Vietnam bajo el agua: Cuando el cambio climático golpea con más fuerza

Las devastadoras inundaciones en Vietnam exponen una creciente crisis climática en el Sudeste Asiático

Vietnam vuelve a estar en el ojo del huracán, no por conflictos políticos ni por asuntos comerciales, sino por un enemigo mucho más persistente y peligroso: las inundaciones. En solo 24 horas, cayeron más de 1,085 milímetros de lluvia en algunas zonas, una cifra que destrozó todos los récords históricos del país y que dejó un rastro de muerte, destrucción y advertencias para el futuro.

Un país que vive entre el mar y las montañas

Vietnam es una nación geográficamente vulnerable. Su forma alargada y su extensa costa en el mar de China Meridional hacen que esté constantemente expuesta a los monzones y a las tormentas tropicales. Pero lo que está ocurriendo ya no cabe dentro de los patrones climáticos normales. Especialistas y científicos coinciden: estamos viendo los efectos directos del cambio climático.

«No es solo más lluvia, es más lluvia en menos tiempo y con mayor intensidad», explicó el climatólogo Nguyen Thanh Son, quien lleva años estudiando las alteraciones en los patrones meteorológicos del país.

Inundaciones históricas: cifras que estremecen

Del 27 al 28 de octubre de 2025, una combinación de aire frío proveniente del norte colisionó con masas cálidas con alta humedad del mar, generando un fenómeno conocido como precipitación orográfica. El resultado:

  • 10 muertos confirmados hasta el momento.
  • 5 personas desaparecidas, incluida una niña de 5 años en Hue.
  • Más de 19 heridos reportados en Da Nang.
  • 120 deslizamientos de tierra en la provincia de Quang Ngai.
  • Más de 50 personas atrapadas en vehículos durante tres días.
  • Calles convertidas en ríos y cultivos arrasados.

En Hue, antigua capital imperial, las calles aún permanecen bajo el agua. Las lluvias alcanzaron su máximo en esta histórica ciudad: 42 pulgadas (un metro con siete centímetros) en solo 24 horas. Para dar una idea clara: eso es más lluvia que la que cae en todo el año en muchas ciudades europeas.

Un drama humano y económico

Las inundaciones no solo significan cortar calles o perder mercancías; significan personas perdiendo sus hogares, niños desaparecidos, animales ahogados. Significan familias sin refugio, sin comida, sin acceso médico. Y también, un golpe duro para la economía.

Da Nang, una ciudad costera moderna que se perfilaba como el nuevo motor económico del país, fue duramente golpeada. “Todo lo que construimos puede desaparecer en días”, lamentó Nguyen Minh, empresario turístico local, que lo perdió todo en su hotel boutique a orillas del río Han.

¿Por qué sucede esto ahora y con tanta frecuencia?

Según la base de datos del Banco Mundial, Vietnam se encuentra entre los cinco países más vulnerables al cambio climático del mundo. El nivel del mar ha aumentado más de 20 cm en promedio en las últimas décadas y se prevé que suba 32 cm más para el año 2050.

Las lluvias en aumento y las tormentas más fuertes responden a un fenómeno conocido como intensificación del ciclo hidrológico: el calentamiento global aumenta la evaporación de los océanos, lo que incrementa la humedad en el aire y, por tanto, provoca lluvias más torrenciales cuando se libera esa humedad.

El nuevo papel del ejército y la tecnología

Las autoridades han desplegado fuerzas militares y policiales en las regiones más afectadas. En zonas rurales aisladas por deslaves, como Quang Ngai, comienzan a probar entregas de alimentos con drones. Se trata de una medida innovadora que busca salvar vidas en tiempo récord, pero también expone la magnitud de la catástrofe.

El impacto ambiental: más allá de las lluvias

No hay que olvidar que estas lluvias arrastran también enormes cantidades de residuos contaminantes, fertilizantes, y químicos que terminan en los cuerpos de agua. Esto multiplica los riesgos sanitarios y ecológicos, desde la proliferación de enfermedades hasta la destrucción de habitats naturales.

Los manglares y arrozales que sirven de barrera natural contra el clima también están siendo destruidos. Y eso es crítico en un país donde el 47% de la población vive en zonas propensas a inundaciones.

Una llamada de emergencia al mundo

Vietnam necesita ayuda. No solo para combatir los efectos de las inundaciones actuales, sino también para prepararse frente a las que probablemente vendrán. La realidad es clara: habrá más tormentas, más lluvias, más deslaves.

Y no se trata solo de ayuda financiera. Se necesita también tecnología climática, apoyo en infraestructuras sostenibles, sistemas de alerta temprana más sofisticados, educación climática, y cooperación internacional a largo plazo.

Resistir y adaptarse: la vía vietnamita

Los vietnamitas han demostrado una increíble capacidad de resiliencia. Como nación, han sobrevivido guerras, hambrunas y desastres naturales. Pero el reto que trae el cambio climático es diferente: no se puede ganar con armas ni con tratados. Hay que adaptarse, transformar el modelo de desarrollo, actuar en conjunto con la comunidad internacional.

«Necesitamos construir ciudades que se adapten al agua, no que la combatan», concluye el urbanista Tran Van Duc, quien promueve planes de ciudades anfibias inspiradas en modelos holandeses.

Un futuro incierto, pero no inevitable

El informe especial del IPCC de 2022 lo dejó claro: si el aumento de la temperatura global sobrepasa los 1.5 °C, los eventos extremos como estas inundaciones se volverán norma, no excepción. Pero aún hay tiempo. Las decisiones que se tomen hoy en Vietnam, Europa, Estados Unidos o en cualquier rincón del planeta serán clave para determinar cuánto sufriremos todos mañana.

Vietnam, en medio del agua, manda un mensaje al mundo entero: el cambio climático no espera y ya llegó. ¿Lo escuchamos?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press