Caos en los cielos: cómo el cierre del gobierno en EE. UU. amenaza la aviación nacional

La presión crece sobre Washington mientras los controladores aéreos, sin recibir salario, podrían paralizar el sistema aéreo del país

Por qué podríamos estar a punto de vivir un colapso sin precedentes en el transporte aéreo estadounidense

Una semana decisiva para la aviación en EE. UU.

En medio de un nuevo cierre parcial del gobierno federal, Estados Unidos atraviesa una crisis silenciosa pero extremadamente peligrosa: la inminente paralización del sistema de control aéreo. Así lo advirtió Sean Duffy, Secretario de Transporte, quien predijo que si el cierre se prolonga y los controladores aéreos pierden un segundo sueldo consecutivo, podría desencadenarse un caos en los cielos.

Muchos de los controladores dijeron: ‘muchos podemos sobrevivir la falta de un cheque. No todos, pero muchos podemos. Ninguno de nosotros puede soportar dos cheques no pagados’”, alertó Duffy el pasado jueves.

La tormenta perfecta: salarios impagos y escasez de personal

Desde que comenzara el cierre el 1 de octubre, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha sufrido una preocupante reducción de personal que ha generado demoras esporádicas, aunque aún manejables. Sin embargo, los efectos del impago de salarios —el primero ocurrió el 28 de octubre y el próximo se prevé para el martes entrante— están creando una tensión que amenaza con desbordar el sistema.

Lo ocurrido el último fin de semana en el aeropuerto de Newark Liberty (Nueva Jersey) es una alarma importante: allí se reportaron largas demoras y una baja del 56% en la puntualidad de las salidas, según la firma Cirium, que analiza el comportamiento del sistema aeronáutico global.

Lugares críticos y cifras preocupantes

De acuerdo con el sitio FlightAware, el martes al mediodía se contabilizaron 1.932 vuelos retrasados en todo EE. UU., en un día considerado con una afectación menor debido a factores climatológicos. No obstante, los aeropuertos de LaGuardia y Newark nuevamente reportaron demoras causadas por los mismos problemas de personal.

En el aeropuerto de Orlando, solo el 70% de los vuelos despegaron a tiempo, muy por debajo de la meta base de 80% establecida por las líneas aéreas como desempeño óptimo.

¿Qué sucede durante un cierre del gobierno?

Cuando se produce un shutdown o cierre parcial del gobierno federal en EE. UU., muchos trabajadores considerados “no esenciales” son enviados a casa sin sueldo. Sin embargo, otros, como los controladores de tráfico aéreo, deben continuar trabajando sin recibir su salario, lo que no solo afecta su bienestar financiero, sino también su salud mental y capacidad de rendimiento.

Según el Sindicato Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo (NATCA, por sus siglas en inglés), el estrés financiero es uno de los principales contribuyentes a los errores humanos dentro de la torre de control. “El agotamiento emocional, junto con la fatiga física, está cobrando factura”, afirman desde la agrupación.

Comparaciones históricas: 2019 como precedente

El cierre de gobierno más largo en la historia del país ocurrió entre diciembre de 2018 y enero de 2019, y duró 35 días. En ese entonces también se registraron retrasos y cancelaciones en aeropuertos clave como Atlanta, Nueva York y Filadelfia, provocando caos sistemático por la falta de personal en seguridad y control aéreo.

Muchos temen que el escenario actual supere incluso al de 2019, debido al desgaste institucional y laboral pospandemia, además de la polarización política que impide alcanzar consensos en el Congreso.

¿Quién tiene el poder de detener esto?

En opinión de Duffy, la responsabilidad está en los legisladores demócratas, a quienes pidió alcanzar un acuerdo presupuestario antes del martes. Sin embargo, muchos expertos señalan que las negociaciones están empantanadas por disputas políticas más amplias, incluyendo inmigración, defensa y recortes fiscales.

“El sistema aéreo de EE. UU. es como una red de vasos comunicantes. Si un aeropuerto falla, las demoras se propagan en cadena por todo el país”, explica Paul Hudson, presidente de FlyersRights, organización en defensa de los derechos de los pasajeros.

¿Qué pasaría si la crisis se extiende?

  • Masivas cancelaciones de vuelos en todo el país.
  • Cierre temporal de aeropuertos regionales que dependan de personal federal.
  • Mayor congestión en los hubs principales como Atlanta, Chicago, Dallas y Denver.
  • Un efecto económico negativo de miles de millones de dólares en aerolíneas, hoteles y turismo.

Estados Unidos enfrenta una vulnerabilidad estratégica

La aviación comercial representa el 5% del PBI estadounidense y sostiene más de 11 millones de empleos, según datos del Departamento de Transporte. El simple riesgo de una paralización sistémica pone en jaque tanto la economía como la capacidad logística del país.

No podemos permitirnos que el espacio aéreo estadounidense, uno de los más complejos y transitados del mundo, funcione en condiciones precarias”, sostuvo el vicepresidente JD Vance en una rueda de prensa reciente desde la Casa Blanca.

¿Y los pasajeros?

Los viajeros comienzan a sentir el impacto. Muchos han perdido conexiones, citas médicas u oportunidades laborales por las demoras que se multiplican. Las redes sociales se han llenado de quejas desde finales de octubre, con aerolíneas como United, Delta y American Airlines tratando de contener el malestar con cambios gratuitos y compensaciones.

Tuve que dormir en el suelo de Newark por culpa de una demora de ocho horas”, escribió una usuaria en X (ex Twitter).

El futuro impredecible del cielo estadounidense

Con el sistema aéreo al borde del colapso, la presión para lograr un acuerdo en el Congreso se intensifica. Algunos congresistas han comenzado a considerar soluciones temporales como financiamiento puente o acuerdos sectorizados para áreas críticas como la aviación.

Mientras tanto, el reloj corre, y cada minuto que pasa sin una solución hace más probable un escenario de pesadilla: una nación en tierra, sometida al caos por culpa de su propia parálisis política.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press