La leyenda del Edmund Fitzgerald: El naufragio que la música inmortalizó

A 50 años de la tragedia en el Lago Superior, el naufragio del Edmund Fitzgerald y la canción de Gordon Lightfoot siguen cautivando generaciones enteras

‘Una tripulación y un capitán con experiencia’

El 10 de noviembre de 1975, en medio de una feroz tormenta en el Lago Superior, el carguero estadounidense SS Edmund Fitzgerald, de 222 metros de largo y más de 26.000 toneladas de hierro, desapareció sin dejar rastro. Las 29 personas a bordo murieron. Hoy, medio siglo después, el naufragio sigue resonando en la memoria colectiva, gracias principalmente a una canción: The Wreck of the Edmund Fitzgerald, del cantante canadiense Gordon Lightfoot.

Antes de su trágico final, el Edmund Fitzgerald era conocido como "la reina de los Grandes Lagos". Cuando fue botado en 1958, era el barco más grande que surcaba estos cuerpos de agua de Norteamérica, y mantuvo ese título durante 13 años hasta 1971.

La tormenta de noviembre y una última travesía

Partiendo de Superior, Wisconsin, el 9 de noviembre de 1975, el barco tenía como destino Zug Island en Detroit, siguiendo una ruta comercial conocida para entregar mineral de hierro. Sin embargo, esa noche, una tormenta colosal azotó el Lago Superior. Mientras otro barco cercano, el SS Arthur M. Anderson, logró llegar a puerto, el Fitzgerald perdió comunicación y, sin emitir señales de socorro, se hundió a unos 27 kilómetros de Whitefish Bay.

Lo que causa aún más escalofrío es que el cuerpo del barco fue hallado partido en dos sobre el lecho del lago, a una profundidad de aproximadamente 160 metros. Los cuerpos de los 29 tripulantes nunca fueron recuperados.

¿El Titanic de los Grandes Lagos?

Aunque otras tragedias navales en la región resultaron en un número mayor de víctimas —como el hundimiento del Lady Elgin en 1860, que dejó casi 400 muertos—, la historia del Edmund Fitzgerald ha generado una fascinación sin precedentes. Según el autor John U. Bacon, quien publicó recientemente el libro The Gales of November, el Fitzgerald es el naufragio más famoso de los Grandes Lagos y sólo es superado por el Titanic y quizá el Lusitania a nivel mundial.

La canción que convirtió una tragedia en mito

Poco después del naufragio, el artista canadiense Gordon Lightfoot leyó reportajes sobre la tragedia, incluido uno de Newsweek, y escribió en pocos meses una balada folk que capturó el corazón de millones. The Wreck of the Edmund Fitzgerald fue lanzado en 1976, alcanzando el segundo lugar en la lista Billboard Hot 100.

Con versos melancólicos como “The lake, it is said, never gives up her dead” (Se dice que el lago nunca entrega a sus muertos), Lightfoot logró crear una atmósfera inquietante que transportaba directamente a las aguas gélidas y mortales del Superior. Incluso se tomó la licencia de cambiar una línea del tema, años más tarde, luego de reunirse con familias de los tripulantes que le solicitaron eliminar una referencia que culpaba a las escotillas por el naufragio—aquella teoría había sido refutada.

La recepción inicial y un legado duradero

Rick Haynes, bajista en aquella grabación y miembro habitual de la banda de Lightfoot por más de cinco décadas, recuerda que la toma utilizada fue la primera que grabaron en estudio. “Cuando la escuchas, es como si te llevara allí mismo. Eso es difícil de lograr con una tragedia así”, comentó en entrevista.

Haynes estima que ha interpretado el tema más de 2,000 veces y nunca se cansa de tocarlo. Incluso después de la muerte de Gordon Lightfoot en 2023, su banda sigue interpretando la canción en cada gira.

El recuerdo entre arte, familia y redes sociales

La viuda de Lightfoot, Kim Lightfoot, compartió este año que la memoria del barco estaba constantemente presente en su hogar: “Justo como Gordon eulogizó la tragedia en canción para el mundo, también la mantuvo viva en nuestra casa; pinturas, maquetas y tributos adornaban las paredes”.

Y no son solo los adultos los que mantienen vivo el recuerdo. Bruce Lynn, director del Great Lakes Shipwreck Museum, dijo que incluso niños llegan disfrazados del barco o de marineros a eventos sobre el Fitzgerald. Las redes sociales como TikTok han contribuido a que una nueva generación descubra esta historia.

La devoción de quienes lo vivieron

Para familiares como Debbie Gomez-Felder, cuya padre murió en el Fitzgerald, la canción originalmente fue imposible de escuchar. “Pensé, ‘no, esta música es muy lúgubre’. Pero cuando escuché la línea: ‘All that remains are the faces and the names of the wives and the sons and the daughters’, me di cuenta de que no faltaba una sola palabra”.

En efecto, la canción se ha vuelto no solo un testamento musical, sino una lápida poética que mantiene encendida la memoria de aquellos 29 marineros. En cada nota, en cada verso, se mantiene viva la consternación… y la admiración.

Una historia que navega más allá de su tiempo

Lo que pasó aquella noche de 1975 sigue siendo un misterio sin resolver completo. Numerosas investigaciones han teorizado desde fallas estructurales hasta problemas con el calado o una ola monstruosa, pero nunca se ha determinado con precisión la causa del hundimiento.

Quizá por eso, y por la poderosa narrativa construida a su alrededor, el Edmund Fitzgerald ha trascendido como símbolo de los peligros marítimos, pero también como emblema del luto, del arte, y de cómo la música puede elevar un evento trágico al nivel de leyenda.

¿Por qué sigue resonando 50 años después?

  • El naufragio es uno de los más impactantes registrados en aguas interiores.
  • La conexión emocional con familiares de las víctimas permanece intacta.
  • La canción de Lightfoot ha mantenido viva la conversación cultural.
  • Es objeto constante de estudios, documentales y exposiciones museográficas.

De alguna manera, el Fitzgerald nunca se hundió del todo. Sigue a flote en la cultura popular, en la familia Lightfoot, en los recodos del Lago Superior y en el coro triste de una guitarra que canta a los hijos del viento del norte.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press