Un plebiscito electoral en tiempos de Trump: ¿Quién marca el rumbo de Estados Unidos?
Las elecciones estatales en Virginia, Nueva Jersey y Nueva York se convierten en un termómetro político nacional tras la vuelta de Trump al poder
Una jornada electoral marcada por la sombra de Trump
Este martes se celebran las primeras grandes elecciones estatales y locales desde que Donald Trump fue reelegido presidente de Estados Unidos. Aunque el exmandatario no hizo campaña presencialmente en ninguna de las contiendas clave, su figura ha estado presente en cada discurso, debate y estrategia de campaña.
Los focos están puestos en Virginia y Nueva Jersey, los únicos estados que eligen gobernadores este año, además de la alcaldía de Nueva York. Estos comicios no solo definirán liderazgos locales, sino que también serán un medidor del impacto político de las políticas de Trump, así como del estado actual del Partido Demócrata, dividido entre una visión moderada y otra claramente progresista.
Trump sin estar, lo abarca todo
Ni una visita, ni una conferencia en persona. La participación del presidente Trump en las campañas de Jack Ciattarelli (Nueva Jersey) y Winsome Earle-Sears (Virginia) se limitó a llamadas telefónicas y apoyos tibios en redes sociales. No obstante, su presencia ideológica ha dominado los temas de campaña: inmigración, economía, aborto, inflación y el rol del federalismo.
En Virginia, Earle-Sears ha presentado un perfil conservador clásico, intentando replicar la receta de éxito de Trump pero moderando su mensaje. Sin embargo, su vínculo con el expresidente ha sido ambiguo. En contraste, su contrincante demócrata, Abigail Spanberger, perfil centrista y exagente de la CIA, ha optado por esquivar la figura de Trump en su discurso, enfocándose en temas como el costo de vida y la sanidad.
Nueva Jersey: ¿una oportunidad para los republicanos?
Jack Ciattarelli, con respaldo explícito de Trump, busca ser el primer gobernador republicano del estado desde 2018. Aunque nunca ha ocultado su afinidad con el expresidente —llegando a otorgarle una calificación de 'A'— también se ha acercado a grupos tradicionalmente demócratas, como latinos y sindicatos.
Su rival, Mikie Sherrill, congresista demócrata y exoficial de la Marina, ha enfocado su campaña en evidenciar los peligros del trumpismo, especialmente en su última arremetida contra los proyectos de infraestructuras, como el túnel ferroviario entre Nueva Jersey y Nueva York. Representa a un sector del partido demócrata que quiere recuperar el centro político ante la desilusión progresista.
Mamdani en Nueva York: el ascenso imposible del socialismo democrático
Pero quizás la elección más disruptiva se viva en la ciudad de Nueva York. Zohran Mamdani, un joven legislador estatal musulmán y abiertamente socialista democrático, ha electrizado a los votantes con un discurso enfocado en la desigualdad estructural, los ricos y los abusos inmobiliarios. Respaldado por heavyweights progresistas como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, Mamdani ha sacudido las estructuras del partido demócrata neoyorquino.
Su principal rival, el escandaloso exgobernador Andrew Cuomo, regresa al ruedo como independiente, con el apoyo insólito de Trump. "Mamdani no está preparado ni es apto", dijo el presidente en redes. Para los republicanos, la victoria de Mamdani sería un regalo estratégico: lo ven como el perfecto símbolo para asociar a los demócratas más moderados con la izquierda radical.
El efecto del cierre de gobierno
Mientras los estados votan, el país atraviesa un cierre de gobierno federal que ya supera el mes de duración. Más de 2 millones de trabajadores públicos están siendo directamente afectados, especialmente en estados clave como Virginia (134.000) y Nueva Jersey (21.000). Programas como SNAP (asistencia nutricional) están en peligro, generando enorme descontento social.
Trump ha exigido eliminar el filibuster del Senado para aprobar su presupuesto y reabrir el gobierno, algo improbable políticamente. Aun así, las consecuencias de este cierre podrían influir decisivamente el resultado de estos comicios.
Una batalla entre moderación y progresismo
La jornada ofrece una visión dicotómica del futuro del Partido Demócrata. Mientras Spanberger y Sherrill defienden un enfoque centrista y pragmático, Mamdani representa una arremetida ideológica desde la izquierda. Ambos movimientos podrían ganar —o fracasar— simultáneamente, complicando el mapa de estrategias de cara a las elecciones de medio término de 2026.
Spanberger y Sherrill han evitado confrontaciones explícitas sobre temas culturales divisivos, centrándose en salud, seguridad pública y economía. Sus trayectorias —una como agente encubierta de la CIA, la otra como piloto de combate— han sido claves para atraer votantes moderados.
¿Cuánto pesa la figura de Trump?
Trump perdió Virginia y Nueva Jersey en 2020, pero los márgenes se han reducido drásticamente. En Nueva Jersey, su desventaja pasó de 16 puntos a menos de 6 en 2024. Parte del impulso proviene de votantes no tradicionales para los republicanos: afroamericanos, hispanos y sindicalistas.
Estos bloques podrían inclinar la balanza en elecciones cerradas. Pero sin Trump en la boleta, no está claro si sus votantes más esporádicos acudirán en masa. Mientras los demócratas cruzan los dedos, la maquinaria republicana celebra en silencio el auge de figuras como Mamdani, útiles para encender la alarma del "peligro socialista".
Pennsylvania y California: el futuro legal y legislativo
En Pennsylvania está en juego la composición del Supremo estatal, que podría influir en redistribuciones de distritos y en reglas electorales para 2028. En California, el gobernador Gavin Newsom impulsa una propuesta para redibujar los mapas del Congreso a favor de los demócratas, en contraofensiva a los cambios republicanos en Texas.
Las implicaciones son enormes: repensar el control del Congreso, dar voz a nuevas comunidades y preparar el campo de batalla electoral antes de la elección presidencial.
Una elección de primera vez
En Virginia, gane quien gane, se hará historia. Si gana Winsome Earle-Sears, será la primera mujer afroamericana gobernadora en la historia del país. Si lo hace Abigail Spanberger, será la primera mujer en gobernar Virginia. La representación está sobre la mesa, pero también lo está una visión completamente opuesta de gobierno, derechos civiles y federalismo económico.
Como dijo la misma Spanberger en su último mitin de campaña: “Esta elección es una oportunidad. Virginia puede enviar un mensaje fuerte al país.”
Y lo cierto es que el país observa. Porque en una jornada como la de este martes, se votan nombres, pero se plebiscitan ideas.
