Una encrucijada histórica para Nueva York: Mamdani, Cuomo y Sliwa se disputan el alma de la ciudad
La elección que podría redefinir el panorama político nacional: populismo progresista, redención política e ideologías enfrentadas en el centro del poder local
Un escenario de alto voltaje político
Este martes, la ciudad de Nueva York se convierte en un campo electoral de dimensiones históricas. En juego no solo está el liderazgo de la ciudad más poblada de Estados Unidos, sino también el tono ideológico que resonará desde sus calles hasta el Capitolio. Tres figuras singulares —Zohran Mamdani, Andrew Cuomo y Curtis Sliwa— representan visiones radicalmente distintas sobre cómo debe gobernarse una metrópolis marcada por la desigualdad, los desafíos sociales y un ambiente político polarizado desde la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.
¿Quién es Zohran Mamdani?
Mamdani, de 34 años, es un joven legislador estatal, hijo de inmigrantes y ciudadano estadounidense nacido en Uganda. Se define como socialista democrático, y su victoria le otorgaría a Nueva York su primer alcalde musulmán, además del más joven en generaciones.
Apoyado por figuras importantes del ala progresista como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, Mamdani propone:
- Subir los impuestos a los más ricos
- Transporte público gratuito — empezando por los autobuses
- Educación preescolar universal sin costo
- Congelación de rentas para cerca de un millón de apartamentos regulados
Su propuesta de justicia económica lo ha convertido en un símbolo del ala radical del Partido Demócrata moderno. Sin embargo, sus críticas al Departamento de Policía de Nueva York y su postura sobre Israel y Palestina —ha calificado los ataques israelíes en Gaza como “genocidio”— generan controversia y lo alejan de algunos votantes moderados y líderes judíos.
La resurrección política de Andrew Cuomo
Cuomo, que gobernó el estado durante tres mandatos, renunció en 2021 tras múltiples denuncias de acoso sexual, un informe del fiscal general del estado y un escándalo que lo puso contra las cuerdas. Desde entonces, ha intentado limpiar su imagen y reconstruir confianza.
Ahora, como candidato independiente, interpreta el papel del líder centrado y experimentado frente a un Mamdani al que considera demasiado radical. Entre sus apoyos más sonados se encuentran:
- Michael Bloomberg, exalcalde y multimillonario, quien donó 1,5 millones de dólares a un super PAC en su apoyo
- Eric Adams, alcalde saliente, que comparte buena parte de la base electoral de Cuomo
Además, en un giro inesperado, Trump recomendó a sus seguidores que, en lugar de votar por Sliwa, apoyen a Cuomo —una estrategia para detener el ascenso de Mamdani.
Curtis Sliwa: el eterno outsider republicano
Creador de los Guardian Angels, un grupo de patrullaje civil contra el crimen, y figura habitual en los tabloides neoyorquinos, Sliwa es el representante republicano en la contienda. Sin embargo, sus posibilidades son escasas en una ciudad profundamente demócrata.
Con su retórica del “Noo Yawk clásico” y una postura dura contra la criminalidad, Sliwa se enfrenta a una difícil combinación de:
- Bases dispersas de apoyo conservador
- Presión de los líderes republicanos para que se retire
- Desdén del propio Trump, que lo llamó “no exactamente prime time”
Un conflicto que rebasa las fronteras de Nueva York
Lo que está en juego no se limita a los cinco distritos de la Gran Manzana. Esta elección se ha convertido en un referéndum ideológico nacional, donde populismo progresista, restauración institucional y conservadurismo de ley y orden danzan alrededor del legado de Donald Trump.
Según el Pew Research Center, el 71% de los estadounidenses perciben que la polarización política ha llegado a niveles peligrosos. En ese contexto, la confrontación entre Mamdani y Cuomo ofrece dos modelos de gobierno totalmente opuestos. El primero empuja una revolución de bienestar desde abajo, mientras que el segundo busca gobernabilidad desde la experiencia jerárquica.
La sombra de Trump sobre la contienda
Trump, a pesar de haber perdido ampliamente en Nueva York en las elecciones presidenciales, mantiene una presencia intimidante en la política local. Ha sugerido incluso “tomar el control de la ciudad” si Mamdani resulta electo, una amenaza que muchos consideran inconstitucional y alarmista.
“Mamdani sería un desastre. Un radical que arruinaría la ciudad más grande del país”, declaró Trump en Truth Social.
Además, Trump ha presionado en diferentes estados para redibujar mapas electorales, reforzar requisitos para votar y aumentar la presencia republicana en el Congreso. Lo sucedido en Nueva York servirá de termómetro para saber si su influencia sobre las políticas urbanas se consolida o se erosiona.
Una batalla entre generaciones, culturas e ideologías
La contienda también muestra un fuerte componente intergeneracional y cultural:
- Mamdani: Joven, multicultural, progresista, urbano
- Cuomo: Experimentado, tradicionalista, institucional
- Sliwa: Populista conservador, nostálgico del Nueva York de los 80
En una ciudad de más de 8 millones de habitantes, donde el 36% nació fuera de EE.UU., el mensaje inclusivo de Mamdani resuena en muchos barrios inmigrantes. Pero no sin resistencia: líderes religiosos, comunitarios e incluso miembros del Partido Demócrata han dudado en apoyarlo por su historial de declaraciones polémicas.
Cuomo y las heridas abiertas de 2021
El gobernador caído en desgracia de 67 años intenta redefinir su legado. Pero el espectro de su renuncia sigue presente. Un informe de 2021 del fiscal general neoyorquino documentó al menos 11 casos de acoso sexual. Aunque Cuomo negó las acusaciones, sus últimos meses como gobernador fueron una caída libre. Ahora, ha adoptado una postura desafiante:
“Fueron mentiras, fue un golpe político”, ha insistido en entrevistas recientes.
Queda por ver si los votantes aceptarán esa narrativa o demandarán otro tipo de liderazgo.
El voto como arma de futuro
Las elecciones municipales rara vez llaman tanta atención, pero hoy, Nueva York es un espejo del futuro de EE.UU. Mientras el poder presidencial se expande con Trump de regreso en Washington, las ciudades se convierten en laboratorios de resistencia —o sumisión— política.
¿Debe la ciudad más emblemática del país abrazar el ascenso de una nueva izquierda que promete redistribución económica y justicia social? ¿O necesita el regreso de un viejo zorro para estabilizar un panorama agitado?
Este martes, serán los neoyorquinos quienes decidan si la próxima etapa de su historia se escribe con revolución, redención... o reiteración.