La reconstrucción de los Tennessee Titans: ¿camino a la redención o hundimiento prolongado?

Entre traspasos, novatos promisorios y una defensa en crisis, analizamos el rumbo incierto de los Titans en una temporada para el olvido

NASHVILLE, Tenn. – La temporada 2025 de los Tennessee Titans no ha sido precisamente una travesía memorable. Con un desastroso récord de 1-7, la franquicia parece haber tomado conciencia de su difícil situación y ha activado una reconstrucción que divide opiniones entre fanáticos y analistas.

Una fecha límite de cambios reveladora: "Estamos abiertos a negocios"

La última derrota por 38-14 ante los Indianapolis Colts fue una señal más de que los Titans están en modo liquidación. En menos de una semana, ya realizaron su segundo traspaso de la temporada relacionado con la secundaria, enviando al esquinero Roger McCreary a los Los Angeles Rams. McCreary, en el último año de su contrato de novato, era uno de los pocos jugadores con valor de canje, y su salida fue interpretada como una clara admisión: esta temporada está perdida.

El entrenador interino Mike McCoy fue directo con el plantel: “Es una oportunidad para que alguien más entre y se gane un lugar”. La frase condensa el enfoque actual del equipo: mirar hacia el futuro inmediato con una generación joven.

Cam Ward y los rookies: una luz de esperanza

Finalmente, algo de optimismo emana desde la figura de Cam Ward, el novato seleccionado como primera ronda del último draft. A pesar del entorno caótico en el que le ha tocado debutar, Ward ha lanzado para más de 255 yardas en juegos consecutivos.

Además, en el último enfrentamiento contra los Colts, ocho novatos vieron acción, y cuatro de ellos fueron titulares en ofensiva. Entre ellos, destaca el receptor Chimere Dike, quien ha comenzado a ser una válvula de escape confiable para Ward con 11 recepciones para 163 yardas en los últimos dos encuentros. No solo eso, también lidera la NFL en yardas de propósito total gracias a su impacto en los regresos de patada.

“Dike no solo ha resultado efectivo, sino también inteligente. Ante los Colts, tuvo la conciencia para colocar el balón rápido en el suelo y detener el reloj con segundos antes del medio tiempo. Eso es fútbol IQ en estado puro” – Mike McCoy sobre la actuación del novato.

Los dolores de crecer: una defensa plagada de huecos

Por otro lado, esta reconstrucción no ha estado exenta de su dosis de dolor. La defensiva, una de las señas de identidad de los Titans en años anteriores, ha sido un colador. Sin la presencia de piezas clave como Jeffery Simmons y Arden Key, el equipo fue arrollado por el corredor Jonathan Taylor, quien acumuló 153 yardas por tierra... en un solo partido.

Además, para colmo, Taylor ha anotado seis touchdowns en los últimos dos encuentros que disputó contra los Titans. Esta tendencia no debería pasar desapercibida: es una señal directa del colapso de una unidad que solía estar entre las mejores defensas contra la carrera.

El caso del pateador Joey Slye: de fiable a preocupante

Otro detalle no menor ocurre dentro de los equipos especiales. Joey Slye, quien comenzó la temporada encendido con 10 de 10 en goles de campo, ahora ha fallado 5 de sus últimos 10 intentos. Su última pifia fue una ejecución desde 58 yardas antes de que terminara el segundo cuarto. La patada se fue desviada a la derecha, sepultando las esperanzas de recortar distancias antes del descanso.

Rachas que rompen la historia... en ambos sentidos

  • 3 penalizaciones o menos en dos partidos consecutivos. Esto no ocurría desde diciembre del 2020.
  • 8 novatos en el campo por sexta vez en la temporada.
  • Récord general: 1 victoria y 7 derrotas. Última vez que los Titans arrancaron así fue en 2015.

La enfermería no da tregua

Los Titans no solo lidian con problemas estructurales y una plantilla en reconstrucción, sino también con una epidemia de lesiones. Ali Gaye salió en el primer cuarto con una lesión de rodilla. El profundo Xavier Woods se lesionó el isquiotibial en la segunda mitad, y el esquinero titular Darrell Baker fue retirado debido al protocolo de conmoción cerebral.

Además de esto, jugadores como Calvin Ridley y Tyler Lockett ya no están en el equipo, lo que ha obligado a los novatos a asumir un rol estelar antes de los esperado.

¿Un calendario benévolo?

Hay una pequeña dosis de buenas noticias: los próximos cuatro partidos de los Titans serán en casa, antes de tener que viajar nuevamente el 7 de diciembre para visitar a los Cleveland Browns. Esta miniestadía en Tennessee podría servir para afianzar química, estabilizar procesos y sobre todo, evitar seguir tambaleando.

Sus próximos rivales incluyen a los Chargers, y luego una semana de descanso que podría llegar justo a tiempo para recargar física y emocionalmente a un plantel agotado. Sin embargo, cualquier predicción optimista debe manejarse con cautela. Este equipo aún no encuentra un norte claro.

Perspectiva a largo plazo: ¿el renacer de los Titans o el inicio de una larga oscuridad?

Con la acumulación de juveniles promesas, Tennessee apuesta todo a su proceso de reconstrucción. El enfoque se traslada ahora a maximizar cada minuto de juego de Cam Ward, diversificar su arsenal (que deberá florecer sin Ridley y Lockett), y sobrevivir a una defensa que día tras día parece más expuesta.

Pero hay señales positivas. Si los Titans logran mantener sano a Ward, continuar desarrollando a sus receptores y fortalecer su trinchera defensiva durante la temporada baja, podrían estar gestando un equipo competitivo para 2026.

“Esta temporada puede ser dolorosa. Pero si logran construir desde el fondo de una tabla, los Titans saldrán con jugadores con coraje forjados en la adversidad. A veces el fuego hace el mejor acero.” – Analista de NFL Network.

Así que fans de los Titans, abróchense los cinturones. Lo que viene puede no ser hermoso a corto plazo… pero quizás sea necesario para formar un nuevo núcleo competitivo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press