El juicio de Tewelde Goitom: el oscuro negocio del tráfico de personas expuesto en Países Bajos

Uno de los casos más grandes de trata de migrantes sacude a Europa y revela las alarmantes redes de tráfico humano desde África hacia Occidente

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ZWOLLE, Países Bajos — Esta semana comenzó en los Países Bajos uno de los juicios más impactantes sobre tráfico de personas registrados en Europa en los últimos años. El acusado, Tewelde Goitom —también conocido como Amanuel Walid— es señalado como uno de los cabecillas de una brutal red de contrabando de migrantes procedente del Cuerno de África. Su captura, extradición y enjuiciamiento marcan un importante hito en el combate europeo al crimen organizado transnacional.

¿Quién es Tewelde Goitom?

Vestido con jeans y una chaqueta acolchada azul, Goitom se presentó este lunes frente al tribunal en Zwolle, al noreste de los Países Bajos, proclamando su inocencia y alegando un caso de identidad errónea. Fue extraditado desde Etiopía en 2022, donde ya había sido condenado por delitos similares.

Según la fiscalía neerlandesa, Goitom está acusado de operar una vasta red que transportaba migrantes del este de África (principalmente de Eritrea, Sudán y Etiopía) hacia Europa, utilizando como ruta principal Libia y el peligroso cruce del Mediterráneo. Muchos de estos migrantes eran secuestrados, maltratados y extorsionados mientras sus familias eran obligadas a pagar sumas exorbitantes para obtener su liberación.

Las condiciones inhumanas de los migrantes

Las autoridades describen condiciones de detención sádicas en campamentos improvisados en Libia: abusos sexuales, torturas sistemáticas, hacinamiento extremo, falta de alimentos y atención médica. Algunos migrantes relataron que eran obligados a contactar a sus familias para rogar por rescates que, de no concretarse, solían terminar en la muerte del ser querido.

Este patrón de abuso está documentado por múltiples informes internacionales, entre ellos uno del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que alertó en 2021 que "el tráfico de personas procedente de Eritrea se encuentra entre los más crueles del mundo".

¿Por qué ocurre esto con los migrantes eritreas?

Desde su independencia de Etiopía en 1993, Eritrea ha sido gobernada sin interrupciones por el presidente Isaias Afwerki, en una dictadura donde no se celebran elecciones y el servicio militar obligatorio se prolonga indefinidamente. Este servicio ha sido calificado por Naciones Unidas como una forma moderna de esclavitud, en la que los conscriptos son sometidos a trabajos forzados, tortura y violencia sexual.

Es por eso que miles de jóvenes escapan anualmente del país, arriesgando sus vidas en travesías sumamente peligrosas con la esperanza de hallar asilo en Europa. La organización neerlandesa VluchtelingenWerk ha confirmado un aumento significativo en el número de solicitantes de asilo eritreas en los últimos cinco años.

La conexión neerlandesa y la jurisdicción

Una de las principales discusiones legales dentro del juicio es si los tribunales neerlandeses realmente tienen competencia para juzgar a Goitom. La fiscalía plantea que sí, debido a que algunos de los pagos de los rescates se efectuaron directamente por familiares residentes en los Países Bajos y otras partes de Europa. Además, varias víctimas tienen estatus de refugiado o residencia en los Países Bajos.

Por otro lado, la defensa —liderada por Simcha Plas— cuestiona esta conexión, argumentando que las transacciones se realizaron desde Eritrea o los Emiratos Árabes Unidos, y que la jurisdicción neerlandesa no es aplicable. No obstante, la ley internacional permite extender acciones judiciales en casos de crímenes transnacionales, siempre que haya un vínculo comprobable con el país que enjuicia.

El fantasma de Kidane Zekarias Habtemariam

En paralelo, las autoridades esperan unir este caso con el del notorio traficante Kidane Zekarias Habtemariam —considerado uno de los más buscados del mundo en temas de trata— quien está detenido actualmente en Emiratos Árabes Unidos. Habtemariam había escapado de una prisión en Etiopía en 2020, en medio de su juicio.

Las autoridades neerlandesas solicitaron su extradición para incluirlo en el mismo proceso, pues se sospecha que operaba en complicidad o bajo alianzas con Goitom. Curiosamente, la defensa de Goitom ahora ve con buenos ojos esta extradición, pues cree que Habtemariam podría aportar pruebas que exculpen a su cliente.

Una red que trasciende fronteras

Este caso pone de relieve cómo los delitos de tráfico humano se han vuelto verdaderas industrias transnacionales, alimentadas por desesperación, desigualdad y corrupción. El modelo criminal no se reduce a simples rutas de transporte ilegal: incluye redes financieras, uso de criptomonedas para pagos opacos, extorsión sistemática y violencia con fines de control psicológico.

Organizaciones como Europol y Frontex han advertido que muchas de estas redes ya no solo trasladan migrantes, sino que los explotan laboral o sexualmente, consolidando un modelo mafioso que genera miles de millones de euros cada año.

Impacto en los Países Bajos

Según la Oficina Central de Estadísticas (CBS), se estima que actualmente viven en los Países Bajos alrededor de 28,000 personas de origen eritreo. Muchas de ellas llegaron en calidad de refugiados en la última década. Las políticas de integración en el país, que incluyen educación, vivienda y acceso al mercado laboral, han estado bajo presión debido al volumen y urgencia de estos casos.

A nivel político, este caso ha encendido un debate sobre la necesidad de reforzar leyes de inmigración, aumentar recursos para combatir el tráfico humano y diseñar mecanismos de protección más eficientes para solicitantes de asilo.

Las víctimas y su búsqueda de justicia

Varios de los testimonios en la corte provienen de personas directamente afectadas: jóvenes que fueron secuestrados, golpeados o abusados en campos de detención, y familiares que tuvieron que vender todo para pagar rescates. Mujeres que fueron violadas sistemáticamente, niños que perdieron a sus padres, y hermanos que tuvieron que elegir cuál miembro de su familia salvar.

Para muchas de estas víctimas, el juicio no solo es una oportunidad de obtener justicia, sino también una forma de reconocimiento —de romper el silencio global y sacar a la luz los horrores ocultos del tráfico de seres humanos.

Una Europa que despierta tarde

A pesar de las múltiples alertas de organismos internacionales, Europa ha sido lenta en responder a la tragedia de los migrantes secuestrados en Libia y otros países de tránsito. Según Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras, cientos de personas continúan desaparecidas cada año, y existen sospechas de complicidad por parte de milicias locales y autoridades corruptas.

La Agencia de las Naciones Unidas para la Migración (IOM) estima que más de 28,000 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo desde 2014 en su intento de llegar a Europa.

¿Será este juicio un punto de inflexión?

Mientras los Países Bajos intentan demostrar que pueden perseguir judicialmente estos crímenes, muchos expertos insisten en la necesidad de una respuesta multinacional coordinada que incluya sanciones financieras a los beneficiarios del tráfico, rutas legales de migración segura y la desmantelación estructural de las mafias.

Por ahora, el proceso contra Tewelde Goitom continuará por al menos tres semanas, pero ya ha servido como una advertencia palpable al crimen organizado: Europa comienza a responder y no se quedará de brazos cruzados ante el sufrimiento silenciado de miles de personas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press