Obama, Trump y el pulso político en las urnas: así se juegan el futuro los partidos en EE.UU.

De las elecciones estatales en Virginia y Nueva Jersey al caos tarifario que llega a la Corte Suprema, el clima político estadounidense parece entrar en ebullición mientras Obama reaparece y Trump sigue marcando el tablero.

Barack Obama vuelve a encabezar mítines, Trump opera desde la sombra y el mapa político de Estados Unidos está en plena transformación a menos de dos años de las elecciones presidenciales de 2026.

Obama regresa a los escenarios políticos: ¿el líder que aún moviliza?

El expresidente Barack Obama se ha convertido nuevamente en una figura central para el Partido Demócrata. Esta semana lideró mítines en Virginia y Nueva Jersey, respaldando a las candidatas Abigail Spanberger y Mikie Sherrill, respectivamente, ambas aspirantes demócratas a la gobernación.

Más de ocho años después de dejar la Casa Blanca, Obama conserva una popularidad enorme, especialmente entre votantes afroamericanos y progresistas. Pero su regreso también deja entrever una escasez de figuras con el mismo peso simbólico en el partido.

“La gente, sin importar su raza, está inspirada por cómo lideró”, dijo Don Scott, el primer orador afroamericano de la Cámara de Delegados de Virginia.

La pugna en Virginia y Nueva Jersey: señales del presente y termómetro del futuro

Ambos estados representan oportunidades críticas para medir el clima electoral estadounidense en medio de la presidencia de Donald Trump. En Virginia, Abigail Spanberger se enfrenta a una rival republicana potente: Winsome Earle-Sears, actual vicegobernadora del estado. Si Earle-Sears gana, se convertiría en la primera mujer afroamericana gobernadora de cualquier estado de EE.UU.

En Nueva Jersey, Mikie Sherrill enfrenta a Jack Ciattarelli, exlegislador estatal, quien ha buscado mantener su relación con Trump ambigua: cercana pero sin abrazos públicos.

Donald Trump los respalda a ambos, pero sin aparecer en persona. Realizó un mitin telefónico por Ciattarelli e hizo declaraciones de apoyo genérico para Virginia. La lógica republicana es clara: evitar que la figura de Trump perjudique a sus candidatos en elecciones generales, donde su presencia polariza.

El voto afroamericano: clave y presión

Los demócratas están presionados a lograr una alta movilización en sectores racialmente diversos, en especial tras los avances de Trump en 2024 entre votantes afroamericanos e hispanos. En estados como Virginia y Nueva Jersey, el voto afroamericano puede marcar la diferencia entre una victoria y una derrota.

Obama ha visitado zonas con alta concentración de votantes afroamericanos, como Norfolk y Newark, con el objetivo de incentivar la participación.

El telón de fondo económico y el cierre del gobierno federal

Las campañas estatales se están viendo atravesadas por problemas nacionales. El cierre del gobierno federal ha afectado con fuerza en Virginia, donde más de 300,000 empleados federales residen, según datos del U.S. Census Bureau.

Spanberger intenta responsabilizar al expresidente Trump por el estancamiento, mientras que su oponente Earle-Sears la acusa de no presionar lo suficiente a los senadores demócratas del estado para evitar la situación.

Las políticas energéticas y fiscales también están sobre la mesa. En Nueva Jersey, Ciattarelli acusa al gobernador saliente, Phil Murphy, y a los demócratas, de haber elevado el costo de vida. Sherrill, por su parte, responde que Trump incumplió sus promesas económicas tras ganar en 2024.

California: un laboratorio electoral con impacto inmediato

Mientras tanto, en la costa oeste se libra otra batalla clave. En California, los votantes decidirán si aceptan un referéndum para redibujar el mapa electoral, aumentando la representación demócrata con cinco escaños adicionales en el Congreso. La iniciativa cuenta con el respaldo del gobernador Gavin Newsom y representa una respuesta directa al rediseño aprobado por Texas a favor de los republicanos.

