Elecciones clave en Pensilvania: ¿Quién controlará la Corte Suprema y las grandes ciudades?

Una mirada profunda a la lucha política en los tribunales y alcaldías de Pensilvania en un año electoral donde los demócratas y republicanos juegan al todo o nada

Un noviembre con sabor a poder judicial

Mientras Estados Unidos se acerca al ciclo electoral de medio término en 2026, Pensilvania se encuentra en medio de una batalla silenciosa pero trascendental: la retención o no de tres jueces demócratas en la Corte Suprema estatal. A primera vista, una elección de retención judicial puede parecer aburrida o puramente simbólica. Sin embargo, este año, la temperatura política ha trepado vertiginosamente, convirtiendo la elección del 4 de noviembre en una especie de referéndum sobre la independencia judicial y la polarización partidista.

¿Quién se juega su futuro el 4 de noviembre?

Los jueces Christine Donohue, Kevin Dougherty y David Wecht, todos de afiliación demócrata, buscan ser retenidos por otro periodo de 10 años en el más alto tribunal del estado. Aunque Donohue deberá retirarse en 2027 al cumplir los 75 años, cada voto cuenta. La Corte Suprema de Pensilvania actualmente tiene una mayoría demócrata de 5 a 2. Pero si los tres jueces fueran rechazados, se abriría una oportunidad para los republicanos de alterar significativamente el curso judicial del estado.

En Pensilvania, los jueces no se reeligen compitiendo contra otros candidatos. Su continuidad se decide mediante "elecciones de retención", en las cuales el votante responde con un simple "sí" o "no" a la pregunta de si deberían continuar en el cargo.

La estrategia republicana: negar la retención

Los republicanos han organizado una campaña activa para evitar la retención de estos tres jueces demócratas. Si logran su propósito, el gobernador demócrata Josh Shapiro podría proponer reemplazos temporales. Sin embargo, al necesitar aprobación del Senado estatal, dominado por los republicanos, el riesgo de parálisis institucional es real.

Un escenario de empate 2-2 en la Suprema Corte amenazaría la funcionalidad del tribunal hasta, al menos, las elecciones de 2027, cuando se escogerían los nuevos jueces para los términos completos.

La historia no está del todo escrita

El antecedente más cercano de una elección de retención fue en 2017, cuando tanto un juez republicano como uno demócrata fueron retenidos con más del 68% del voto. Sin embargo, el clima político actual es mucho más polarizado, y la participación electoral, más intensa.

Municipios en disputa: Pittsburgh y Filadelfia

Además del frente judicial, la política local se encuentra al rojo vivo. Las alcaldías de Pittsburgh y Filadelfia, las ciudades más grandes del estado, tendrán también elecciones cruciales.

Pittsburgh: el regreso de los O’Connor

En Pittsburgh, Corey O’Connor, contralor del condado Allegheny e hijo del fallecido alcalde Bob O’Connor, busca continuar el legado familiar. Se enfrenta al republicano Tony Moreno, expolicía y recurrente candidato que ya perdió ante el actual alcalde Ed Gainey en 2021.

O’Connor derrotó a Gainey en las primarias demócratas de mayo, consolidando su posición como favorito. En un municipio donde el 55% del electorado es demócrata y solo el 29% republicano, las probabilidades están claramente a su favor. En 2021, Gainey ganó con el 71% del voto. ¿Podrá O’Connor mantener ese margen?

Filadelfia: una Fiscalía polarizada

En Filadelfia, el actual fiscal del distrito, Larry Krasner, busca un tercer mandato. Krasner es un demócrata progresista conocido por sus reformas en el sistema penal. Se enfrenta a Pat Dugan, juez municipal que renunció a su cargo para postularse. Tras perder la primaria demócrata contra Krasner, Dugan cambió de partido y ahora compite como republicano.

