Jets de Nueva York: el triunfo que podría cambiarlo todo (o no)

Tras un inicio de temporada desastroso con siete derrotas consecutivas, los Jets consiguen su primera victoria. ¿Es este el punto de inflexión o solo una tregua momentánea en medio del caos?

Por primera vez en la temporada 2025, los New York Jets han probado el sabor de la victoria. Después de un humillante 0-7, el equipo logró un sorprendente triunfo 39-38 frente a los Bengals de Cincinnati. La escena en el vuelo de regreso lo decía todo: sonrisas, bromas y una energía completamente distinta. Pero, ¿realmente este resultado marca un antes y un después para la franquicia?

Una primera mitad para el olvido

Bajo el liderazgo de Aaron Glenn, un exjugador Pro Bowl que tomó las riendas del equipo al inicio de temporada, los Jets han mostrado una alarmante falta de identidad. Glenn llegó con la promesa de reconstrucción, pero las expectativas iniciales rápidamente se vieron truncadas por siete derrotas consecutivas. Este arranque lo convierte en el primer entrenador de los Jets que inicia su mandato con ese récord negativo. Cuesta creerlo, pero esta es apenas la tercera ocasión en la historia de la franquicia que inician una temporada 0-7.

Construir una base no es algo que ocurra de la noche a la mañana”, ha repetido Glenn. Sin embargo, esta narrativa se enfrenta con una afición que lleva décadas esperando resultados. En medio de una década de sequía, paciencia es precisamente lo que más escasea en Nueva York.

El milagro en Cincinnati

La victoria ante los Bengals fue tan inesperada como electrizante. En un juego marcado por errores defensivos y ajustes ofensivos tardíos, los Jets finalmente lograron hacer clic. Justin Fields, quien había sido relegado a la banca tras un arranque desastroso, volvió al campo con una actuación que rozó lo heroico.

Casi lloro cuando volvía al campo”, confesó Fields tras el partido. “No por el triunfo, sino por lo bueno que es Dios y cómo todas las piezas encajaron al final”. Su fe, combinada con una actuación sólida —tal vez la más integral en lo que va del año—, trajo algo de esperanza a una plantilla golpeada emocionalmente.

Un ofensiva que aún genera dudas

Aunque el triunfo fue celebrado, los problemas estructurales siguen ahí. Tanner Engstrand, coordinador ofensivo de primer año, ha estado luchando por encontrar un esquema funcional. La situación se agravó con el bajo rendimiento de Fields, al que el propietario Woody Johnson culpó parcialmente por el mal inicio. Su posterior lesión obligó al equipo a recurrir a Tyrod Taylor... quien también terminó lesionado.

Fields tuvo su redención en Cincinnati, pero su rol como titular aún está lejos de estar asegurado. Necesita partidos consistentes, no destellos de brillantez ocasionales. La ofensiva ocupa actualmente uno de los peores lugares de toda la NFL, y los ajustes estructurales siguen pendientes.

La defensa: inconsistente pero con destellos

Bajo el mando de Steve Wilks, la defensiva ha mostrado altibajos brutales: tacleadas fallidas, penaltis y cobertura deficiente han sido moneda corriente. Aun así, en la victoria contra Bengals, el equipo logró ejecutar en momentos críticos.

Queremos jugar fútbol complementario, donde ambos lados del balón respondan”, dijo Glenn. “Y eso aún no lo hemos alcanzado”. Aunque la defensa ha mostrado chispazos de calidad —como lo demuestra el liniero Harrison Phillips, uno de los más sólidos hasta ahora—, mantener esa intensidad los 60 minutos de juego ha sido todo un desafío.

El mercado de fichajes: ¿comienzo del desarme?

Con los playoffs ya prácticamente descartados, los Jets podrían convertirse en actores importantes en el mercado de intercambios antes de la fecha límite. Nombres como Breece Hall, Allen Lazard y Quincy Williams han sido vinculados con otros equipos.

De hecho, ya se realizó un movimiento significativo: el esquinero Michael Carter II fue enviado a Filadelfia a cambio del receptor John Metchie III. Glenn no lo niega: “Escuchamos ofertas. Eso no implica que actuemos, pero las puertas están abiertas”.

Una reconstrucción más… ¿la definitiva?

La visión de Glenn y del nuevo gerente general Darren Mougey está centrada en férreamente en el futuro. Tras más de una década sin rumbo, la dupla parece decidida a plantar bases sólidas. Lo dijo claramente Phillips, en referencia al ambiente tras la victoria: “Esto reafirma que lo que estamos construyendo tiene un propósito. Hay una meta en nuestro horizonte”.

Pero la historia pesa. Desde su último título de Super Bowl en 1969, los Jets han sido el paradigma de la inestabilidad. Trece entrenadores diferentes en menos de tres décadas, múltiples reestructuraciones fallidas y una racha de temporadas sin playoffs que desde 2010 no cesa.

Un calendario que no perdona

Los Jets regresan de la semana de descanso para enfrentar a los Browns, un equipo en alza con una defensiva feroz. A este partido le sigue una serie de encuentros complicados frente a Chargers, Dolphins y Patriots. Ninguno luce accesible.

El camino hacia un cierre digno está lleno de obstáculos. Si el equipo no logra traducir la motivación del último triunfo en rendimiento sostenido, la victoria en Cincinnati será recordada como una anomalía, no una tendencia.

La luz entre las sombras

No todo es desolador. Jugadores como Jermaine Johnson II y Breece Hall han mostrado talento de élite. Hall, en particular, es uno de los corredores más efectivos de la conferencia a pesar del pobre esquema ofensivo. Por su parte, el recién llegado Metchie III podría aportar explosividad en una ofensiva que clama por playmakers.

En defensa, Phillips ha proporcionado liderazgo y estabilidad en la línea. En un equipo joven y plagado de inexperiencia, este tipo de veteranía es crucial.

El factor emocional: la clave invisible

La narrativa del partido ante Bengals no debe subestimarse. Un grupo humano que había tocado fondo emocionalmente encontró, por unas horas, el motivo para sonreír. Como se vio en el avión de regreso, el cambio psicológico que provoca una victoria puede ser incluso más fuerte que las modificaciones tácticas.

Fue divertido ver otro lado de mis compañeros”, dijo Phillips. “Tras una victoria se muestran caras distintas, bromas, camaradería. Eso no lo veíamos hace semanas”.

En la NFL, la confianza puede cambiar dinámicas. El siguiente paso es canalizar esa energía en disciplina, en eficiencia y, sobre todo, en resultados.

Nada garantizado, pero aún queda temporada

La temporada 2025 de los Jets probablemente no terminará en postemporada. Pero la pregunta ya no es esa. Lo importante ahora es ver si Aaron Glenn puede realmente construir algo más duradero que una mera reacción emocional.

La gloria no llega en línea recta”, dijo Fields. “Está llena de desvíos y dolor… pero en algún punto vale la pena”.

Después de una primera mitad marcada por la frustración, los próximos nueve partidos definirán no solo si los Jets son capaces de rescatar algo de dignidad en este 2025, sino también si tenemos ante nosotros los cimientos del próximo gran proyecto del fútbol neoyorquino.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press