Redibujando el poder: Cómo la reconfiguración de distritos en EE. UU. podría alterar el equilibrio político en 2025

Un análisis profundo del impulso a mitad de década para redefinir los mapas legislativos en estados clave y su impacto en las elecciones de la Cámara de Representantes

Una nueva era de gerrymandering: entre urgencia política y estrategias partidistas

En un movimiento que ha sacudido el paisaje político estadounidense, el expresidente Donald Trump instó recientemente a los legisladores republicanos estatales a modificar prematuramente los distritos del Congreso. Este llamado, lejos de ser ignorado, ha desatado una ola sin precedentes de redistribución distrital a mitad de década, comúnmente conocida como mid-decade gerrymandering, en varios estados tanto liderados por republicanos como por demócratas.

El objetivo es claro: influir en la distribución de escaños de la Cámara de Representantes de EE. UU. antes de las elecciones de 2025. Esto se da en un contexto crítico, donde los demócratas necesitan ganar tan solo tres escaños para arrebatar el control de la Cámara a los republicanos.

Texas: la punta de lanza de la estrategia republicana

Texas se convirtió en el primer estado en actuar después del llamado de Trump. El gobernador Greg Abbott firmó una nueva disposición el 29 de agosto que, según expertos, podría proporcionar a los republicanos hasta cinco escaños adicionales en las próximas elecciones. Actualmente, el partido controla 25 de los 38 escaños en ese estado. No obstante, esta nueva propuesta ya enfrenta un reto legal —algo que se espera que ocurra en otros estados también.

California responde en sentido contrario: el contraataque demócrata

Los demócratas no se quedaron de brazos cruzados. En California, el estado más poblado y con más escaños (52), la legislatura estatal demócrata propuso un nuevo mapa que anula el esquema trazado por una comisión independiente tras el censo de 2020. Este nuevo mapa también podría entregar cinco escaños adicionales a los demócratas, sujetándose a la aprobación de los votantes en noviembre de 2025.

Missouri, Carolina del Norte y Utah se suman a la causa conservadora

En Missouri, el gobernador republicano Mike Kehoe aprobó un nuevo mapa que apuntala la predominancia del partido en la región de Kansas City, potencialmente eliminando un escaño demócrata. Esto se suma a la acción en Carolina del Norte, donde el control republicano de la legislatura permitió una revisión de distritos sin necesidad de aprobación del gobernador. Los republicanos podrían obtener un escaño más en dicho estado, donde ya controlan 10 de los 14 asientos.

En Utah, una corte desestimó el mapa aprobado luego del censo de 2020 por no respetar el proceso con comisión independiente. El nuevo plan del Congreso estatal aguarda validación judicial, pero podría crear un ambiente más competitivo para los demócratas, aunque los republicanos actualmente ocupan sus cuatro distritos.

Indiana, Virginia y Ohio: los próximos campos de batalla

Otros estados están evaluando redibujar sus mapas legislativos en sesiones especiales. Indiana iniciará su proceso el 3 de noviembre por llamado del gobernador Mike Braun. Aquí, los republicanos poseen siete de los nueve asientos disponibles. Virginia, por su parte, revisa distritos heredados de una corte tras el colapso de una comisión bipartidista. Para reformar el mapa, primero deberá pasar una enmienda constitucional que requiere doble aprobación legislativa y luego un referendo.

Ohio enfrenta una presión constitucional: debe modificar su mapa legislativo por no haber logrado apoyo bipartidista la última vez. Con 10 de los 15 escaños en manos republicanas, este ajuste será crucial para el futuro político del estado.

Mid-decade redistricting: una tendencia que se afianza

A pesar de que tradicionalmente la redistribución de distritos sucede una vez cada década, justo después del censo, el fenómeno del rediseño a mitad de década plantea nuevos desafíos financieros, legales y democráticos. Colorado, por ejemplo, sopesa una enmienda constitucional que le permita implantar esta práctica como respuesta preventiva ante el avance republicano. En Florida, el partido gobernante ha creado un comité especial que estudia una maniobra similar.

Otros estados demócratas se han sumado a la iniciativa, entre ellos Illinois, Maryland, Nueva York y Nebraska, todos explorando métodos para proteger o ampliar su representación federal antes de las próximas elecciones.

Lo que dice la historia: ¿funciona el gerrymandering?

La manipulación de distritos tiene una larga y polémica historia en la política estadounidense. El término "gerrymander" fue acuñado en 1812, cuando el entonces gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, aprobó un mapa cuyos distritos se asemejaban a una salamandra para proteger sus intereses políticos.

Desde entonces, casi todos los estados han enfrentado alguna forma de litigio por diseños de distritos considerados injustos. En la práctica moderna, estas reformas suelen terminar en tribunales federales, lo que genera incertidumbre sobre su vigencia inmediata.

¿Qué está en juego?

El control de la Cámara Baja. En la elección de 2020, los demócratas ganaron el control de la Cámara con 222 escaños, pero lo perdieron en 2022 cuando los republicanos obtuvieron 222 frente a los 213 de sus rivales. Ahora, la carrera por esos tres escaños clave podría decidir no solo la dirección de leyes federales sino también investigaciones al poder ejecutivo, presupuestos y confirmaciones de altos cargos.

Según el Centro Brennan de Justicia, cerca del 85% de los distritos en Estados Unidos son considerados “no competitivos”. Es decir, se diseñan para que un partido tenga casi garantizado el triunfo, lo que reduce la representación efectiva de los votantes y refuerza la polarización.

El futuro: elecciones más disputadas o menos democráticas

Estas intervenciones han reforzado el debate sobre la integridad democrática del sistema. ¿Deben los políticos escoger sus votantes o viceversa? Para muchos defensores de la reforma electoral, como el exfiscal general Eric Holder, la creación de comisiones independientes y el monitoreo judicial deberían ser obligatorios en todos los estados.

En palabras del politólogo Thomas Mann del Brookings Institution: “El gerrymandering es el cáncer del sistema político estadounidense. Reduce la competencia, distorsiona la voluntad de los votantes y enrarece el clima legislativo”.

¿Una solución nacional?

Varias iniciativas a nivel federal, como la John Lewis Voting Rights Act, intentan implementar estándares mínimos para la redistribución electoral y bloquear cambios que disminuyan la representatividad de comunidades vulnerables. No obstante, estas propuestas han sido bloqueadas por el Senado o enfrentan oposición ideológica.

Con una elección crítica a menos de un año, y ante un contexto legal volátil en muchos estados, es probable que gran parte de los mapas recién aprobados lleguen a las urnas aún en disputa judicial. Esto podría derivar en una incertidumbre jurídica sin precedentes para cientos de distritos y millones de votantes.

Y como apuntan observadores electorales y expertos en derecho, la expansión de la práctica del mid-decade redistricting augura una lucha prolongada por el control de la Cámara, probablemente redefiniendo la política nacional por la próxima década.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press