La dinastía invisible: ¿por qué no hablamos más de los Tampa Bay Rays?

Una mirada crítica a uno de los equipos más consistentes de la MLB y la persistente falta de reconocimiento mediático

Tampa Bay Rays. Un equipo que, año tras año, desafía las expectativas, supera presupuestos limitados y saca lo mejor de peloteros que otros equipos pasaron por alto. Sin embargo, pese a su consistencia y habilidades innovadoras en el front office, los Rays siguen siendo un fenómeno subestimado. Esta es una opinión crítica, y quizás un poco apasionada, acerca del trato que recibe uno de los proyectos deportivos más intrigantes del béisbol moderno.

Una breve historia de resiliencia

La franquicia se fundó en 1998 como Tampa Bay Devil Rays, y durante sus primeras 10 temporadas fue, para decirlo suavemente, una máquina de perder. Nunca terminaron en primer lugar, ni siquiera con récord ganador, hasta 2008. Fue ese año cuando el equipo, ya rebrandeado como Tampa Bay Rays, llegó sorpresivamente a la Serie Mundial.

Desde entonces, Tampa ha sido modelo de consistencia:

  • 14 temporadas con récord ganador desde 2008.
  • Ocho apariciones en postemporada desde 2008.
  • Dos Series de Campeonato de la Liga Americana en 2020 y 2021.
  • Un equipo que constantemente compite en la división más dura del béisbol: la AL Este.

Y todo esto, con una de las nóminas más bajas de la MLB. En 2023, por ejemplo, su payroll fue el número 28 de 30 franquicias (Spotrac.com).

La magia del "Moneyball 2.0"

Si los Moneyball A's fueron pioneros en la utilización sabermétrica para maximizar valor, los Rays han llevado esa idea aún más lejos. Coordinadores de datos, psicología deportiva avanzada, aplicaciones de biomecánica y una cultura organizacional de desarrollo.

Este enfoque ha producido estrellas de la nada, como:

  • Randy Arozarena: Descartado por los Cardenales de San Luis, ídolo en Tampa.
  • Tyler Glasnow: Dominante tras salir de Pittsburgh, antes de ser cambiado a Dodgers.
  • Shane McClanahan: Un producto del sistema de desarrollo de lanzadores más efectivo de las Mayores.

A esto se suma una fórmula agresiva pero calculada para manejar lanzadores. Tampa no solo popularizó la figura del openner; la transformaron en estrategia viable de rotación.

¿Por qué no hablamos más de ellos?

La pregunta es legítima. Con tanto éxito relativo, ¿por qué los Rays no generan titulares como los Yankees, Dodgers o Mets?

  1. Mercado pequeño: Juegan en St. Petersburg, Florida. El estadio Tropicana Field es uno de los menos atractivos y alejados entre los de MLB.
  2. Limitado seguimiento mediático: ESPN rara vez los coloca como juego principal. Tampoco suelen aparecer en horario estelar de cadenas nacionales, salvo postemporada.
  3. Poca asistencia: Históricamente una de las peores en MLB. En 2023, promediaron apenas 17,781 fanáticos por juego, la tercera más baja de la Liga.
  4. Ausencia de superestrellas mediáticas: Randy Arozarena es emocionante, sí, pero no tiene el peso mediático de Shohei Ohtani o Aaron Judge.

El eterno dilema de los Rays: ¿qué les falta?

En una MLB obsesionada con marcas históricas, masas de fanáticos y movimientos millonarios en la agencia libre, los Rays parecen rebeldes silenciosos. No compran agresivamente en el mercado. Venden piezas antes de que se vuelvan costosas. Y el resultado es extraño: siguen ganando, pero no conquistan corazones fuera de su base local.

Como dijo el columnista Buster Olney en una entrevista con ESPN:

“Tampa no busca titulares. Busca eficiencia.”

Y quizás allí está el problema. En una era de engagement digital e historias virales, los Rays no generan titulares emocionantes. Ganan, sí, y mucho. Pero en silencio.

Curiosidades y estadísticas que muestran su grandeza

  • Desde 2018, tienen el tercer mejor récord acumulado en la MLB, detrás de Astros y Dodgers.
  • En 2021, ganaron 100 juegos, algo que solo habían logrado 7 franquicias ese año.
  • Desarrollaron un esquema de "platooning" (rotación de jugadores por enfrentamientos favorables) llevado al extremo: en 2023, ningún jugador de posición alineó más de 135 juegos.
  • Su departamento de pitching development ha generado más WAR (Wins Above Replacement) que cualquier otro equipo de la Liga desde 2019, según Fangraphs.

Los Rays y la postemporada: una deuda pendiente

El mayor argumento en contra de Tampa Bay es simple: no han ganado una Serie Mundial. Pese al éxito regular, sus actuaciones en playoff han dejado dudas. Si bien llegaron a la Serie Mundial en 2008 y 2020, perdieron ambas ocasiones.

Más preocupante aún ha sido su tendencia a apagarse en postemporada. En 2022 y 2023 fueron eliminados en la Ronda de Comodín, sin siquiera ganar un juego.

Esto alimenta a los críticos que dicen que el sistema Rays es efectivo pero insuficiente: gana en 162 juegos, pero no en series cortas.

El futuro: ¿podría cambiar la percepción?

Con la propuesta para un nuevo estadio en St. Petersburg, una nueva generación de peloteros (Yandy Díaz, Zach Eflin, Josh Lowe) y renovadas inversiones en datos e infraestructura, los Rays están lejos de retirarse.

Y aún hay esperanza de que al ganar su primer título liguero, eso proporcione el impulso cultural que finalmente les permita salir de las sombras.

Mientras tanto, deberían recibir más respeto.

Los Rays merecen tu atención

Es fácil ser fan de los Yankees con su historia, o de los Dodgers con su presupuesto. Lo difícil, lo apasionante, es admirar a quienes juegan el juego con inteligencia quirúrgica y pasión anónima. Los Rays son un equipo de béisbol para el siglo XXI.

Y si te consideras amante del deporte, deberías hacerles un espacio en tu radar.

El futuro puede llegar antes de lo que crees, y si Tampa logra levantar su primer trofeo del Clásico de Otoño, no digas que no te lo advertimos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press