Derrumbes, decisiones y desesperación: Las tres franquicias NFL que no saben rehacerse

Cardinals, Commanders y Raiders atraviesan temporadas marcadas por decisiones cuestionables, lesiones devastadoras y una obsesión con ganar ahora que impide una reconstrucción efectiva

Una tormenta de frustración: cuando el talento no basta

Hay temporadas en la NFL que parecen salir mal desde el primer momento. Otras, se desmoronan poco a poco ante los ojos de aficionados, directivos e incluso jugadores. La temporada 2025 de los Arizona Cardinals, los Washington Commanders y los Las Vegas Raiders parece reunir lo peor de ambos mundos. Tres franquicias con aspiraciones legítimas, jugadores estrella y bases sólidas que, sin embargo, han visto cómo sus planes se desmoronan en tiempo real. En este análisis, exploramos cómo decisiones arriesgadas, falta de visión a largo plazo y una mala gestión de lesiones han convertido lo que comenzó como promesas en auténticas pesadillas para estas organizaciones.

Arizona Cardinals: la espera (interminable) por Kyler Murray

Kyler Murray es el talento jamás discutido que vive atrapado en un cuerpo que no coopera con la misma excelencia. Tras una lesión en el pie y semanas de incertidumbre, el quarterback fue oficialmente declarado inactivo para el duelo contra los Cowboys, a pesar de especulaciones de que tendría participación limitada. Jonathan Gannon coqueteó con la idea de usarlo tras la semana de descanso, pero no pudo ser.

"Queríamos ver si existía la más mínima posibilidad de que pudiera jugar, así fuera un par de jugadas", declaró Gannon antes del juego. Pero la realidad es más fría: Murray es una sombra del explosivo jugador de otras temporadas, y forzarlo a volver antes de estar al 100% parece irresponsable incluso con su histórico invicto en el AT&T Stadium (9-0).

Mientras tanto, Jacoby Brissett ha hecho un trabajo digno (599 yardas, 4 TDs, 1 INT en dos juegos), pero las derrotas siguen llegando. Arizona acumula cinco en fila desde iniciar 2-0. Y lo más alarmante es que esas cinco derrotas han sido por un total combinado de solo 13 puntos. Ese tipo de dato refleja un equipo competitivo… pero que no sabe cerrar partidos.

Washington Commanders: de la cima al colapso, otra vez

Parecía que el 2024 sería el año de Jayden Daniels. El mariscal nacido en San Bernardino llevó a los Commanders a una marca de 12-5 y una aparición en el Championship Game de la NFC. Sin embargo, tras un comienzo irregular y una cadena de tropiezos (cuatro derrotas consecutivas), Daniels sufrió una espeluznante dislocación de codo contra Seattle. Y el miedo colectivo se apoderó de la afición. Las comparaciones con Joe Theismann (1985) o RGIII (2013) no tardaron en llover. No fue tan grave como aquellas lesiones, pero la duda es evidente: ¿puede un QB que ya ha sufrido lesiones de rodilla, muslo y ahora brazo en menos de dos temporadas realmente convertirse en el ancla futura? A pesar de todo, Daniels se mantiene como la gran esperanza. Sus números proyectan estabilidad: rating de 94.4 este año, apenas inferior al 100.1 de su campaña de novato. Pero sin armas ofensivas sanas (McLaurin, Brown, McCaffrey están lesionados) y con una defensa que ha cedido más de 40 puntos en dos partidos consecutivos (vs. Cowboys y Seahawks), el barco se hunde rápidamente.
“Esta liga no se compadece de tus lesiones”, sentenció el linebacker Bobby Wagner. “Sales a jugar domingo con lo que tienes… y que Dios te ayude”.
Washington es último en la NFL en defensa aérea permitiendo 8.36 yardas por intento de pase. Una cifra escandalosa, y aún más cuando el rival te completa 17 de 17 lanzamientos (como hizo Sam Darnold el domingo).

