Apuestas deportivas y NBA: ¿Está en riesgo la integridad del juego?
Los escándalos de Rozier y Billups encienden las alarmas de la liga, que revisa su relación con las apuestas legales en EE.UU.
La NBA, una de las ligas deportivas más importantes del mundo, se encuentra en una encrucijada crítica. A raíz de los recientes arrestos del escolta de Miami Heat, Terry Rozier, y el entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, por su supuesta participación en esquemas de apuestas ilegales relacionadas con el rendimiento de jugadores y filtraciones de lesiones, la liga ha decidido hacer una revisión integral de su enfoque hacia las apuestas deportivas legales.
El auge de las apuestas legales en EE.UU.
Desde la sentencia de la Corte Suprema en 2018 que anuló la Ley de Protección de los Deportes Profesionales y Amateur (PASPA), la industria de apuestas deportivas ha vivido un auge sin precedentes en Estados Unidos. Actualmente, las apuestas son completamente legales en más de 30 estados y el mercado alcanza cifras astronómicas de ingresos. Según Statista, en 2023 el mercado de apuestas deportivas legales generó más de $10 mil millones de dólares en ingresos en EE.UU.
Este nuevo ecosistema ha creado un área gris para las ligas deportivas: ¿cómo proteger la integridad del deporte sin cerrar la puerta a una fuente potencial de ingresos y participación de fanáticos?
El caso Rozier: apuestas sospechosas y estadísticas manipuladas
Los problemas recientes comenzaron con el caso de Terry Rozier, arrestado por presuntamente conspirar para manipular su rendimiento en un juego del 23 de marzo de 2023, cuando jugaba para los Charlotte Hornets. Las “prop bets” (apuestas de proposición o rendimiento individual) sobre su desempeño generaron patrones inusuales y llamaron la atención de sportsbooks que reportaron el caso directamente a la NBA.
Aunque la liga no encontró pruebas concluyentes en ese momento, la aparición de pruebas federales derivó en arrestos. Lo significativo aquí no es solo el caso de Rozier, sino el riesgo sistémico que esto plantea: la existencia de una línea difusa entre la legalidad del juego y la manipulación para obtener beneficios económicos.
Chauncey Billups y la bomba del insider trading deportivo
Pero si el caso Rozier fue un toque de atención, el escándalo que involucra a Chauncey Billups, entrenador de los Trail Blazers y exjugador NBA, fue una verdadera sacudida. Junto con otros involucrados, Billups habría usado información privilegiada —el estado físico de jugadores clave antes de los partidos— para beneficiar a apostadores. Esto se considera una forma de “insider trading” deportivo, un delito grave que puede tener consecuencias federales enormes.
Uno de los casos más comprometedores fue el del exjugador Damon Jones, acusado de compartir información sobre la disponibilidad de LeBron James y Anthony Davis antes de partidos de los Lakers. Aunque ni James ni Davis están implicados en las investigaciones, este hecho demuestra cómo la información puede ser usada como herramienta de manipulación financiera.
Proposición de cambios: la liga toma medidas
El departamento legal de la NBA envió un memorando a sus 30 equipos informándoles sobre la decisión de revisar todo su sistema de regulación de apuestas. El documento, al que se tuvo acceso, indicaba lo siguiente:
“Dado el alcance de las apuestas legales, la recurrencia de problemas de integridad en los deportes y la aparición de nuevos formatos de apuestas, este es un momento oportuno para replantear cómo deben regularse las apuestas deportivas y cómo podemos proteger mejor a nuestros jugadores, entrenadores y fanáticos.”
Entre las posibles medidas mencionadas en el memorando, se encuentran:
- Mayor regulación sobre las apuestas de rendimiento individual (prop bets).
- Evaluación más estricta del protocolo de reporte de lesiones, actualmente publicado cada hora.
- Campañas educativas internas sobre los riesgos de involucrarse en apuestas ilegales.
- Obligatoriedad de cumplir con ventanas de tiempo específicas para informar lesiones para evitar ventajas informativas.
El precedente de Jontay Porter: la NBA ya ha actuado...
El caso más conocido antes del escándalo de Rozier y Billups fue el de Jontay Porter, exjugador de los Toronto Raptors, quien fue suspendido de por vida por la NBA en 2024 tras comprobarse que participó activamente en manipulaciones para influir en apuestas.
La gravedad de este castigo indica que la NBA ya ha adoptado una línea de tolerancia cero frente a este tipo de comportamientos. Sin embargo, con el crecimiento de la industria del juego legal, se hace evidente que no basta con castigar después del hecho: hay que prevenir con sistemas robustos de detección y educación.
¿Por qué las “prop bets” representan un gran riesgo?
Las llamadas “prop bets” permiten apostar sobre acciones específicas como, por ejemplo, cuántos rebotes, asistencias o puntos tendrá un jugador en un partido. Aunque atractivas para los fanáticos, estas apuestas están especialmente vulnerables a la manipulación por parte de los mismos deportistas, ya que muchas veces basta fallar un tiro adicional o permanecer algunos minutos de más o de menos en la cancha para afectar el resultado de una apuesta.
En palabras del experto en regulación de apuestas deportivas Marc Edelman, académico de la City University of New York:
“Las prop bets sobre desempeño individual implican un conflicto importante, particularmente en ligas donde los sueldos de algunos jugadores no son significativos y pueden verse tentados por estas oportunidades.”
Apuestas vs. ética: la paradoja de las ligas deportivas
Las ligas como la NBA, la NFL e incluso la MLB han adoptado con los brazos abiertos a los patrocinadores de apuestas deportivas tras su legalización. Empresas como DraftKings, FanDuel y BetMGM son ahora socios comerciales oficiales de varias competiciones.
Esto crea una situación contradictoria: por un lado, se promueven las apuestas como forma de entretenimiento e ingresos, y por otro, se sanciona con dureza a quienes cruzan los límites de la ética.
La solución probablemente pase por un mejor equilibrio entre:
- La transparencia en la comunicación de datos (lesiones, minutos de juego, rotaciones).
- Mayor blindaje legal para evitar accesos no autorizados a esta información.
- Educación rigurosa sobre riesgos, no sólo financieros sino penales.
Lo que se viene: un nuevo marco regulatorio para el deporte profesional
La NBA ha invitado a los equipos a presentar propuestas e ideas sobre cómo elevar los estándares de integridad en esta nueva era de apuestas. Entre los temas en la agenda:
- ¿Debe prohibirse o limitarse radicalmente el tipo de apuestas permitidas?
- ¿Es necesario contar con una unidad de inteligencia interna dedicada exclusivamente a monitorear irregularidades en el mercado de apuestas?
- ¿Debe haber sanciones más severas o mecanismos de denuncia anónima para prevenir?
Un hecho es claro: si la NBA no actúa con rapidez y precisión, existe un riesgo real de que casos como los de Rozier, Billups y Porter se conviertan en frecuentes, erosionando la credibilidad del juego.
El comisionado Adam Silver ha sido elocuente en el pasado al abordar temas críticos como la equidad racial, los derechos de los jugadores o la globalización de la liga. Ahora, su liderazgo enfrentará una de sus pruebas más difíciles: redefinir el rol de las apuestas en el baloncesto moderno.
En un deporte donde cada jugada cuenta y millones cambian de manos tras bambalinas, la batalla por la integridad del juego ya comenzó.
