Crisis alimentaria y educativa en EE.UU.: el alto precio de un gobierno paralizado
Millones de estadounidenses podrían quedarse sin alimentos ni acceso a programas básicos si el Congreso no pone fin al cierre del gobierno
¿Qué está pasando y por qué es tan grave?
Estados Unidos enfrenta una posible emergencia social sin precedentes por un motivo alarmantemente común: el estancamiento político. Con el cierre parcial del gobierno federal a la vuelta de la esquina, millones de personas vulnerables —entre ellas niños, madres solteras y adultos mayores— podrían perder acceso a los programas fundamentales que garantizan su alimentación y cuidado básico.
Si el Congreso no logra un acuerdo inmediato, el sábado se suspenderían varios programas esenciales, entre ellos el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que ayuda a unas 42 millones de personas a poner comida en la mesa. A esto se suman las posibles interrupciones en los programas Head Start y WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños).
Este artículo analiza a fondo el impacto real de esta crisis inminente y desmenuza los factores políticos, económicos y sociales tras la parálisis legislativa. Un análisis profundo de una amenaza que podríamos pagar con hambre e injusticia.
SNAP: ¿Qué es y por qué es vital?
El SNAP es un programa de asistencia administrado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) que entrega cada mes una prestación promedio de $187 dólares por persona en tarjetas de débito específicas para comprar alimentos. Las tarjetas pueden usarse en supermercados y mercados de agricultores registrados.
Uno de cada ocho estadounidenses recibe apoyo de SNAP. Eso incluye trabajadores con salarios bajos, adultos mayores, personas con discapacidades y millones de niños. Este programa no es solo una red de seguridad; es la diferencia entre tener una comida caliente y pasar hambre.
Las recargas no ocurren el mismo día para todos, sino que varían según el estado, lo que significa que algunos beneficiarios se verán afectados antes que otros. La falta de fondos en noviembre causaría un vacío inmediato y devastador en el acceso a alimentos esenciales.
WIC y Head Start: los niños también en juego
Además del SNAP, el cierre afectaría a otros dos programas clave:
- WIC: brinda ayuda a cerca de 7 millones de madres, bebés y niños pequeños. Incluye asesoría sobre salud y nutrición, formula infantil, leche, cereales y verduras nutritivas.
- Head Start: proporciona atención preescolar gratuita a niños en situación de pobreza. Muchos centros Head Start ya empezaron a suspender servicios por falta de fondos previos, pero una expansión del cierre pondría en riesgo a cerca de 300.000 menores.
Los posibles cortes golpearían principalmente a comunidades rurales, afroamericanas y latinas, que ya enfrentan desigualdades estructurales.
Un regalo envenenado de la política partidista
La raíz del problema es el enfrentamiento entre legisladores republicanos y demócratas en el Congreso sobre el techo del gasto público y prioridades presupuestarias. Cada partido intenta usar el cierre como herramienta de presión.
El resultado: el chantaje político deja a niños sin acceso a educación temprana, a madres sin fórmula láctea para sus bebés y a millones de hogares sin alimentos básicos. Como advirtió Sherrie Tussler, directora ejecutiva del Hunger Task Force en Milwaukee: "Estamos al borde de una catástrofe humanitaria dentro de nuestras propias fronteras".
¿Por qué no hay un plan de contingencia?
El gobierno ha intentado establecer reservas para situaciones de emergencia, pero estos fondos son limitados. Bajo un cierre prolongado, las reservas de SNAP durarían algunas semanas o menos. Para WIC, las reservas se agotarían en aproximadamente 10 días.
De acuerdo a Center on Budget and Policy Priorities, cerca del 60% del presupuesto de WIC depende directamente de asignaciones federales mensuales. Sin esta inyección continua, el programa simplemente dejaría de operar.
La dimensión económica del desastre
No se trata solo de hambre y salud pública. Las consecuencias económicas del cierre también son enormes:
- Se perderán miles de empleos temporales relacionados con estos programas.
- El colapso del SNAP podría reducir el gasto en consumo en más de $7 mil millones de dólares mensuales según estimaciones del USDA.
- Mercados de agricultores y pequeños comerciantes perderían ingresos vitales provenientes de beneficiarios de SNAP.
Es una cadena de destrucción donde las primeras víctimas son los pobres, pero el golpe acaba por sentirlo toda la economía local y estatal.
El otro frente de la crisis: la Reserva Federal
El caos político no solo afecta programas sociales. También ha destapado una lucha por el control de la Reserva Federal. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó una lista de cinco posibles reemplazos para el actual presidente de la Fed, Jerome Powell.
Aunque el debate parece más técnico, tiene un trasfondo político clave. Trump ha criticado duramente a Powell por no bajar las tasas de interés más rápido. Su objetivo es sustituirlo con una figura más leal que facilite una política monetaria más laxa.
Los candidatos mencionados incluyen:
- Christopher Waller
- Michelle Bowman
- Kevin Warsh
- Kevin Hassett
- Rick Rieder
El intento de influir en la Fed ha generado alarma entre expertos. Peter Conti-Brown, historiador de la Fed, advirtió: "La independencia de la Reserva Federal no puede estar comprometida por lealtades políticas".
Además, Trump ha buscado la destitución de la gobernadora Lisa Cook, una designada demócrata, lo que indignó a economistas y llevó el caso hasta la Corte Suprema.
Redistritaciones y manipulación política: una tendencia nacional
El drama se extiende también al terreno electoral. En Nueva York, un grupo de votantes presentó una demanda para impugnar la configuración del distrito congresional NY-11, el único representado por un republicano en la ciudad de Nueva York.
Alegan que la delimitación actual diluye la representación de votantes afroamericanos y latinos, y buscan que se incorpore parte de Manhattan, un área más liberal. La junta electoral estatal ha declinado comentar.
Esta batalla por el mapa electoral no es exclusiva de Nueva York. A lo largo del país, republicanos y demócratas se enfrentan por el trazado de distritos que podría definir el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de 2026.
La paradoja del país más rico
La situación plantea una pregunta dolorosa: ¿cómo puede el país más rico del mundo poner en riesgo la alimentación de sus ciudadanos más vulnerables por el estancamiento político?
Mientras el Congreso sigue enfrascado en luchas ideológicas, la realidad en decenas de millones de hogares estadounidenses es una espiral hacia la inseguridad alimentaria y la exclusión educativa. Como sentencia Marian Wright Edelman, fundadora del Children's Defense Fund: "No se puede dejar ningún niño atrás si literalmente no se les da ni siquiera un desayuno".
El tiempo se acaba. Y el precio de la indiferencia es, una vez más, pagado por quienes menos tienen.
