La otra cara de la NBA: lesiones, cirugías y un arranque accidentado para varias figuras

Mientras algunos equipos luchan por mantenerse en competencia, las lesiones asestan duros golpes a aspiraciones de título, redefiniendo las estrategias de franquicias como Indiana, Oklahoma City y Dallas.

Un inicio de temporada bajo la sombra de las lesiones

Lo que prometía ser una temporada electrizante en la NBA se ha visto empañada por una ola de lesiones que ha impactado fuertemente a varias franquicias, alterando las proyecciones y expectativas de los aficionados. Tres equipos se han visto particularmente afectados: los Indiana Pacers, Oklahoma City Thunder y Dallas Mavericks. Cada uno de ellos enfrenta desafíos serios mientras lidian con la ausencia de jugadores claves, y eso podría tener consecuencias devastadoras en la carrera por los playoffs.

Indiana Pacers: de finalistas a crisis médica

Después de una sorprendente llegada a las Finales de la NBA la temporada pasada, los Indiana Pacers arrancan esta nueva campaña con una seguidilla de malas noticias. El ala-pívot Obi Toppin será baja por al menos tres meses debido a una fractura por estrés en el pie derecho. Se someterá a cirugía en Nueva York, lo que marca un nuevo golpe para una plantilla que apenas comienza a recuperarse de otras lesiones graves.

El núcleo del equipo está completamente afectado. Tyrese Haliburton, dos veces All-Star y el motor ofensivo de los Pacers, se perdería toda la temporada tras romperse el tendón de Aquiles. El base canadiense Andrew Nembhard sufre una distensión en el hombro izquierdo y Bennedict Mathurin, otro titular importante, está fuera semana a semana por una lesión en el pie. Sumado a eso, T.J. McConnell, un veterano del equipo, aún no ha visto acción esta temporada por una lesión en el muslo.

La escuadra de Rick Carlisle comenzó la temporada con cuatro derrotas consecutivas, lo que pone en duda su capacidad de mantenerse competitiva sin su núcleo titular sano. Toppin, quien fue la 8ª selección en el draft de 2020, venía promediando 14.0 puntos y 6.7 rebotes antes de su baja, siendo uno de los pocos jugadores que habían disputado más de 60 partidos en cada una de sus temporadas anteriores.

Thunder sin Jalen Williams: un reto inesperado pese al buen arranque

En teoría, los Oklahoma City Thunder deberían estar en plena celebración tras conquistar el campeonato de la NBA la temporada pasada. Sin embargo, la gloria se ha visto rápidamente eclipsada por problemas físicos. El All-Star Jalen Williams sigue fuera de las canchas tras una cirugía en la muñeca derecha, sufrida al final de la temporada pasada. Aunque jugó toda la postemporada con la lesión, ahora ha tenido que pasar por un segundo procedimiento para retirarle un tornillo que le causaba irritaciones.

El equipo ha informado que será reevaluado en 10 a 14 días, lo que, aunque sea una buena señal, aún representa una espera más larga para recomponer su rotación. Williams fue vital en el título: promedió 23.6 puntos en las Finales contra los Pacers, y tuvo una noche mágica de 40 puntos en el quinto partido.

A pesar de su ausencia, los Thunder han comenzado la temporada con un perfecto récord de 6-0, en parte gracias al nivel estelar del MVP reinante Shai Gilgeous-Alexander y al inesperado ascenso del joven Ajay Mitchell, quien ahora promedia 18.5 puntos como suplente después de tener un rol marginal el curso anterior.

¿Y Anthony Davis en CDMX?: los Mavericks entre algodones y altura

Los Dallas Mavericks también han tenido que aprender a convivir con los problemas de lesiones, y lo hacen ahora en un escenario fuera de lo común: la Ciudad de México. Programados para enfrentarse a los Detroit Pistons en la Arena Ciudad de México, su situación es incierta debido al estado físico de su estrella Anthony Davis.

Davis, de 32 años, se lesionó en el primer cuarto durante el enfrentamiento contra los Pacers y su situación es día a día. El entrenador Jason Kidd fue cauto al hablar con medios mexicanos, sin dar mayores detalles. Este es otro capítulo en el historial médico del jugador, quien ya acumula una larga lista de ausencias desde su salida de los Lakers. La temporada pasada, Davis se perdió 18 juegos después del traspaso por Luka Dončić y solo disputó los últimos ocho partidos del curso tras regresar de una lesión.

Para los Mavs, estos problemas no terminan ahí. El pívot Derek Lively II ha estado fuera por un esguince de rodilla y Daniel Gafford no ha podido estrenarse esta temporada por una lesión en el tobillo durante el primer día de entrenamiento.

El partido en México es el quinceavo de temporada regular que se disputa en la capital mexicana y el cuarto para los Mavericks, la franquicia que más veces ha jugado en este escenario, por encima de Phoenix Suns y Orlando Magic, que tienen tres apariciones cada uno.

“Es increíble lo importante que es México para nuestra organización y para la NBA. Es un placer traer alegría a los fans”, dijo el exjugador y actual entrenador de los Mavericks, Jason Kidd.

El propio Kidd jugó en la Ciudad de México en 2016 y recordó entre risas lo difícil que es jugar a más de 2,200 metros de altitud: “No recuerdo mucho del juego, solo la falta de oxígeno. Te cansas muy rápido aquí”, comentó.

La guerra contra las lesiones: un enemigo silencioso

La NBA es una liga de élite donde cada jugador es parte de un engranaje preciso, y cualquier falla puede desestabilizar completamente a una franquicia. Las lesiones no son solo un tema de salud, sino un factor decisivo en la estructura competitiva. Las ausencias prolongadas afectan ritmos, desmotivan al vestuario y fuerzan a los entrenadores a improvisar constantemente.

Según un estudio publicado por NBA Advanced Stats, el promedio de lesiones por temporada en la liga ha aumentado un 12.5% desde 2015, siendo las más comunes las relacionadas con pies, tobillos y tendones de Aquiles. El baloncesto moderno exige cada vez más velocidad, explosividad y cargas físicas tempranas, lo que ha generado un entorno de sobreesfuerzo contínuo.

Reacción de las franquicias: medicina, rotaciones y fondo de armario

La respuesta de los equipos ha sido integral. Desde departamentos médicos más robustos hasta la implementación de algoritmos de predicción de carga de trabajo muscular. Equipos como los Thunder han desarrollado departamentos de ciencia deportiva con personal multidisciplinario que apunta a prevenir, más que a tratar las lesiones.

También entra en juego el famoso “load management” o la gestión del esfuerzo, estrategia cuestionada por los fans pero ampliamente utilizada. Ya se debate en el seno de la liga un equilibrio entre salud de los jugadores y espectáculo para el aficionado. Algunos partidos de temporada regular pierden atractivo debido a la rotación de jugadores clave.

La NBA sigue... con o sin superestrellas

A pesar de las ausencias de nombres como Haliburton, Williams o Davis, el espectáculo continúa. Es también una oportunidad para los nuevos talentos de brillar, como el caso emergente de Ajay Mitchell en Oklahoma, o para que las franquicias exploren la profundidad de sus plantillas y ajusten sus estrategias.

El camino hacia los playoffs se presenta como una cruzada de resistencia. En esta guerra de 82 batallas, más allá del talento, ganará quien sobreviva ileso y con cohesión. Esta temporada será recordada no solo por la lucha en la cancha, sino también por la pelea silenciosa en las salas de fisioterapia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press