Minneapolis en la encrucijada: elecciones entre pasado, futuro e ideologías en choque
La carrera por la alcaldía enfrenta a Jacob Frey con Omar Fateh en una batalla que refleja la división ideológica progresista, los fantasmas de George Floyd y el futuro de la seguridad pública
Una ciudad, dos visiones: Frey versus Fateh
El escenario político de Minneapolis se encuentra al rojo vivo. En una elección que promete ser histórica, el actual alcalde Jacob Frey, demócrata centrista en busca de un tercer mandato, se enfrenta al senador estatal Omar Fateh, un socialista demócrata que representa una nueva ola de activismo político e ideológico en las grandes ciudades de Estados Unidos.
En juego no está solo una silla de alcalde: se decide el futuro de una ciudad marcada profundamente por el asesinato de George Floyd y la convulsión social que lo siguió. A esta tensión se suma el desafío persistente de la delincuencia, la reforma policial y la falta de vivienda, todos temas que han pasado del discurso a la urgencia.
¿Quién es quién en la boleta?
En total, son 15 los aspirantes, pero solo cuatro han logrado aglutinar atención y fondos significativos: Jacob Frey, el actual alcalde; Omar Fateh, senador estatal y miembro prominente de la comunidad somalí estadounidense; DeWayne Davis, reverendo progresista con una visión moderada; y Jazz Hampton, empresario que combina visión tecnológica con política pública.
Los otros candidatos, entre los que está Laverne Turner, con vínculos pasados con el Partido Republicano, no figuran como amenazas reales para los contendientes principales, especialmente en una ciudad donde ser republicano públicamente es, en términos electorales, casi suicida.
Ideologías en conflicto: progresismo versus pragmatismo
La pugna principal se da entre Frey y Fateh. Mientras el alcalde ha buscado posiciones centristas, negociando con el gobierno estatal y federal para reformar el Departamento de Policía sin desmantelarlo, Fateh representa una visión radicalmente distinta: reimaginar la seguridad pública desde la raíz, aunque se ha alejado públicamente del eslogan “defund the police”.
En 2021, Fateh apoyó una medida para transformar el concepto de policía municipal, la cual fue rechazada por la ciudadanía. A pesar de ello, ha insistido en la importancia de crear mecanismos alternativos de seguridad e intervención social ante los problemas que aquejan a las comunidades vulnerables.
La huella de George Floyd
Es imposible analizar esta elección sin regresar a mayo de 2020 y al asesinato de George Floyd. Minneapolis se convirtió en el epicentro de una protesta global contra la brutalidad policial. Jacob Frey, en ese momento alcalde, quedó en la mira por su manejo del caso y por los errores de comunicación y liderazgo durante el estallido social.
Sin embargo, su gestión posterior logró rubricar acuerdos históricos con las autoridades estatales y federales para reformar el sistema policial, incluyendo entrenamientos antirracistas, auditorías independientes y una depuración de efectivos. Esto, aunque aplaudido por algunos, no basta para Fateh ni para un creciente segmento del electorado joven y progresista.
Sexo, viviendas y Uber: otras trincheras de batalla
Más allá de la seguridad, la elección enfrenta posturas encontradas sobre el acceso a la vivienda. Frey se opone al control de rentas, argumentando que desincentiva la inversión y construcción. Fateh propone una forma de estabilización de los alquileres, aunque aún no ha detallado su propuesta con claridad.
Otro punto caliente ha sido el salario de conductores de Uber y Lyft. El Concejo Municipal intentó aumentar su remuneración, pero Frey vetó la medida ante la amenaza de retiro de las empresas. Fateh, desde su rol legislativo, ayudó a forzar un compromiso a nivel estatal que garantizara protección laboral a estos trabajadores.
En temas internacionales, la brecha se ha profundizado. Fateh ha sido crítico acérrimo del actuar de Israel en Gaza, mientras que Frey, de raíces judías, vetó una resolución del Concejo Municipal que pedía un cese el fuego, citando su carácter “parcial”.
Un sistema de votación que cambia el juego: el voto por orden
Minneapolis utiliza un sistema de voto por ranking, donde los electores pueden listar a sus tres candidatos favoritos en orden de preferencia. Si nadie obtiene más del 50% en la primera ronda, se distribuyen las segundas y terceras opciones hasta lograr un ganador.
Fateh, Davis y Hampton han formado una alianza estratégica, pidiendo a sus votantes que se apoyen entre sí, excluyendo a Frey. Esta maniobra busca reducir drásticamente la posibilidad de reconducción del alcalde. En 2021, esta táctica fue clave para frenar reformas más conservadoras dentro de la administración municipal.
Claves demográficas: una ciudad con nuevas voces
Minneapolis ha cambiado. Con más del 20% de la población perteneciente a comunidades no blancas y una presencia significativa de ciudadanos somalíes, musulmanes y latinos, los discursos de representación importan más que nunca.
Omar Fateh no solo sería el primer alcalde musulmán de la ciudad, sino también una fuerza que representa la migración, la juventud, la religión y el multilingüismo como elementos centrales de gobernanza.
La sombra de Trump: ¿cómo afecta la elección federal al voto local?
Todos los candidatos principales han reafirmado públicamente su desacuerdo con las políticas de Donald Trump y se han comprometido a mantener a Minneapolis como una ciudad santuario para los inmigrantes. Existen temores reales de que durante la eventual reelección de Trump se intente enviar fuerzas federales a territorios como Minneapolis, algo que ya vimos en 2020.
¿Qué está en juego realmente?
No se trata solo de políticas públicas ni de posturas ideológicas: lo que Minneapolis decidirá es el rostro y el alma de su ciudad por al menos cuatro años. ¿Debería continuar una reforma estructural cauta al mando de Frey? ¿O ha llegado el momento de apostar por un cambio profundo y acelerado liderado por Fateh?
Con el telón de fondo de crisis económica, polarización política y una juventud más movilizada que nunca, el resultado puede ser una hoja de ruta para el progresismo urbano en Estados Unidos. O una advertencia de que las alianzas radicales aún deben navegar una ciudadanía compleja, diversa y crítica.
La batalla por Minneapolis bien puede ser el corazón de una batalla nacional por la dirección del progresismo estadounidense.