En 2021, Krasner fue reelegido con el 72% del voto. Si bien no se espera que Dugan logre una victoria, su candidatura plantea un debate sobre el futuro de la justicia penal en una de las ciudades con mayor criminalidad del país.

También en juego: tribunales menores

El escrutinio se extiende más allá de la Corte Suprema. Habrá elecciones para ocupar cargos en el Tribunal Superior y el Tribunal del Commonwealth, tribunales de apelación estatales que, aunque menos mediáticos, influyen en decisiones sobre elecciones, regulación y derechos civiles.

¿Quién puede votar y cómo se perfila la participación?

Cualquier votante registrado en Pensilvania puede participar en las elecciones generales estatales. En ciudades como Pittsburgh y Filadelfia, los votantes registrados también pueden votar por sus respectivos candidatos locales.

A octubre de 2025, el registro electoral muestra una ligera ventaja para los demócratas: unos 3.8 millones frente a 3.6 millones de republicanos.

Participación anticipada

Con más de 1.1 millones de votos por correo solicitados, más de 524,000 ya han sido emitidos: el 62% de ellos por votantes demócratas y apenas 26% por republicanos. En Pittsburgh, 5,400 votos anticipados fueron recibidos al 10 de octubre, de los cuales el 86% proviene de demócratas.

¿Qué tan rápido se sabrán los resultados?

Según la experiencia del ciclo presidencial 2024, los primeros resultados se conocen minutos después del cierre de urnas (8 p.m. ET). En 2024, el 97% de los votos estatales ya estaban contados para el mediodía del día siguiente. En Filadelfia, el 93% fue escrutado durante la madrugada.

Desempates y recuentos

La ley electoral de Pensilvania estipula un recuento automático si la diferencia entre los dos principales candidatos es menor al 0.5%. Aunque esto ha sido raro en elecciones de retención, no debe descartarse en un entorno tan polarizado.

Panorama demográfico y político diferencial

Filadelfia, con un electorado registrado compuesto en un 72% por demócratas y apenas un 12% por republicanos, es bastión azul tradicional. Pittsburgh, aunque menos homogénea, muestra clara inclinación demócrata, especialmente en distritos urbanos.

Por el contrario, áreas rurales y del centro del estado son predominantemente republicanas, estableciendo un mapa electoral clásico de "azul urbano vs rojo rural" que puede ser determinante en elecciones peleadas.

Reflexión: ¿Se tambalea la imparcialidad judicial?

Más allá de los resultados electorales, el debate de fondo gira en torno a la politización del poder judicial. Las campañas partidistas para negar la retención de jueces revelan tensiones entre la independencia judicial y el deseo de control institucional a través del voto popular.

Este fenómeno no es exclusivo de Pensilvania. En numerosos estados, desde Wisconsin hasta Texas, el papel de los tribunales en temas electorales, de aborto, redistribución de distritos y regulación económica ha colocado a los jueces en el epicentro del conflicto ideológico.

Como señaló recientemente el profesor Michael Gerhardt, experto en derecho constitucional en la Universidad de Carolina del Norte, "la creciente partidarización de las cortes no elegidas pone en duda su capacidad para actuar como árbitro neutral en nuestra democracia".

Y en tiempos donde cada decisión cuenta, el futuro del equilibrio institucional podría depender de los resultados de un voto que muchos consideran de bajo perfil. Pero como suele pasar en política, el verdadero poder se mueve en las sombras de las urnas más desapercibidas.

¿Y qué viene después?

Con la cuenta regresiva electoral en marcha —faltan solo 1,099 días para las elecciones presenciales de 2028—, lo que suceda en Pensilvania este noviembre podría influenciar no solo el equilibrio de poderes local, sino establecer precedentes para los próximos ciclos federales. Pocas veces los comicios de retención judicial fueron tan estratégicos. En un contexto polarizado, hasta el acto aparentemente rutinario de un "sí" o "no" puede alterar el rumbo del estado... y del país.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press