Hearts de Edimburgo desafía el imperio del Celtic y Rangers: ¿el fin del viejo orden en Escocia?

En un país donde el fútbol ha sido dominado por dos gigantes durante décadas, el Heart of Midlothian FC —conocido popularmente como Hearts— está gestando una revolución silenciosa en la Scottish Premiership. La sorpresiva victoria por 3-1 sobre el Celtic en Edimburgo no solo dejó al club con ocho puntos de ventaja en la cima, sino que también encendió la esperanza de terminar con el largo reinado del "Old Firm".

Una hazaña en construcción

Desde 1985, ningún equipo que no sea el Celtic o el Rangers ha logrado consagrarse campeón de Escocia. Aquel año, el Aberdeen de Sir Alex Ferguson rompió la tradición antes de que emigrara a hacer historia con el Manchester United. Desde entonces, los títulos han sido propiedad exclusiva del Old Firm, como se conoce al dúo de Glasgow.

La victoria de Hearts ante el Celtic no solo fue simbólica; también fue táctica y emocionalmente demoledora. Los goles de Alexandros Kyziridis y Lawrence Shankland, junto a un autogol de Dane Murray, permitieron al club de Edimburgo sumar tres puntos fundamentales. El gol del empate temporal por parte de Callum McGregor no fue suficiente para frenar la embestida del equipo local.

La llegada del capital extranjero

La temporada 2025-26 no solo se distingue por los resultados deportivos. En julio, Tony Bloom, propietario del Brighton & Hove Albion de la Premier League inglesa, adquirió cerca del 30% del club Hearts. Con una fortuna estimada en más de 1.3 mil millones de dólares, Bloom es reconocido por su mentalidad analítica aplicada al deporte, combinando big data, estadística y algoritmos en la gestión futbolística.

Su inversión significó una modernización estructural del club: desde instalaciones de entrenamiento hasta contrataciones internacionales y tecnología en el análisis de rendimiento. "Queremos que Hearts sea un club moderno, competitivo y modelo en el fútbol europeo", declaró Bloom tras el acuerdo.

Una historia de casi-glorias

Hearts fue campeón escocés por última vez en 1960. Desde entonces, ha estado cerca en varias ocasiones. La más notoria fue en la campaña 1985-86, cuando estuvo a minutos de coronarse campeón, pero perdió el título en la última jornada ante el Dundee después de un invicto de 26 partidos. Celtic aprovechó el traspié para arrebatar el trofeo apoyado en una diferencia de goles favorable.

Según cifras de la BBC, esta es la primera vez desde 2005-06 que Hearts se encuentra tan arriba en la tabla tan avanzada la temporada. En aquella ocasión, finalizaron subcampeones, el mejor resultado del club en las últimas dos décadas.

El papel de Lawrence Shankland

El delantero escocés Lawrence Shankland se ha convertido en uno de los íconos de este nuevo Hearts. Con 12 goles en lo que va de la temporada, es el máximo goleador del club. Además del gol ante el Celtic, ha marcado en siete de los últimos diez partidos.

"Esta es una temporada especial. Podemos sentirlo. No se trata solo de fútbol, es una causa de la ciudad y de todo Edimburgo", dijo Shankland tras la victoria.

Con 28 años, Shankland está en plena madurez futbolística, y su entendimiento con Kyziridis y el mediocampo liderado por Cammy Devlin ha reforzado un bloque ofensivo eficaz y dinámico.

Una ciudad dividida por pasiones, unida por la esperanza

Edimburgo, capital política de Escocia, siempre ha quedado eclipsada por Glasgow en lo que se refiere a logros futbolísticos. Mientras los Hearts han sido considerados el equipo del pueblo trabajador, su eterno rival, Hibernian FC, representa otra cara de la ciudad. Sin embargo, incluso hinchas neutrales comienzan a reconocer lo que Hearts está logrando esta temporada.

Con promedios de asistencia que han superado los 18,000 aficionados por partido en el Tynecastle Park, la conexión entre el equipo y la ciudad nunca fue tan fuerte. Proyectos comunitarios, apertura a nuevos hinchas, y una política de cantera impulsada por el nuevo cuerpo técnico son elementos que han cautivado a la comunidad.

¿Y el Celtic? ¿Y el Rangers?

La derrota contra Hearts marcó la segunda consecutiva para el Celtic. Esto no ocurría desde 2023. El técnico Brendan Rodgers ha sido criticado por decisiones tácticas erráticas y una defensa vulnerable. "No estamos cumpliendo nuestras expectativas y lo sabemos. Pero no vamos a rendirnos", mencionó en rueda de prensa.

Rangers, por su parte, vive una crisis aún más aguda. En mitad de tabla y con un entrenador recién nombrado tras el despido de Michael Beale, el equipo vive una temporada gris. El rendimiento de figuras como James Tavernier y Todd Cantwell ha sido irregular, generando frustración en su hinchada.

La importancia simbólica de desafiar al Old Firm

En Escocia, hablar del Celtic y Rangers no es solo hablar de fútbol, sino de historia, religión, política e identidad. El Celtic, con raíces católicas e inmigrantes irlandeses, y Rangers, con una base protestante y unionista, han dominado esa narrativa durante generaciones.

Que un club como Hearts cuestione esa hegemonía significa una transformación del fútbol escocés en muchos niveles. Es una distorsión positiva del statu quo, una invitación a que otras ciudades, con proyectos bien estructurados, también puedan soñar alto.

¿Estamos ante un nuevo paradigma?

La Premier League Escocesa necesita savia nueva. Hearts ofrece una narrativa fresca en un torneo que, aunque apasionante, se ha vuelto monótono en cuanto a los campeones. Con la inversión adecuada, un proyecto deportivo coherente y un entorno social comprometido con el equipo, la posibilidad de que Hearts levante el trofeo por primera vez en 65 años es real.

La temporada aún no ha terminado, pero si algo ha demostrado este equipo es que está preparado para desafiar las estadísticas, romper maldiciones y abrir un nuevo capítulo en el fútbol escocés.

¿El fin del duopolio Glasgowense? Quizá no definitivo, pero sin duda cada vez menos absoluto.