Las Vegas Raiders: Pete Carroll y el espejismo de ganar ya

Cuando los Raiders contrataron a Pete Carroll a sus 73 años, el mensaje era claro: nada de reconstrucciones, el objetivo era ganar ahora. Pero con marca de 2-6 y derrotas dolorosas (incluidas dos en las que perdieron la ventaja en la última jugada), todo indica que el plan no funciona. Carroll llegó acompañado de exjugadores de Seattle y decisiones de personal que parecen tener su sello, a pesar de que el gerente general es John Spytek. Sin embargo, la mezcla de veteranía con lesiones mal gestionadas está pasando factura. Las Vegas ha sido superado ampliamente en minutos de posesión en sus últimos dos partidos (más de 42 minutos para el rival), lo cual se traduce en una defensa agotada, como quedó evidenciado contra Jacksonville. Aun así, Carroll se niega a hablar de reconstrucción:
“Nunca cruzo esa línea de pensamiento”, dijo esta semana. “Solo pienso en cómo mejorar ahora, ganar ahora”.
Pero el enfoque cortoplacista ya falló con Josh McDaniels, Jon Gruden y otros tantos. Desde 2004 han contratado 11 entrenadores (interinos excluidos), y 8 han iniciado con récord de 2-6 o peor. ¡Ocho! Lo curioso es que Las Vegas podría estar a dos jugadas del 4-4: un gol de campo bloqueado contra Chicago y una conversión de dos puntos fallida ante Jacksonville los separan dramáticamente de .500. Aún con todo, su calendario restante parece una trampa de derrotas salvo quizá contra Giants y Browns.

Pequeñas luces entre la oscuridad

¿Todo es desolación? No exactamente. - En Washington, el corredor novato Jacory Croskey-Merritt ha explotado con 440 yardas y 4 TDs, siendo el arma más efectiva. - En Las Vegas, el ala cerrada estrella Brock Bowers volvió a su nivel tras lesión: 12 recepciones, 127 yardas y 3 TDs contra los Jaguars. - En Arizona, el regreso inminente de Kyler Murray aún flota como posibilidad optimista hacia el final del año. Pero esas luces se ven diminutas dentro de la tormenta en la que estas franquicias están atrapadas.

¿Por qué fracasan estas franquicias?

Las situaciones son distintas, pero al analizar a fondo, emergen patrones comunes:
  1. Obsesión por evitar la reconstrucción: Los Raiders y Commanders prefieren firmar veteranos al dejar espacio al talento joven. En ambos casos, eso ha limitado el crecimiento y enrarecido el vestuario.
  2. Mala gestión de lesiones: El estiramiento del regreso de Murray, el regreso apresurado de Daniels o Bowers, y múltiples casos de WRs que vuelven sin estar listos dañan la continuidad ofensiva.
  3. Fracaso defensivo por planificación pésima: Washington es la peor defensa aérea de la NFL. Los Raiders no pueden detener ni en tercera oportunidad ni en zona roja. Y Arizona entrega partidos parejos por fallas mentales defensivas.

¿Qué les espera a estas franquicias?

- Arizona: El regreso de Murray podría mejorar el panorama, pero necesitan definir si es su QB franquicia a largo plazo. Dos temporadas plagadas de lesiones y con un contrato elevado (160 millones garantizados) los obligan a decidir pronto. - Washington: Dependerán de cuánto pueda aguantar físico y mentalmente Daniels. Con su grupo de receptores caído y una defensa en picada, cerrar arriba de .500 sería una hazaña milagrosa. - Las Vegas: Si el objetivo real era evaluar qué tan lejos se puede llegar sin reconstruir, la respuesta empieza a ser evidente. Tal vez sea momento de plantearlo en serio antes que otro año se escape entre excusas. En la NFL moderna, donde cada centímetro de ventaja se paga caro, estas tres franquicias están descubriendo que el peor enemigo es la falta de claridad sobre el presente y el futuro. Ninguna tiene rumbo claro. Todas tienen algo de talento. Y todas, por ahora, ofrecen más dolor que esperanza a sus seguidores. ¿Hasta cuándo?
Este artículo fue redactado con información de Associated Press