Una temporada de contrastes: ¿Qué nos dicen los primeros partidos de la NBA sobre los contendientes del Oeste?
Los Clippers, Warriors, Grizzlies, Suns, Rockets y Raptors nos dan pistas de un arranque de temporada lleno de altibajos, lesiones… y promesas
La temporada 2024-2025 de la NBA ha comenzado y, como cada año, los primeros partidos ofrecen mucho más que resultados: son destellos de lo que está por venir, advertencias para los equipos inconsistentes y gritos de batalla para los verdaderos aspirantes al título.
Durante la última semana, varios equipos del Oeste se han enfrentado entre sí o han cruzado conferencias en partidos que, si bien son solo el comienzo, nos dejan análisis obligados. Desde el resurgir de los Clippers hasta las dudas que rodean a los Suns, echemos un vistazo a cómo comienzan a definirse las primeras narrativas de la liga.
Golden State Warriors: ¿Una nueva era sin cambiar nada?
Con registro de 3-1, los Warriors parecen seguir siendo uno de los equipos más sólidos del Oeste. Steph Curry y compañía han mantenido su promedio anotador en 113.8 puntos por partido, mientras que su defensa permite apenas 110.5, una diferencia favorable que reafirma su estatus de contendientes.
El equipo de Steve Kerr ha consolidado su estructura pese a las bajas. Sin Al Horford (dedo del pie), De’Anthony Melton (rodilla) y el joven prospecto Alex Toohey (rodilla), los de San Francisco siguen encontrando manera de ganar. Todo esto sin contar con una posible vuelta estelar de Draymond Green, quien apunta a ser clave en playoffs.
Los Angeles Clippers: cuando el promedio es suficiente para soñar
Con marca de 2-1 y una victoria reciente sobre equipos de peso, los Clippers han iniciado con paso prometedor. Su promedio de 112.9 puntos, junto a un porcentaje de eficacia en tiros de campo del 48.2% y 37.3% en triples, los posiciona como una amenaza ofensiva.
La noticia negativa es la lista de lesionados: Kobe Sanders (rodilla), Jordan Miller (isquiotibiales) y Bradley Beal (espalda). La baja de este último genera dudas, pero la plantilla parece lo suficientemente profunda para sostener la competitividad.
Houston Rockets: sin VanVleet, ¿hasta dónde llegarán?
Los Rockets, pese a su récord de 1-2, tienen razones para no sonar las alarmas tan temprano. El equipo promedia 114.3 puntos por partido, con gran dominio en puntos en la pintura (51.5), robos y contraataques. Sin embargo, la ausencia por el resto de la temporada de Fred VanVleet (ligamento cruzado anterior) representa un duro golpe para un conjunto que dependía de su experiencia y dirección en la cancha.
La adición de Dorian Finney-Smith también parecía ser estratégica, pero está fuera por problemas en el tobillo, dejando a Houston sin dos piezas fundamentales. Todo indica que será tiempo de ver a Jalen Green dar un paso al frente con mayor madurez.
Phoenix Suns: estrellas apagadas, ¿pueden prenderse nuevamente?
Una marca de 1-3 es preocupante en una conferencia tan apretada. El equipo de Arizona ha tenido un comienzo lento, perdiendo sus últimos tres partidos. Las estadísticas de la temporada pasada no logran mantenerse: una media de 47.8% en tiros de campo y 37.8% en triples que ahora parecen fantasía frente a su actual desplome ofensivo.
Jalen Green (isquiotibial) y Dillon Brooks (ingle) están fuera, dejando a Devin Booker como única referencia ofensiva regular. ¿Será suficiente? Si los Suns no logran recuperar forma física y equilibrio táctico pronto, podrían verse comprometidos de cara a clasificarse incluso al Play-In.
Memphis Grizzlies: la profundidad siempre es puesta a prueba
Con balance de 2-2, los de Memphis parecen navegar en la mitad de la tabla, aunque con serios obstáculos por delante. La lista de lesionados incluye a Zach Edey, Scotty Pippen Jr., Brandon Clarke, Ty Jerome y Vince Williams Jr., lo cual deja a la rotación seriamente comprometida.
Pese a esto, la defensa sigue siendo su mayor arma. El año pasado permitieron 116.9 puntos por partido, un número alto que buscan reducir este año. En ofensiva, la responsabilidad caerá cada vez más sobre Desmond Bane e incluso la joven promesa GG Jackson.
Toronto Raptors: reconstrucción con sabor amargo
En el Este, los Raptors sólo han ganado uno de sus primeros cuatro partidos, perdiendo los últimos tres. Su ofensiva sigue siendo limitada (110.9 puntos), con una defensa aún más vulnerable (115.2 en contra). Las estadísticas del año pasado se mantienen y no en el mejor sentido.
Jakob Poeltl está día a día por molestias en la espalda, y su posible ausencia debilita aún más el eje central defensivo. Scottie Barnes es el principal motor del equipo con flashes de lo que podría ser una gran temporada, pero el entorno no acompaña y parece que Toronto necesitará enfocarse en el desarrollo de talento más que en competir este año.
¿Quién gana y quién sufre en este arranque?
Si algo queda claro tras los primeros partidos de la temporada NBA, es que el Oeste vuelve a estar brutalmente competitivo. Mientras equipos como Warriors o Clippers reafirman su nivel, otros como Suns y Rockets lidian con lesiones tempranas que pueden definir su calendario.
En el Este, la situación parece menos definida aún. Raptors siguen sin levantar cabeza, y salvo milagro o explosión de su joven núcleo, podrían ver otra temporada en reconstrucción.
La temporada es larga, eso todos lo sabemos, pero los primeros partidos arrojan luces que pueden predecir tormentas… o campeonatos.
Algunos datos clave que nos está dejando este arranque 2024-25
- Warriors mantiene un diferencial positivo de puntos: +3.3 por partido.
- Clippers tienen el mejor porcentaje de tiros de campo entre los equipos mencionados.
- Suns han sido dominados en los últimos 3 partidos por un promedio de 14 puntos de diferencia.
- Rockets lideran en puntos en la pintura con más de 50 por partido.
- Grizzlies son uno de los equipos con más jugadores lesionados en el arranque.
- Raptors siguen con una defensa porosa, permitiendo más de 115 puntos por juego durante dos temporadas consecutivas.
La NBA apenas comienza, pero cada lesión, cada victoria y cada intento fallido ya empieza a escribir la novela de una temporada que promete ser, de nuevo, impredecible.
