Caída libre en Washington: ¿Qué pasó con los Commanders en 2025?
De la épica temporada pasada al caos actual, analizamos el colapso de los Washington Commanders y los problemas que enfrentan en todas las líneas
Por años, los fanáticos de los Commanders esperaban un renacer. En 2024, parecía que finalmente lo habían conseguido. Jayden Daniels y Terry McLaurin maravillaron a la NFL y llevaron al equipo hasta el juego por el campeonato de la NFC. Pero en 2025, el cuento de hadas se convirtió en una pesadilla despiadada.
Con un inicio de temporada 3-5, múltiples bajas por lesión, pobres actuaciones y un calendario complicado por delante, la pregunta es inevitable: ¿cómo se desplomó tan rápido este equipo? A continuación, ofrecemos un análisis profundo del momento actual de los Commanders, tomando como enfoque la palabra que mejor lo define todo: colapso.
Del cielo al suelo: el contraste entre 2024 y 2025
El cambio ha sido radical. En 2024, los Commanders terminaron con récord de 12-5, uno de los mejores de la liga. Ganaron partidos claves en el último minuto, impulsados por el dinamismo de Jayden Daniels, elegido Novato Ofensivo del Año, y la fiabilidad de un McLaurin que anotó 13 touchdowns.
Daniel Quinn, en ese momento coordinador defensivo, fue ascendido a entrenador en jefe este año, inyectando nueva energía al equipo. Pero en lugar de capitalizar el éxito, el equipo ha entrado en una espiral rumbo al sótano de la NFC Este.
La maldición de las lesiones
Sin duda, las lesiones han sido un factor clave. Daniels ha estado fuera en tres de los ocho partidos jugados hasta el momento por una molestia en el tendón de la corva. McLaurin, por su parte, se perdió cuatro juegos debido a una lesión en el cuádriceps.
Además, otras figuras ofensivas, defensivas y hasta del equipo especial han estado indisponibles. Incluso el pateador Matt Gay se perdió un encuentro reciente por dolores de espalda, dejando al equipo sin su fiable pierna derecha.
Un reemplazo que no responde: Mariota en problemas
Con Daniels fuera, Marcus Mariota ha sido el encargado de comandar el ataque. Y los resultados han sido decepcionantes. En la derrota más reciente ante los poderosos Kansas City Chiefs, Mariota apenas completó 56% de sus pases, fue interceptado dos veces y no logró liderar drives sostenidos.
La ofensiva totalizó solo 60 yardas por tierra en 20 acarreos, y apenas 7 puntos en todo el juego. Para un equipo que el año pasado promediaba más de 24 por juego, la caída es estrepitosa.
Defensiva: momentos brillantes, pero sin consistencia
Una de las pocas luces en medio de la niebla es la defensa. Ante Kansas City, lograron interceptar a Patrick Mahomes dos veces en sus dos primeras posesiones —algo que nunca le había ocurrido en toda su carrera como titular.
Estas intercepciones vinieron de Bobby Wagner (quien no interceptaba desde 2022) y Marshon Lattimore, criticado por sus actuaciones recientes. Sin embargo, fuera de estos destellos, la defensa ha sido porosa y vulnerable, especialmente en la segunda mitad de los partidos.
Una ofensiva con nulo ritmo y sin identidad
El sistema ofensivo carece de identidad. Sin juego terrestre sólido, sin un quarterback confiable y con sus receptores lesionados o reducidos físicamente, los Commanders parecen jugar a improvisar jugada tras jugada. La brillante atrapada de McLaurin en el segundo cuarto contra los Chiefs pareció ser el renacimiento de la estrella... pero regresó al banco tras resentirse del cuádriceps.
Los números no mienten:
- 3-5 en la temporada.
- Promedio de 13 puntos por partido en los últimos tres juegos.
- 21.5 puntos de diferencia en promedio en las dos derrotas más recientes.
Calendario: la tormenta continúa
Y si creías que ya habían tocado fondo, el calendario próximo no ayuda para nada. En las siguientes dos semanas enfrentarán a Seahawks (5-2) y Lions (5-2), ambos equipos fuertes en ambas trazas del balón.
Un récord de 3-7 para la Semana 10 no solo es posible, sino probable. En ese punto, la temporada podría estar virtualmente terminada, llevando al equipo a una reconstrucción temprana y decisiones drásticas en diciembre.
La visión del vestuario: frustración controlada
La estrella defensiva Bobby Wagner fue claro tras la última derrota: “Te estás poniendo contra la pared... y no quieres cavar un hoyo del que no salgas.”
El head coach Dan Quinn, por su parte, mostró una mezcla de decepción y determinación. “Dejamos muchas oportunidades sobre la mesa esta noche. No puedes hacer eso y esperar ganar”, declaró en conferencia de prensa después del partido contra Kansas City.
La pregunta es hasta cuándo aguantará la paciencia de los directivos si la tendencia continúa.
¿Y Jayden Daniels?
La novela de los Commanders no puede contarse sin su protagonista principal: Jayden Daniels. El ganador del premio al Novato Ofensivo del Año en 2024 prometía una carrera espectacular. Su explosividad, inteligencia y liderazgo deslumbraron en su temporada de debut.
Pero en este 2025 ha jugado solo 5 partidos, con un registro de 2-3. Su ausencia por lesión, además, ha agravado los problemas ofensivos. Según fuentes internas, Washington no quiere forzar su regreso si no está al 100% físicamente.
Daniels, en entrevistas anteriores, ha sostenido que su enfoque sigue siendo el mismo: “Me preparo cada día como titular. No importa si juego o no, quiero estar listo para responder al equipo.”
¿Qué les queda a los aficionados?
Los fieles fanáticos de Washington han pasado ya por décadas de frustración desde los viejos días de Joe Gibbs y los Super Bowls. El breve renacer de 2024 devolvió la ilusión, pero esta temporada está desinflando todo entusiasmo.
¿Podrá este equipo cerrar fuerte y dar señales de futuro? ¿O veremos una desbandada de figuras y cambios organizacionales desde la planta directiva hasta los coordinadores técnicos?
Luces de esperanza: la reconstrucción no es imposible
No todo es negativo. Daniels es joven, talentoso y tiene el potencial de convertirse en un quarterback franquicia. McLaurin, si sana, sigue siendo uno de los receptores más seguros de la liga. Defensivamente, Bobby Wagner demuestra que su liderazgo sigue vigente, y el equipo tiene piezas que —con la dirección adecuada— pueden formar la base del futuro.
Eso sí, 2025 parece ser un año de transición... involuntaria, pero inevitable.
Lo que ocurra en las próximas semanas no solo determinará el resultado de esta temporada, sino el rumbo de toda la franquicia en los años venideros.
¿Podrán corregir el camino antes de que sea demasiado tarde? El tiempo, y una desesperada necesidad de salud e identidad, dirán.
