El hechizo ofensivo de Andy Reid: Magia, engaños y touchdowns inolvidables

Kansas City Chiefs no solo es sinónimo de victorias y campeonatos, sino también de magia y creatividad desbordante en sus jugadas ofensivas. Bajo la dirección del carismático y visionario Andy Reid y con las ejecuciones impredecibles de Patrick Mahomes, los Chiefs se han convertido en el laboratorio experimental más fascinante del fútbol americano profesional. Su arte: las jugadas de engaño.

Andy Reid, el alquimista de las jugadas

Andy Reid ha sido, durante años, un arquitecto ofensivo de alto calibre. No basta con decir que diseña jugadas; Reid crea auténticos rompecabezas que desafían tanto a las defensas rivales como a los libros clásicos de estrategia. Cada jugada es producto de ensayo, error, creatividad y, muchas veces, inspiración sacada del baúl histórico del deporte.

“Practicamos estas cosas y les dedicamos tiempo”, declaró Reid, quien también admitió que guarda el 51% del poder de veto sobre cualquier idea loca, aunque rara vez niega alguna. Después de todo, el éxito de su equipo ha validado su filosofía de pensar fuera de la caja.

Mahomes: el ilusionista en el campo

Si Reid es el alquimista, Mahomes es su aprendiz convertido en maestro. El quarterback, dos veces campeón del Super Bowl, ha demostrado que no solo tiene visión de juego, sino también una inquietud constante por romper moldes. Durante la pretemporada y entre temporadas, Mahomes se dedica a esbozar jugadas, algunas tan revolucionarias que parecerían sacadas de un show de Las Vegas.

“No sabes si esa situación llegará esta semana o al final del año”, confesó Mahomes sobre estas jugadas especiales, preparadas y guardadas como ases bajo la manga.

De “Snow Globe” a “Catch and Release”: los clásicos modernos

En los últimos años, los Chiefs se han ganado una reputación por ejecutar jugadas que parecen sarcasmos tácticos y que, sin embargo, terminan siendo letales.

• “Catch and Release” (2019 vs Ravens): Mahomes lanzó un pase a Eric Fisher, el tackle izquierdo que se reportó como elegible. Fisher atrapó el balón como si fuera un receptor natural, anotando un touchdown que quedó en la memoria colectiva.
• Truco en el Super Bowl LIV: Inspirado en el Rose Bowl de 1948 entre Michigan y USC, los Chiefs ejecutaron una jugada en la que todos los jugadores giran 360 grados antes de posicionarse. La confusión fue suficiente para asegurar un primer down decisivo.
• “Snow Globe” (2022 vs Raiders): Uno de los momentos más virales en la historia reciente de la NFL. El equipo giró colectivamente en el huddle antes de una jugada diseñada con precisión quirúrgica. Aunque fue anulada por una penalización, el mensaje fue claro: nadie se divierte como los Chiefs.

¿Diversión o estrategia?

Muchos críticos se han preguntado si estas jugadas no son más muestra de arrogancia que táctica real. ¿Realmente se justifican estas acrobacias cuando se puede avanzar de manera convencional? Reid y Mahomes opinan lo contrario. Las jugadas engañosas inyectan diversión, sí, pero también alivian la rigidez emocional de una temporada de 17 juegos más playoffs.

“No sé si lo ha dicho alguna vez, pero creo que el coach lo hace solo por nosotros” — Patrick Mahomes

Esta afirmación refleja cómo estas jugadas no solo son efectivas, sino además motivadoras. El equipo se divierte, se relaja, y se mantiene unido. Y eso, en un deporte tan físico y mentalmente agotador como el fútbol americano, puede marcar una gran diferencia.

Errores que también cuestan

No todas las jugadas salen bien. Un ejemplo reciente lo protagonizó el propio Mahomes al provocar un falso inicio con su cuenta de cadencia en un truco ideado contra los Raiders: Gardner Minshew iba a tomar el centro, pero la confusión en el conteo arruinó lo que pudo ser un touchdown de fantasía.

“Obviamente deberíamos haber dejado que él hiciera la cadencia”, admitió Mahomes con sinceridad. Incluso los genios equivocan fórmulas.

El laboratorio Reid-Mahomes

Reid y Mahomes han creado un ambiente donde las jugadas únicas no son extravagancias, sino parte regular de su identidad ofensiva. Todo se planifica con detalles quirúrgicos. Por ejemplo, la jugada del Rose Bowl fue trabajada desde OTAs (entrenamientos en primavera) y no se usó hasta el Super Bowl. ¿Paciencia? No. Visión a largo plazo.

En cada entrenamiento, los Chiefs ensayan jugadas que tal vez nunca se usen. Pero si llega el momento perfecto —cuarta y uno, línea de gol, partido cerrado—, el doctor Frankenstein ofensivo y su criatura ejecutan con precisión sobrenatural. El impacto mental sobre las defensas contrarias es real: si Mahomes hace un movimiento raro, nadie sabe lo que puede pasar.

Una lección de innovación bajo presión

Lo que distingue a los Chiefs no es solo el talento, sino el atrevimiento de reinventar constantemente. En un deporte donde la resistencia al cambio es la norma, Kansas City celebra la evolución. Su travesía ofensiva es un recordatorio de que el fútbol americano es tan cerebral como físico, y que el riesgo creativo puede cosechar grandes recompensas.

Durante la temporada 2023, los Chiefs lideraron la NFL en jugadas engañosas exitosas, con 7 jugadas que resultaron en conversiones de primer down o touchdowns (NFL Next Gen Stats). Estas jugadas representan solo el 2.8% de su total ofensivo, pero aportaron un impresionante 12% de los puntos anotados.

Una nueva era en la NFL: ¿copiarán los demás?

Algunos equipos ya están intentando adoptar elementos similares. Filadelfia, Detroit y hasta los Jaguars han mostrado destellos de creatividad ofensiva que recuerdan a Kansas City. Sin embargo, el grado de ejecución y sincronía que logran Mahomes y Reid sigue siendo único en la liga.

Es un testamento al poder de la confianza mutua. Reid confía en que Mahomes puede ejecutar cualquier idea por absurda que parezca. Mahomes, por su parte, sabe que tiene licencia para soñar y dibujar nuevas formas de atacar, en literal y figurado sentido. En un deporte milimétricamente calculado como la NFL, los Chiefs se permiten jugar como niños geniales en el patio de su creatividad.

Y el show continúa

Con cada partido, el público y los analistas esperan ver esa jugada que lo cambiará todo, ese truco que nadie vio venir. A veces funciona, a veces no. Pero siempre deja una impresión imborrable.

En una era donde los algoritmos dominan las decisiones del deporte, Andy Reid y Patrick Mahomes nos recuerdan que la magia aún tiene cabida en el emparrillado.