Una noche épica en Los Ángeles: Dodgers y Blue Jays protagonizan uno de los juegos más memorables de la Serie Mundial
El jonrón de Freddie Freeman en la 18ª entrada, Shohei Ohtani haciendo historia y una batalla de casi siete horas convierten el Juego 3 en una joya del béisbol moderno
En una noche histórica en Los Ángeles, los Dodgers y los Blue Jays protagonizaron uno de los encuentros más emocionantes y largos en la historia de la Serie Mundial. Un auténtico clásico que tuvo de todo: jonrones memorables, récords rotos, momentos cinematográficos y una afición que aguantó más de seis horas para presenciar un final digno de guion hollywoodense.
Un juego que entrará en los libros de historia
El Juego 3 entre los Dodgers de Los Ángeles y los Blue Jays de Toronto finalizó con una victoria angelina por 6-5 en la 18ª entrada, gracias a un jonrón solitario del siempre confiable Freddie Freeman. La conexión de Freeman, hacia el centro del campo, recorrió 406 pies y desató la locura en el Dodger Stadium. Era su segundo jonrón de oro (walk-off) en una Serie Mundial… en años consecutivos.
El encuentro duró 6 horas y 39 minutos e igualó como el de mayor número de entradas en la historia de una Serie Mundial, compartiendo ese honor con el Juego 3 de 2018, también en Dodger Stadium, cuando Max Muncy —hoy compañero de Freeman— conectó otro walk-off en la 18ª ante los Red Sox.
Shohei Ohtani: el showman de los récords
La superestrella japonesa Shohei Ohtani volvió a demostrar por qué es una figura histórica en el béisbol. En este juego, Ohtani conectó dos jonrones y dos dobles, convirtiéndose en apenas el segundo jugador con cuatro extrabases en un solo juego de Serie Mundial, algo que no se veía desde Frank Isbell en 1906, hace más de un siglo.
Pero eso no fue todo. Ohtani también se convirtió en el primer jugador en 83 años en llegar a base nueve veces en un solo juego, algo nunca antes visto en un partido de postemporada. Después de sus cuatro imparables en siete entradas, recibió cinco boletos consecutivos, cuatro de ellos intencionales. Una muestra de respeto profundo… y temor por parte de los Blue Jays.
Una batalla de estrategias y emociones
La profundidad del bullpen fue puesta a prueba al máximo. Will Klein, el último relevista disponible de los Dodgers, logró la victoria más importante de su carrera lanzando cuatro entradas en blanco, permitiendo apenas un imparable y lanzando 72 lanzamientos, el doble de su marca personal en Grandes Ligas.
La resistencia del público también fue memorable. Cerca de 52,654 fanáticos se mantuvieron hasta el final, incluyendo al legendario Sandy Koufax, de 89 años. La atmósfera fue tan eléctrica como helada, con las temperaturas descendiendo en las colinas de Chavez Ravine conforme la noche se prolongaba.
Vladimir Guerrero Jr.: protagonista hasta en el banquillo
Otro momento curioso lo protagonizó Vladimir Guerrero Jr., quien se convirtió en meme en redes sociales cuando fue visto comiéndose una manzana en el dugout mientras el partido se alargaba sin fin aparente. Poco después, anotaría una carrera clave en la séptima entrada, tras un hit de Bo Bichette que lo envió desde primera hasta el plato, desatando una jugada polémica por una aparente interferencia con un camarógrafo.
Un inning, muchos errores y emociones: la cuarta entrada de locura
Toronto anotó cuatro carreras en la cuarta entrada, dos de ellas sucias por un error de Tommy Edman. El receptor Alejandro Kirk fue el encargado de dar el golpe más fuerte, conectando un jonrón de tres carreras al abridor Tyler Glasnow. La emoción tomó por sorpresa incluso al propio Kirk, quien corrió rumbo al dugout levantando la ya famosa “chaqueta de jonrones” de los Blue Jays.
El regreso de los Dodgers: esfuerzo colectivo
Con el marcador 4-2 en contra, los Dodgers empataron en la quinta entrada. Kiké Hernández abrió con imparable y anotó gracias al doble de Ohtani, quien luego fue impulsado por un sencillo de Freeman. El marcador 4-4 reflejaba lo que era el partido: una pelea punto a punto.
Max Scherzer hace historia… y cede la ventaja
El veterano Max Scherzer abrió el juego por Toronto e hizo historia al convertirse en el primer lanzador en participar en la Serie Mundial con cuatro equipos diferentes (Detroit, Washington, Houston y ahora Toronto). Sin embargo, Scherzer dejó el montículo con ventaja, pero su bullpen no pudo mantenerla.
Comparaciones con el pasado: 2018 vuelve a revivir
Este duelo inevitablemente trajo a la memoria aquel mítico Juego 3 de la Serie Mundial 2018, también en Los Ángeles, también con 18 entradas, también con un jonrón para finiquitarlo. Aquella vez fue Max Muncy el protagonista. Hoy fue Freeman. Dos capítulos de una misma saga: los maratones imposibles de Hollywood.
Para muchos fanáticos, este encuentro superó incluso otros juegos icónicos como el Juego 7 de 2016 entre los Cubs e Indians. No por lo que se jugaba, sino por lo dramático de cada entrada, el duelo de voluntades entre cada bateador y lanzador, y la incertidumbre que mantuvo a los hinchas con el corazón en la mano durante siete horas.
Lo que viene: Ohtani al montículo
El Juego 4 promete más emociones, y todo apunta a un espectáculo completo. Shohei Ohtani será el abridor por los Dodgers, un rol doble que muy pocos pueden ejecutar con tanta maestría. En la Serie de Campeonato ya lanzó seis entradas en blanco y conectó tres jonrones en un solo juego. El rival será Shane Bieber por Toronto, quien hace su debut en Clásico de Otoño.
¿Será otro capítulo épico? Los fanáticos comienzan a creer.
Datos curiosos y récords rotos del Juego 3
- Segundo juego de Serie Mundial que va a 18 entradas (junto con el de 2018).
- Duración: 6 h 39 min (el de 2018 duró 7 h 20 min).
- Freddie Freeman: segundo walk-off HR en Serie Mundial en 2 años (récord).
- Shohei Ohtani: primero en llegar a base 9 veces en un juego de postemporada.
- Frank Isbell sigue siendo el único con 4 dobles, pero Ohtani es el segundo con 4 extrabases.
El béisbol tiene momentos que definen generaciones. Este Juego 3 fue uno de ellos. En palabras del histórico Vin Scully: “En el béisbol, tú nunca sabes lo que va a suceder. Y eso es lo hermoso del juego”.
