Lamar Jackson regresa con furia: exhibición aplastante ante Miami y el renacer de los Ravens

Con cuatro pases de touchdown, el mariscal de campo estrella silenció las dudas sobre su estado físico y renovó las aspiraciones de Baltimore en una impredecible AFC Norte

Una noche de redención en Miami Gardens

El regreso de Lamar Jackson a los emparrillados no pudo haber sido más espectacular. Tras perderse varios partidos por una distensión en su isquiotibial derecho, el quarterback de los Baltimore Ravens ofreció una verdadera clase magistral de fútbol americano el jueves por la noche, liderando a su equipo a una contundente victoria de 28-6 ante unos Miami Dolphins plagados de errores y desconcierto.

Jackson, dos veces MVP de la NFL, completó 18 de 23 pases para 204 yardas y cuatro touchdowns, en una actuación tan eficiente como dominante. El equipo de Baltimore, que llegaba con un récord modesto de 2-5, parece haber encontrado un nuevo impulso en su campaña y ahora busca meterse de lleno en la lucha por la División Norte de la AFC.

La conexión con los alas cerradas, clave de la ofensiva

Mark Andrews, emblema en la ofensiva aérea, volvió a brillar al atrapar dos pases de anotación. Mientras que Charlie Kolar también se hizo presente en la zona de anotación. El cuarto pase de TD fue para Rashod Bateman, quien está encaminado a un nuevo rol más protagónico.

Y por tierra, el experimentado Derrick Henry sumó 119 yardas en 19 acarreos, consolidando un ataque terrestre que balanceó de forma ideal el sistema ofensivo de Baltimore. Jackson, por su parte, también corrió cinco veces, aunque de forma más contenida, ganando 14 yardas.

Dominio estadístico (pero futil) de los Dolphins

Miami presentó, sobre el papel, una propuesta ofensiva agresiva e incluso acumuló más yardas totales que los Ravens en la primera mitad (226 por 109), pero sus fallos y errores mentales fueron decisivos.

  • Malik Washington y Tahj Washington soltaron balones en momentos clave.
  • Una penalización por salida en falso en cuarta oportunidad arruinó una oportunidad de touchdown.
  • Dos intentos de gol de campo fallados por Riley Patterson pusieron aún más presión sobre un equipo que ha perdido cohesión emocional.

El quarterback Tua Tagovailoa completó 25 de 40 pases para 261 yardas, pero no pudo lanzar pases de anotación y fue interceptado una vez. Tuvo una serie de progreso prometedor en el último cuarto, incluyendo dos conversiones en cuarta oportunidad, pero un fumble de Malik Washington en la línea de 10 yardas de Baltimore selló la debacle.

Lamar Jackson y su dominio histórico sobre Miami

Con esta actuación, Lamar Jackson se convirtió en el cuarto mariscal de campo en la historia de la NFL que lanza al menos cuatro pases de anotación en tres partidos ante los Dolphins. Solo Tom Brady (5), Drew Bledsoe (3) y Josh Allen (3) han logrado lo mismo.

Jackson posee además dos juegos anteriores ante los Dolphins en los que lanzó cinco touchdowns sin intercepciones. Su facilidad para desarmar esta defensa es casi mítica a estas alturas.

Un regreso sin óxido y con ambición de playoffs

La eficiencia de Jackson fue notable: comenzó la segunda mitad completando sus primeros nueve pases. Ni siquiera un pase incompleto tardío a DeAndre Hopkins logró empañar su vuelta brillante.

El entrenador John Harbaugh valoró especialmente la compostura de su mariscal tras semanas fuera del campo: "Lamar no solo volvió sano, volvió con hambre. Sabíamos que iba a ser especial, pero esto demuestra que nunca ha perdido su ADN competitivo", comentó.

La AFC Norte más abierta que nunca

Con este resultado, los Ravens mejoran su récord a 3-5 y se meten de lleno en la lucha de una Norte de la AFC que ha sido caótica. Con Flacco en Bengals, Deshaun Watson lesionado en los Browns y una ofensiva inconsistente en Pittsburgh, Baltimore amenaza con escalar rápidamente si Jackson se mantiene sano.

Próxima parada: Minnesota, donde los Ravens podrían emparejar su récord si mantienen el nivel mostrado en Florida.

¿Y Miami? Entre lesiones y dudas

Los Dolphins cayeron a 2-7 en una división dominada por los Buffalo Bills. Las lesiones siguen acumulándose: Ollie Gordon (tobillo), Chop Robinson (conmoción), Ifeatu Melifonwu (dedo del pie) y Rasul Douglas (dedo del pie) salieron durante el partido y están bajo observación médica.

Si bien el talento joven existe, como De’Von Achane (67 yardas en 14 acarreos) y Jaylen Waddle (82 yardas en seis recepciones), el equipo carece de liderazgo desde el banquillo y de precisión en sus elecciones tácticas.

Muchos aficionados abandonaron el Hard Rock Stadium con más de 10 minutos por jugarse, un hecho que retrata el sentir actual del equipo y su entorno.

El futuro se juega en noviembre

Los Ravens jugarán el 9 de noviembre frente a los Vikings, un equipo también en reconstrucción tras la lesión de su QB titular. Una oportunidad clara para seguir escalando.

Miami, por su parte, recibirá en casa a los Buffalo Bills, en lo que podría ser un duelo decisivo para mantener viva una mínima esperanza de fase final.

¿Puede Lamar Jackson sostener este nivel estelar?

Es la pregunta que todos se hacen. Físicamente se ve al 100 %, pero lo más impresionante fue su toma de decisiones en momentos de presión. Su control de la bolsa, sus lecturas secundarias y su precisión al conectar con múltiples receptores lo hacen candidato legítimo, una vez más, a trascender en enero.

Mientras tanto, los Ravens han hallado no solo a su líder, sino la chispa que podría revivir su temporada.

Foto principal: Lamar Jackson lanza un pase durante la victoria ante los Dolphins. (Crédito: Rebecca Blackwell)

Este artículo fue redactado con información de Associated Press