Tucker Kraft: Una estrella emergente del NFL que ve su temporada truncada

Por: Redacción de Zona Gridiron

Una promesa convertida en realidad

Tucker Kraft se estaba posicionando como una de las revelaciones más destacadas del 2025 en la NFL. A sus 25 años y en su segunda temporada con los Green Bay Packers, el nacido en South Dakota había tomado por sorpresa a la liga con un inicio imparable. En apenas ocho juegos acumuló 32 recepciones, 489 yardas y seis touchdowns. Con esos números, lideraba al equipo en anotaciones por aire y yardas, posicionándose como aspirante sólido al Pro Bowl. Pero el cruel lado del deporte apareció.

El momento fatídico

Durante el partido ante los Carolina Panthers, Kraft sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior (LCA), un diagnóstico que cortó en seco su temporada. La lesión ocurrió en una jugada desafortunada, al impactar con un compañero que bloqueaba en la línea ofensiva. Lo que parecía un lance inofensivo derivó en una rotura grave. El diagnóstico llegó, paradójicamente, el mismo día de su cumpleaños número 25. Un regalo amargo para un jugador que tocaba la élite con los dedos.

¿Por qué impacta tanto su baja?

Kraft no solo estaba teniendo un gran año estadístico. Lo suyo era impacto real en el juego. Se convirtió en una válvula de escape para su mariscal Jordan Love, en un jugador decisivo en zona roja, y en un ala cerrada completo con capacidad para bloquear y recibir.

Estadísticamente, su año estaba siendo histórico. Hasta su lesión, solo tres alas cerradas en la historia de la NFL habían logrado 30+ recepciones, 450+ yardas y 6+ TDs, promediando más de 15.5 yardas por recepción en las primeras siete semanas: Jimmy Graham en 2013 y Rob Gronkowski en 2015. Estaba en muy buena compañía.

“Es uno de los tres mejores alas cerradas del momento. Así de claro”, dijo el corredor Josh Jacobs tras la pérdida. Palabras mayores.

Un equipo reconfigurándose

La ofensiva de los Packers (5-2-1 hasta ese momento) había hallado un equilibrio con Kraft como protagonista. El ataque aéreo ganaba verticalidad y presencia en la zona roja, tan esquiva durante campañas anteriores. Su ausencia obliga a que Luke Musgrave y John FitzPatrick tomen la posta, en lo que será un verdadero desafío.

Musgrave había sido también una apuesta alta del Draft 2023, elegido en segunda ronda, pero su carrera ha estado plagada de lesiones. Apenas ha disputado 18 partidos desde su debut, acumulando 50 recepciones y menos de 500 yardas. Ahora, con la oportunidad entre manos, deberá probar si puede ser ese jugador que los scouts vieron en Oregon State.

“Las lesiones son lo peor del fútbol americano”, declaró con pesar el propio Musgrave. Y lo sabe por experiencia propia.

¿Quién es Tucker Kraft?

Elegido en la tercera ronda del Draft 2023 procedente de South Dakota State, Kraft era un nombre poco conocido para el gran público. Con un cuerpo típico de bloqueador (1.96 m y 116 kg), su capacidad atlética sorprendió en el Combine de la NFL: una velocidad 40-yard dash de 4.69 segundos, y una agilidad poco vista en su posición.

Durante su paso por los Jackrabbits acumuló más de 1.200 yardas y 9 touchdowns, y fue clave en la obtención del campeonato FCS en 2022. En Green Bay comenzó como reserva, pero en 2025 explotó como titular en una ofensiva que necesitaba un jugador así.

El impacto emocional y humano

Según relató el entrenador Matt LaFleur: “Tuck es un tipo que no se inmuta. Por eso lo amamos. Es un gran jugador, gran compañero y gran ser humano”. Esa declaración revela una faceta que muchas veces pasa desapercibida: lo que estos atletas significan puertas adentro para sus equipos. Su presencia no era solo dentro del campo.

La lesión se sintió como un golpe anímico para el vestuario y, particularmente, para una ofensiva que parecía encontrar su identidad con Kraft como estandarte.

¿Y ahora qué?

En el corto plazo, la baja de Kraft obliga a alterar esquemas, rediseñar jugadas y redistribuir balones. En la profundidad del roster, Green Bay cuenta con John FitzPatrick (cinco recepciones, 24 yardas y un TD), y Josh Whyle en el equipo de práctica.

La pregunta es: ¿pueden suplir el impacto de Kraft? Y la respuesta parece apuntar, al menos inicialmente, al diseño del plan de juego de LaFleur, más que al talento inmediato disponible. La ofensiva necesita soluciones colectivas, no individuales.

Una historia común pero siempre dolorosa

Lesiones de ligamentos como esta han truncado carreras o temporadas de muchos grandes talentos. Recordemos casos como

• Robert Griffin III, cuya temporada de novato estelar fue opacada por una rotura de LCA, alterando su trayectoria entera.
• Adrian Peterson, quien logró regresar al nivel de MVP luego de ese tipo de lesión en 2011.

El LCA no es una sentencia definitiva, pero sí un reto monumental. El tiempo de recuperación estándar está entre 9 y 12 meses, lo cual pone en duda su disponibilidad para la pretemporada de 2026.

¿Repercusiones en postemporada?

Los Packers están en plena lucha por playoffs. En un panorama donde cada victoria cuenta, perder a su principal anotador y líder en yardas no es detalle menor. Green Bay cuenta con una defensiva sólida, pero su ofensiva, sin Kraft, pierde un eslabón clave.

Será labor de su entrenador y cuerpo técnico mantener la moral, reinventar la ofensiva y hallar nuevas variantes. Pero no será sencillo.

Kraft, más allá del 2025

Lo positivo es que, dada su juventud y rendimiento previo, Tucker será parte fundamental del futuro del equipo. Restará ver si es capaz de regresar en plenitud física y confianza, algo que dependerá tanto del cuerpo médico como de su fortaleza mental.

El fútbol americano es feroz, impredecible y brutal. Pero también da segundas oportunidades. Si alguien puede florecer tras una caída así, ese es Kraft.

En palabras de su entrenador

“Estoy desconsolado por él... y por nosotros”, sintetizó Matt LaFleur. Y sus palabras reflejan lo que significa perder a un jugador así. No solo en cifras, sino en espíritu. El equipo está herido, pero no derrotado.

Green Bay buscará ahora llenar un vacío enorme. Pero jamás podrá reemplazar lo que Tucker Kraft aportaba, porque lo suyo iba más allá de yardas o touchdowns. Era alma.