Un arranque explosivo para los novatos de la NBA: ¿estamos ante una nueva era dorada?
Wembanyama, Flagg, Johnson y otros talentos jóvenes protagonizan un inicio de temporada que sacude la liga con actuaciones electrizantes y promesas de cambio generacional.
La temporada 2025-26 de la NBA ha comenzado con una intensidad que pocos esperaban y tiene en su epicentro a una generación de jóvenes talentos que no solo cumplen las expectativas, sino que están transformando el juego desde sus primeros partidos. Jugadores como Victor Wembanyama, Cooper Flagg, Kyshawn George y Tre Johnson han asumido roles protagónicos y han dejado claro que no están aquí para esperar su turno: quieren ser figuras ahora.
Wembanyama: la muralla francesa que ya impone respeto
Victor Wembanyama, el fenómeno francés de 2.24 metros, ha iniciado su segunda temporada en la NBA de forma monumental. En el triunfo de los San Antonio Spurs por 120-116 ante los New Orleans Pelicans, firmó 29 puntos, 11 rebotes y 9 tapas, a solo una acción de lograr un triple doble que mezclara anotación, rebote y defensa. El férreo marcaje a Zion Williamson, una estrella consagrada, no solo lo sostuvo, sino que lo limitó en momentos clave del juego.
Wemby ha demostrado que no es simplemente una torre defensiva. Tiene movilidad, rango de tiro y la capacidad para aparecer en los momentos decisivos. A pesar de cometer su sexta falta en tiempo extra, ya había hecho el daño necesario para inclinar la balanza a favor de los texanos.
La explosión de Wembanyama no toma por sorpresa a quienes lo seguían desde Francia y lo proyectaban como el prospecto más impactante desde LeBron James. “Wemby no es un unicornio, es una categoría en sí mismo”, afirmaba el analista Zach Lowe el año pasado. Hoy, esa frase cobra vida partido tras partido.
Cooper Flagg: hambre de estrellato desde el primer minuto
El número uno del draft, Cooper Flagg, ha dejado claro que no le teme al protagonismo. En su segundo partido con los Dallas Mavericks, lideró un intento de remontada frente a los Washington Wizards con una ráfaga de 9 puntos consecutivos en el último cuarto, incluyendo un potente mate y el primer triple de su carrera.
Sin embargo, los flashes también iluminan sus áreas de mejora. Flagg terminó con cinco pérdidas de balón, y la dupla con Anthony Davis sigue sin afianzarse, particularmente tras una pérdida clave producto de una mala entrega del veterano en los minutos finales.
Así y todo, Flagg ilusiona. Con apenas 19 años, ya muestra destellos de lo que podría ser un dominador absoluto en distintos aspectos del juego. Su combinación de tamaño (2.06 metros), visión y agresividad lo convierte en un arma de doble filo que puede crecer rápidamente.
Kyshawn George: el factor sorpresa que descose las redes
En un mundo obsesionado con las primeras selecciones del draft, Kyshawn George ha demostrado que también hay valor entre las elecciones de segunda ronda. El alero de los Washington Wizards tuvo una actuación estelar de 34 puntos (11 de 15 en tiros, 7 de 9 en triples), liderando a su equipo en la victoria ante Dallas y robándose todos los titulares.
Su desempeño no fue solo anotador: añadió 11 rebotes y coronó su noche con un triple desde la esquina que sentenció el partido a falta de dos minutos. George proviene del programa de Miami y ha pasado quizás más desapercibido que otras figuras, pero exhibe decisión, concentración e inteligencia táctica. Entrenadores y analistas comienzan a mencionarlo como uno de los sleepers más relevantes del año.
Tre Johnson: talento tejano en casa
Otro novato que tuvo una buena presentación fue Tre Johnson, elegido sexto en el draft por Washington. El exjugador del Texas Longhorns y estrella de preparatoria en Dallas anotó 17 puntos, diez de ellos en un segundo cuarto que dejó en claro su facilidad para generar ofensiva desde el drible.
Johnson es un escolta atlético, con un tiro en suspensión fluido y buena comprensión del juego. Tiene el contexto ideal para crecer: minutos disponibles, un entrenador dispuesto a formar talentos y una ciudad donde su nombre ya retumba entre los jóvenes fanáticos.
Detroit y Houston: la noche de los hermanos Thompson
En otra vibrante noche, Detroit Pistons se impuso a los Houston Rockets por 115-111, con una actuación decisiva de Cade Cunningham, quien anotó 21 puntos, incluyendo dos tiros libres clave en los últimos segundos. Sin embargo, el foco alternativo estuvo en otro duelo especial: los hermanos gemelos Thompson.
- Ausar Thompson tuvo 19 puntos para Detroit.
- Amen Thompson aportó 10 puntos desde Houston.
Este tipo de enfrentamientos familiares es un raro espectáculo dentro de la liga, y ambos jugadores aspiran a ser parte de la próxima generación dominante en el perímetro defensivo y en transiciones.
Kevin Durant: del desierto al bayou texano
En un cambio de escenario inesperado, Kevin Durant ahora defiende los colores de Houston tras una explosiva operación con Phoenix. Su debut fue gris, pero contra Detroit recobró sensaciones: 37 puntos, 16 de 18 en tiros libres y 3 de 3 en triples.
Durant sigue siendo uno de los ofensivos más temidos de la liga, pero su rol como mentor también será crucial para nutrir a un núcleo joven liderado por Sengun, Smith Jr. y los Thompson. La otra cara de este renacimiento texano podría ser ver a Durant como guía silencioso de una franquicia que apuesta por acelerar el reloj sin comprometer su evolución.
Una nueva era, con identidad propia
Lo que estas primeras jornadas han mostrado es más grande que las victorias o derrotas: es una transición generacional palpable. La NBA está entrando en un periodo donde los nombres nuevos no son simples complementos, sino protagonistas activos del espectáculo.
Desde Wembanyama a Flagg, de George a Johnson, de los Thompson a Harper, la narrativa cambia. No es necesario esperar tres temporadas para ver resultados. El hambre, el talento físico y la inteligencia táctica están creando un ambiente donde cada noche es una historia nueva escrita por manos jóvenes.
¿Estamos ante una nueva edad dorada de novatos? Todo parece indicar que sí. Y en esta NBA, donde todo es inmediato y viral, ver cómo estos jóvenes se forjan —en tiempo real— como futuras leyendas es parte del encanto de una liga que jamás duerme.
