El rey bajo el asfalto: la historia real detrás de Ricardo III y la polémica película 'The Lost King'
Un relato fascinante sobre la reaparición de un rey perdido durante siglos, la lucha entre historiadores y cineastas, y el poder de la narrativa histórica moderna
En 2012, bajo el pavimento de un anodino estacionamiento en Leicester, Inglaterra, se desenterró una historia que llevaba más de 500 años oculta. El hallazgo arqueológico de los restos del rey Ricardo III, último monarca inglés muerto en batalla, conmocionó tanto al mundo académico como al público en general. Pero no fue simplemente un logro académico, sino el resultado del incansable esfuerzo de una historiadora amateur, Philippa Langley, cuya lucha por crédito e interpretación de los hechos llegó hasta el cine... y los tribunales.
¿Quién fue Ricardo III?
Ricardo III de Inglaterra gobernó brevemente entre 1483 y 1485. Fue el último rey de la casa de York y su muerte en la batalla de Bosworth marcó el fin de la Guerra de las Rosas —el conflicto dinástico que devastó Inglaterra durante décadas— y el inicio de la dinastía Tudor con Enrique VII.
Sin embargo, Ricardo III es recordado no tanto por sus actos como gobernante sino por la imagen oscura que creó William Shakespeare: un déspota jorobado y sediento de poder que habría asesinado a sus propios sobrinos para acceder al trono.
Historiadores modernos como Langley cuestionan esta narrativa, argumentando que fue producto de la propaganda Tudor y que Ricardo III fue, en realidad, un reformista que impulsó el derecho a la fianza y liberó la imprenta.
El hallazgo bajo el estacionamiento
En un acto de intuición tan improbable como impactante, Philippa Langley, sin formación académica formal, lideró la búsqueda del cuerpo enterrado de Ricardo III bajo la intuición de que se encontraba bajo el aparcamiento de la Oficina de Servicios Sociales de Leicester.
Con ayuda del arqueólogo Richard Buckley y el respaldo de la Universidad de Leicester, se iniciaron las excavaciones. En agosto de 2012, la intuición de Langley fue reivindicada espectacularmente: encontraron un esqueleto con escoliosis (una curvatura de la columna vertebral), heridas de batalla y sin sarcófago —coincidiendo con los registros históricos de su entierro poco ceremonial en el convento franciscano Greyfriars tras ser derrotado por Enrique Tudor.
En 2015, los restos fueron reenterrados con todos los honores reales en la catedral de Leicester en presencia de miembros de la familia real y miles de curiosos.
Una película, una polémica
En 2022, se estrenó la película 'The Lost King', dirigida por Stephen Frears y coescrita por Steve Coogan, basada en la cruzada de Langley por encontrar a Ricardo III. El filme presenta a Langley (interpretada por Sally Hawkins) como una heroína inexplicablemente ignorada por el mundo académico mientras lucha para hacer posible su descubrimiento histórico.
No obstante, la cinta generó gran controversia. En especial por cómo retrataba a Richard Taylor, exsubdirector de la Universidad de Leicester, representado como un burócrata arrogante, que menospreciaba la participación de Langley. Taylor demandó a los productores por difamación, alegando que el retrato le había generado "angustia y vergüenza enormes". Los tribunales le dieron la razón: en 2024, los responsables de la película acordaron pagarle una indemnización económica (montante no revelado) y cubrir sus costes legales.
Además, se comprometieron a emitir una advertencia al inicio de la película, dejando en claro que los hechos representados no reflejan a la verdadera figura de Taylor y que el film contiene dramatizaciones.
“Es su nombre el que será recordado”
Steve Coogan defendió la película, afirmando: “Esta es la historia de Philippa Langley, y estoy orgulloso de haberla contado. Si no fuera por ella, Ricardo III seguiría enterrado bajo un aparcamiento”.
Coogan dejó claro que el propósito del filme era destacar el valor del trabajo individual frente a la indiferencia institucional. No pretendía denigrar al mundo universitario, pero sí rendir homenaje a aquellos que, sin credenciales oficiales, contribuyen significativamente al conocimiento histórico.
Ricardo III: de villano a víctima
El redescubrimiento de Ricardo III trajo consigo un renovado debate sobre su legado. ¿Fue verdaderamente el villano descrito por Shakespeare? Varias organizaciones, incluida la Sociedad de Ricardo III, defienden una rehabilitación de su figura. Argumentan que fue objeto de una campaña de difamación orquestada por los Tudor, quienes necesitaban justificar su ascenso al trono.
“Fue uno de los monarcas más incomprendidos de Inglaterra”, afirmó Langley durante una entrevista. Algunos ven en él a un rey eficiente y visionario atrapado en una etapa tumultuosa de la historia inglesa, cuyo principal crimen fue representar una amenaza para el nuevo orden instaurado por los Tudor.
¿Dónde termina la historia—y dónde empieza la ficción?
El escándalo en torno a 'The Lost King' plantea una cuestión fundamental en la intersección entre historia, cine y verdad: ¿hasta qué punto se puede dramatizar la historia real sin comprometer su integridad?
Desde 'The Crown' hasta 'Bohemian Rhapsody', muchas producciones se han enfrentado a reproches similares. Hollywood y el cine europeo han encontrado un nicho rentable en la "historia dramatizada" —biopics que alteran detalles para maximizar el dramatismo. Pero estos relatos, aunque inspiradores, pueden tener consecuencias reales para las personas involucradas.
El legado eterno del rey perdido
Ricardo III puede haber sido el último monarca inglés muerto en combate, pero su resurrección moderna —primero arqueológica, luego fílmica y ahora judicial— pone de manifiesto nuestro deseo de revisar, reinterpretar y reivindicar el pasado.
El aparcamiento donde fue hallado su esqueleto ahora es patrimonio conmemorativo y forma parte de rutas turísticas históricas en Leicester. Más allá de los litigios y los conflictos personales, el descubrimiento ha impulsado un renovado interés en la historia medieval inglesa y ha desafiado la idea de quién puede ser historiador.
La historia de Langley y Ricardo III nos recuerda que incluso bajo capas de tierra y siglos de olvido, la verdad siempre tiene una oportunidad de salir a la luz. Y que, a veces, un aparcamiento puede esconder más que simples autos: puede albergar leyendas olvidadas, listas para ser redescubiertas.
