Serie Mundial 2025: Dodgers entre bromas, lesiones y una desesperada búsqueda de respuestas
Toronto y Los Ángeles protagonizan una dramática Serie Mundial con cambios de alineación, regresos esperados y un poco de humor en medio de la presión
Un tobogán emocional en la Serie Mundial
La Serie Mundial 2025 ha sido cualquier cosa menos predecible. La intensidad de una final de Grandes Ligas es esperada, pero la edición de este año entre Los Angeles Dodgers y los Toronto Blue Jays nos ha regalado tantos giros inesperados que parece salida de un guión cinematográfico. Con los Blue Jays liderando 3-2 la serie, los Dodgers enfrentan el precipicio, intentando sobrevivir en terreno ajeno. Lesiones, decisiones tácticas, bromas sorpresivas y regresos de impacto han moldeado una narrativa digna de análisis.
Dave Roberts y la caída menos épica del siglo
En medio de la tensión por la posible eliminación en el Juego 6, el manager de Dodgers, Dave Roberts, decidió aligerar el ambiente con un acto de humor. ¿La idea? Retar a una carrera al segunda base Hyeseong Kim durante la práctica. ¿El resultado? Roberts, de 53 años, terminó besando el campo tras tropezar mientras rodeaba la segunda base.
“Claramente no estaba pensando. Solo quería aportar un poco de humor. No era mi intención hacer un 'face-plant' en el campocorto”, bromeó Roberts con los medios. Agregó entre risas: “Las piernas simplemente dijeron 'no más'. Ese fue mi último sprint completo de por vida”.
El gesto fue alabado por sus jugadores. Miguel Rojas, segunda base de los Dodgers, comentó: “Me hizo sonreír. Muestra que está dispuesto a hacer lo que sea para eliminar la tensión del equipo”.
Este tipo de instantes, por insignificantes que parezcan, pueden cambiar el estado mental de un equipo. Roberts, recordado por su emblemática base robada para los Red Sox en 2004, entiende bien qué se necesita fuera del diamante para influenciar dentro.
Un lineup al borde de la desesperación
La producción ofensiva de los Dodgers ha sido preocupante durante la postemporada, con un promedio de bateo de .236 y 148 ponches en 533 turnos en octubre. En el Juego 5 apenas conectaron cuatro hits en una derrota de 6-1 y en el Juego 4 solo obtuvieron seis.
Ante este panorama, Roberts volvió a sacudir la pizarra. Mookie Betts, que tiene un 3 de 23 sin extrabases ni impulsadas en la serie, bajó al cuarto puesto del orden para dar paso a Will Smith como segundo bate detrás de Shohei Ohtani.
Roberts explicó: “Donde está su swing mecánicamente es lo mejor que ha estado en una semana. Me siento bien con eso”.
Freddie Freeman volvió al tercer puesto, esperando crear una fase ofensiva más coherente y consistente. Además, Tommy Edman hizo su primera apertura en los jardines esta postemporada, mientras que Miguel Rojas recibió su primera titularidad en la Serie Mundial, alineando como noveno bate.
“Miggy ha sido un tipo clave para nuestro club este año”, dijo Roberts. “Su energía nos inyecta intensidad también en defensa”.
Toronto: resilientes, renacidos y a un paso de la gloria
Los Blue Jays, liderados por el manager John Schneider, están a solo un triunfo de conseguir su primer campeonato desde 1993. Y lo están haciendo con esfuerzo colectivo, paciencia táctica y coraje físico.
George Springer regresó a la alineación tras dos partidos fuera por una molestia en el costado derecho. Lo hizo como bateador designado y primer bate, señal de confianza en su impacto. A sus 36 años, su progresión fue veloz, contrario a lo que se esperaba hace apenas unas 48 horas.
“Una vez que confirmas que no hay nada terrible, se trata de saber cuánto puedes tolerar”, afirmó Schneider. “Springer es un guerrero, y está listo para pelear cada turno”.
Springer es una pieza crucial de este equipo: en el Juego 7 de la ALCS contra Seattle conectó un jonrón de tres carreras que catapultó a los Blue Jays al primer Clásico de Otoño en tres décadas. También llevó a su equipo en 2017 con los Astros, siendo MVP de la Serie Mundial y conectando cinco jonrones contra estos mismos Dodgers. Claro, esa actuación vino envuelta luego en el escándalo del robo de señales, por lo que no ha sido perdonado cada vez que juega en Los Ángeles.
La revancha cultural y emocional de Toronto
El béisbol canadiense ha vivido a la sombra de los Yankees, Red Sox y Dodgers por décadas, pero hoy disfruta una oportunidad única: recuperar la cima 32 años después. Con una combinación explosiva de jóvenes talentos como Bo Bichette —quien ha regresado tras una lesión en la rodilla— y veteranos de impacto como Springer, el equipo de Schneider ha conseguido robar dos juegos en el Dodger Stadium y podría cerrar en casa.
Toronto representa también el baluarte internacional que la MLB quiere proyectar. Este tipo de finales realzan la globalidad del béisbol, tal como sucedió en los años 90 con Joe Carter, Roberto Alomar o John Olerud.
El splitter, protagonista silente
La Serie Mundial también ha tenido un giro técnico interesante: el regreso a la relevancia del split-fingered fastball o splitter. Con lanzadores como Kevin Gausman y Yoshinobu Yamamoto haciendo uso constante de este pitcheo, se ha convertido en una herramienta letal contra bateadores ansiosos.
Gausman, quien enfrentó a Betts en el Juego 6, lideró las Mayores en 2023 en porcentaje de swings fallidos con splitter (42.1%). Su dominio en ubicaciones bajas fuera de la zona ha provocado multitud de ponches clave en esta postemporada.
Ohtani: disponible solo como bateador
El fenómeno japonés Shohei Ohtani no estará disponible en el montículo para los Dodgers en el Juego 6, tras permitir cuatro carreras en seis entradas durante el Juego 4. Con su rol limitado al bateo, veremos si puede dejar huella desde el otro lado del diamante.
Ohtani no ha tenido una Serie Mundial especialmente destacada, sumando otro capítulo a las dudas sobre si su modelo de 'doble función' resiste la presión otoñal a este nivel. Pero todavía tiene oportunidad de cambiar su narrativa en estos juegos finales.
¿Podrán los Dodgers salvar la temporada?
Los números y el momentum están del lado de Toronto, pero nunca se puede contar fuera al equipo californiano. En 2020 lograron un título en circunstancias inusuales y todavía cuentan con un núcleo ofensivo capaz de cambiar la historia del partido con un par de swings bien conectados.
La clave está en el rendimiento de Mookie Betts y Freddie Freeman, y en que la rotación logre frenar a un Springer reactivado, un Bichette hambriento y un equipo que huele la gloria.
Esta Serie Mundial ha sido extraña, emocional y multifacética. Con managers tropezando por diversión, lesiones que evolucionan por días y decisiones tácticas al milímetro, representa lo mejor del béisbol: una combinación de talento, estrategia y corazón sobre noventa pies de incertidumbre.
