
Con lluvias torrenciales, riesgo de deslaves y miles de hogares afectados, el Caribe enfrenta una nueva crisis climática cada vez más letal
Una amenaza que se intensifica
La tormenta tropical Melissa, que avanza erráticamente por el Caribe, se ha convertido en una de las amenazas más severas en lo que va de la temporada ciclónica del Atlántico 2025. Con vientos sostenidos que ya alcanzan los 100 km/h y previsiones de que podría convertirse en huracán de categoría 4 en cuestión de horas, los países del Caribe se preparan para un embate potencialmente catastrófico.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) ha advertido sobre la posibilidad de precipitaciones extremadamente peligrosas que podrían superar los 89 centímetros en regiones vulnerables de Haití, particularmente en la península de Tiburón.
Impactos inmediatos y víctimas fatales
Hasta el momento, se reportan al menos cuatro muertes confirmadas: tres en Haití y una en la República Dominicana, además de un desaparecido. En Santo Domingo, calles completamente anegadas muestran la magnitud de un fenómeno que apenas comienza. En total, se han registrado más de 200 viviendas dañadas solo en República Dominicana, sin contar las infraestructuras hidráulicas afectadas.
Jamaica, por su parte, ha declarado una alerta de huracán y comenzó la activación de más de 650 refugios para albergar a familias desplazadas. El primer ministro Andrew Holness hizo un llamado urgente a la población: “Insto a los jamaicanos a tomarse esta amenaza climática en serio. Tomen todas las medidas necesarias para protegerse”.
Una tormenta con trayectoria peligrosa
Melissa se encontraba el viernes a unos 290 kilómetros al sureste de Kingston, la capital jamaiquina, y avanzaba lentamente hacia el noroeste a una velocidad de apenas 6 km/h. Según las predicciones meteorológicas, impactará directamente sobre Jamaica al inicio de la próxima semana y luego podría golpear el este de Cuba antes de dirigirse a las islas del sureste de las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos.
En Cuba, los pronósticos sugieren hasta 30 centímetros de lluvia en zonas montañosas del oriente cubano. Las condiciones del terreno en estos lugares elevan el riesgo de deslizamientos de tierra y cortes masivos de vías de comunicación.
Melissa, una tormenta en una temporada hiperactiva
Melissa es el decimotercer ciclón con nombre en esta temporada. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) vaticinó una temporada 2025 con entre 13 y 18 tormentas con nombre debido a un océano Atlántico más cálido de lo normal y a un posible debilitamiento del fenómeno El Niño.
Esta temporada también ha comenzado antes de lo usual. En los últimos años, los primeros sistemas tropicales se han formado incluso en mayo, lo que obliga a países como México, Haití, República Dominicana y Cuba a prepararse con meses de anticipación.
Costos sociales y económicos
Además de las víctimas humanas, los fenómenos climatológicos como este suponen enormes pérdidas económicas, sobre todo en regiones con elevada dependencia del turismo y la agricultura. La República Dominicana ha reportado cortes de agua potable que afectan a más de 500.000 personas, caída de árboles, interrupciones eléctricas y al menos dos docenas de comunidades completamente aisladas.
En Jamaica, decenas de vuelos comerciales podrían cancelarse si avanza la alerta. Autoridades aeroportuarias confirmaron que todos los aeropuertos del país cerrarían en menos de 24 horas en caso de que se emita una advertencia de huracán. Aerolíneas como Caribbean Airlines y American Airlines ya reprograman rutas hacia y desde el Caribe insular.
¿Por qué son cada vez más peligrosos estos ciclones?
Expertos en climatología afirman que la crisis climática global está influyendo directamente en la intensidad y frecuencia de estos eventos extremos. Según Naciones Unidas, desde los años 90, el número de desastres relacionados con el clima se ha más que duplicado comparado con la media del siglo XX.
Jamie Rhome, subdirector del NHC, declaró: “Si llegan a producirse las lluvias estimadas, podríamos estar ante un evento de inundación catastrófica sin precedentes en zonas densamente habitadas de Haití y Jamaica”.
¿Está preparado el Caribe?
La preparación varía enormemente de un país a otro. Mientras Jamaica ha activado un plan nacional de emergencia que incluye desde sistemas de alerta temprana vía SMS hasta centros de distribución de alimentos, Haití se enfrenta a una situación más complicada. La fragilidad institucional y la pobreza extrema dificultan la capacidad de respuesta.
En este país, problemas estructurales como el déficit habitacional, el acceso limitado al agua potable y la presencia de organizaciones criminales en barrios claves ponen en jaque cualquier tipo de evacuación masiva coordinada.
Lecciones recientes: de María a Fiona
Melissa llega apenas dos años después de Fiona, una tormenta que dejó un daño estimado en más de 3.000 millones de dólares en el Caribe, y a casi seis años del devastador huracán María, cuya tragedia aún está vigente en Puerto Rico con más de 3.000 muertes estimadas.
Estudios demuestran que los huracanes de categorías 3, 4 y 5 han aumentado considerablemente desde el año 2000. Según datos del IPCC, en el escenario actual de cambio climático los huracanes avanzan más lentamente, pero son mucho más destructivos debido a su mayor carga de humedad, como ocurre con Melissa.
Lo que viene: preparación y resiliencia
Las autoridades en toda la cuenca del Caribe instan a sus ciudadanos a segurarse de contar con suministros, mantener baterías externas cargadas y estar atentos a los informes del tiempo cada hora.
Organismos como la Cruz Roja Internacional y la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias esperan coordinar planes de evacuación y ayuda humanitaria si el fenómeno sigue creciendo en intensidad. Se estima que más de 1.2 millones de personas podrían verse directamente afectadas solo en Jamaica y Haití.
Melissa representa el rostro de una nueva generación de tormentas tropicales: más erráticas, más lentas, más húmedas y más letales. La resiliencia de las comunidades caribeñas será clave en los próximos días mientras la naturaleza, implacable, recuerda su inmenso poder.
Fuentes:
- Centro Nacional de Huracanes (NHC, NOAA)
- Cruz Roja Internacional
- Organización Meteorológica Mundial
- Naciones Unidas / Adaptación al Cambio Climático