Fiorentina en caída libre: el despido de Pioli y una crisis que se intensifica
Con solo cuatro puntos en diez jornadas y tras el despido de su técnico Stefano Pioli, la Viola vive una de sus peores campañas en la Serie A
La temporada 2025 de la Serie A ha comenzado con turbulencias para la Fiorentina, uno de los clubes históricos del fútbol italiano. Tras diez jornadas sin conocer la victoria, el equipo violeta se encuentra al borde del abismo: últimos puestos, múltiples derrotas, y ahora, sin entrenador. El reciente despido de Stefano Pioli marca una nueva etapa — y no precisamente positiva — en el transcurso de una campaña que luce alarmante para los aficionados en Florencia.
Diez partidos sin triunfos: ¿cómo llegó la Fiorentina aquí?
Fiorentina apenas ha sumado cuatro puntos de 30 posibles en esta Serie A, producto de cuatro empates y seis derrotas. La última caída, un 1-0 como local frente al Lecce, sentenció el destino de Pioli, quien fue despedido apenas 48 horas después. Al momento del cese, el equipo se ubicaba penúltimo en la tabla, a solo un punto del colista Genoa y con severos problemas tanto defensivos como ofensivos.
La crisis va más allá del banquillo. El club también anunció días antes la desvinculación por mutuo acuerdo con el director deportivo Daniele Pradè, lo cual deja entrever una reestructuración profunda que podría marcar el rumbo del equipo durante todo el 2025.
Pioli, una apuesta que no cuajó
Stefano Pioli tiene un currículum interesante dentro del fútbol italiano. Fue el técnico que llevó al AC Milan a conquistar la Serie A en 2022, y posteriormente estuvo al mando del Al-Nassr en Arabia Saudita, donde entrenó al astro Cristiano Ronaldo. Sin embargo, su llegada a Fiorentina estuvo llena de expectativas que no se materializaron.
Pioli fue nombrado entrenador tras la sorpresiva salida de Raffaele Palladino, quien había llevado al equipo a terminar en sexto lugar la temporada pasada. El nuevo DT tenía la misión de consolidar una base competitiva tanto en la Serie A como a nivel europeo, pero rápidamente el proyecto se desmoronó ante la falta de resultados, la pobre producción ofensiva y una inconsistencia defensiva alarmante.
Europa, un oasis en medio del desierto
Paradójicamente, mientras Fiorentina se hunde en la liga doméstica, ha mostrado una cara totalmente distinta en competiciones internacionales. En las últimas temporadas, el club ha sido protagonista en la Conference League de la UEFA, alcanzando dos finales consecutivas y una semifinal más la campaña anterior. Actualmente, Fiorentina lidera su grupo en la edición 2025 del torneo, con dos victorias en dos partidos.
Este doble rostro — fracaso local versus éxito europeo — genera confusión e incertidumbre. ¿Cómo puede un mismo plantel mostrar rendimientos tan contrastantes en distintos frentes? Algunos analistas lo atribuyen a la menor exigencia de la Conference League en comparación con la Serie A, pero lo cierto es que esta dualidad también genera malestar en una hinchada hambrienta de estabilidad y progreso.
Daniele Galloppa, el interino en medio del caos
El club anunció que Daniele Galloppa, entrenador del equipo Primavera (categoría juvenil), asumirá de manera interina mientras se define un reemplazo permanente. Galloppa es un exjugador con experiencia en Parma y Siena, pero sin rodaje al frente de equipos de primera categoría. Su desafío más inmediato será ir a domicilio contra Genoa, el colista de la tabla y rival directo en la lucha por no descender.
Este cambio técnico constituye el tercer relevo de entrenador en la Serie A esta temporada, sumándose a los movimientos en Juventus (Spalletti por Tudor) y Genoa (Patrick Vieira abandonó el cargo).
Una plantilla sin brújula ni referentes
Además de un pobre rendimiento colectivo, uno de los grandes problemas de Fiorentina es la ausencia de líderes dentro del campo. El equipo carece de una figura determinante que tire del carro en los momentos críticos. Los fichajes realizados en el verano no han logrado incorporarse con fuerza, y experimentados como Lucas Torreira o Nico González no han mostrado la solidez que se esperaba.
Los números son contundentes: solo 5 goles anotados en 10 partidos, y 18 encajados. Esto representa un promedio de medio gol por partido, el más bajo de la liga. La defensa, por su parte, ha sido incapaz de sostener resultados incluso en partidos donde la posesión favoreció a la Fiorentina, dejando escapar varios puntos en los minutos finales.
¿Quién será el próximo DT de la Viola?
Una de las incógnitas más importantes en este momento gira en torno a quién ocupará el banquillo de manera definitiva. Se han mencionado nombres como Davide Nicola, conocido por sus hazañas salvando a equipos del descenso, o incluso un regreso de Cesare Prandelli, entrenador que condujo al club a una de sus mejores etapas recientes.
También circulan rumores sobre una posible apuesta por un perfil internacional joven, como ha sucedido en otros clubes europeos que han optado por entrenadores de perfil innovador como Will Still (ex Stade de Reims) o Andrej Kramaric como asistente-jugador.
El calendario no da respiro
La urgencia de resultados no puede esperar. Tras el duelo ante Genoa, la Fiorentina deberá enfrentar a rivales de alto calibre como la Roma, Lazio y Juventus en las siguientes tres jornadas. También se aproxima un nuevo partido de Conference League, esta vez frente al Mainz en Alemania, donde un triunfo podría sellar el pase a la siguiente ronda europea.
Este tramo del calendario puede ser determinante: una racha positiva podría insuflar oxígeno y confianza a un equipo en crisis. Por el contrario, más derrotas podrían sentenciar prematuramente la temporada, y quizás, un descenso sorprendente para un club con historia continental.
Una afición dividida entre la paciencia y la frustración
El clima en Florencia no es el mejor. Mientras algunos hinchas reclaman tiempo y continuidad, otros exigen resultados inmediatos. Los cánticos de protesta tras la derrota frente a Lecce reflejan el hartazgo de los seguidores de la Viola, que ven con preocupación cómo el equipo se aleja de la zona media de la tabla — y peligra cada vez más con descender.
Históricamente, Fiorentina ha sido un club competitivo, que incluso ha sabido brillar en Europa: subcampeón de la Copa de Europa en 1957, ganador de la Recopa de Europa en 1961, y casa de leyendas como Gabriel Batistuta y Giancarlo Antognoni. Hoy, esas épocas doradas parecen lejanas. El presente exige una transformación radical.
¿Se puede salvar la temporada?
La caída libre de la Fiorentina no parece tener un final inmediato, pero no todo está perdido aún. Como ejemplo, el año pasado el Hellas Verona logró la permanencia tras una primera vuelta catastrófica. Todo dependerá de cómo el club gestione las semanas venideras y si logra establecer un nuevo liderazgo desde el banquillo.
No será fácil, pero el fútbol italiano ha enseñado que las remontadas son siempre posibles. Lo difícil es tener la mente fría y la estructura adecuada para ejecutarlas.
Florencia, cuna del renacimiento artístico, espera su propio renacimiento futbolístico. Pero para eso, primero, hay que dejar de perder.