El resultado podría alterar la balanza legislativa de inmediato. El Congreso actual tiene una diferencia mínima: 220 republicanos contra 215 demócratas. Un ligero ajuste podría entregarle a Trump mayorías cómodas o devolverle a los demócratas el control de la Cámara de Representantes.

Cuomo, Mamdani y Sliwa: una batalla generacional en Nueva York

En la ciudad de Nueva York, también hay elecciones clave que despiertan tensiones ideológicas. Andrew Cuomo ha reaparecido como candidato a alcalde, lanzando duras críticas contra el ascendente demócrata progresista Zohran Mamdani.

Cuomo, ahora independiente, dice que Mamdani es “inexperto” y que “no entiende la cultura neoyorquina”. En mesas redondas y medios, ha apelado al voto republicano, intentando posicionarse como una alternativa viable ante el temor, según él, de un “colapso económico y social”.

Por su parte Mamdani, respaldado por Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, lidera una avanzada juvenil. Ha llenado estadios, sumado voluntarios por miles y firmado alianzas con bodega owners e influencers. “No nos vamos a confiar, cada voto cuenta”, insiste en sus redes sociales y actos de campaña.

El tercero en discordia, el republicano Curtis Sliwa, ha basado su campaña en volver a las calles y al metro, su antiguo bastión como fundador de los Guardian Angels. Ataca tanto a Cuomo como a Mamdani, a quienes llama “dos caras de la misma moneda”.

Los pequeños negocios contra los aranceles de Trump

Fuera del ámbito electoral, otro campo de batalla político de alto voltaje está a punto de definirse en la Corte Suprema. La empresa Terry Precision Cycling, especializada en ropa para ciclistas mujeres y con sede en Vermont, encabeza una demanda contra los aranceles impuestos por Donald Trump desde 2024.

Los aranceles, que llegaron al 145% en ciertos productos procedentes de China, han ahogado al pequeño negocio que ahora se ve forzado a elevar precios —como un short que pasó de $149 a $199— o reducir márgenes hasta niveles insostenibles.

“No sabíamos si íbamos a sobrevivir. Era darle la espalda a cuarenta años de historia”, relató Nik Holm, presidente de la compañía. Según cálculos del Congressional Budget Office, los aranceles podrían costarle a la economía estadounidense hasta $3 billones en la próxima década.

Para Holm, la lucha no es sólo económica, sino también existencial: “Si las mujeres no pueden costear nuestros productos, menos gente vivirá la experiencia de libertad que es pedalear al aire libre”, sentenció.

¿Puede Trump fijar tarifas sin autorización del Congreso?

El eje del debate legal es si el presidente puede usar la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA) para imponer tarifas sin pasar por el Congreso. Esta ley histórica de 1977 se ha usado en su mayoría para sanciones internacionales, pero nunca había servido para intervenir de tal forma en el comercio internacional.

La administración de Trump defiende su legalidad argumentando que se trata de asuntos de política exterior y seguridad nacional. Sin embargo, los demandantes aseguran que es una extralimitación de poder que ignora la separación de poderes consagrada en la Constitución de EE.UU.

Para Jeffrey Schwab, abogado de la Liberty Justice Center, “es prácticamente el mismo principio por el cual comenzó la Revolución Americana: el poder de imponer impuestos reside en los representantes del pueblo”.

Un fallo que marcará historia

La Corte Suprema, con tres magistrados nombrados por Trump, será clave para establecer los límites del poder presidencial. En el pasado, el mismo tribunal bloqueó el programa de condonación de préstamos estudiantiles de Biden por considerarlo fuera de sus atribuciones legales. Pero con los aranceles de Trump, las implicaciones económicas y diplomáticas podrían ser incluso mayores.

Con ingresos arancelarios que ya alcanzaron $195,000 millones hasta septiembre —el doble que el año anterior—, el impacto sobre los precios internos también es notorio. Según el Yale Budget Lab, los hogares podrían pagar hasta $2,000 adicionales al año por culpa de estos aranceles.

Lo que está en juego no es sólo un equilibrio institucional entre poderes, sino la misma viabilidad de miles de pequeñas empresas, la competencia económica internacional y el bolsillo de millones de ciudadanos estadounidenses.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press