La marea progresista en Nueva York: ¿Un nuevo rumbo en la política estadounidense?

El ascenso electoral de candidatos como Zohran Mamdani marca un giro generacional y político que sacude al Partido Demócrata

La noche del 5 de noviembre de 2025 no fue una más en la historia electoral de Nueva York. Mientras los tradicionales bastiones del poder demócrata seguían fieles a sus líderes de siempre, surgieron en otras partes del estado brotes de una nueva izquierda. Jóvenes, inmigrantes, hijos del sistema educativo estadounidense pero criados bajo el desencanto del capitalismo feroz pos-2008, irrumpieron con fuerza en las urnas.

Uno de los nombres que marcó la jornada fue Zohran Mamdani, un activista y organizador comunitario que, tras años de trabajo de base en Queens, logró lo impensable: derrotar a una máquina demócrata cuidada por décadas. La celebración de su victoria fue más que un simple conteo de votos, fue un grito colectivo de un sector olvidado por las políticas neoliberales de ambos partidos principales.

¿Quién es Zohran Mamdani y por qué importa?

Zohran Kwame Mamdani nació en Uganda, hijo del renombrado académico Mahmood Mamdani y de la cineasta Mira Nair. Creció entre Estados Unidos e India, una biografía que refleja las realidades híbridas de millones de personas que forman el tejido multicultural de Nueva York. Como inmigrante musulmán, Mamdani representa una voz que pocas veces llega a las instituciones del poder.

Graduado de la Universidad de Bowdoin, se involucró con la organización DSA-NYC (Democratic Socialists of America) y ganó notoriedad participando en luchas por justicia de vivienda, reforma del sistema carcelario y derechos laborales. En 2020, fue elegido como asambleísta estatal por el distrito 36 de Queens, y en 2025, su campaña a la alcaldía irrumpió como una tormenta en el panorama político.

Un fenómeno más amplio: el cambio generacional dentro del Partido Demócrata

Mamdani es parte de una ola de jóvenes líderes que se han rebelado contra la vieja guardia del Partido Demócrata. Figuras como Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y Rashida Tlaib abrieron brecha al retar a figuras consolidadas en las primarias: ahora Mamdani y otros continúan esa senda.

Este giro se fundamenta en tres pilares:

  1. Precariedad económica: Los millennials y la Generación Z enfrentan un mercado laboral inestable, deuda estudiantil gigantesca y una crisis en el acceso a la vivienda.
  2. Identidades políticas interseccionales: Las nuevas generaciones se identifican no solo como demócratas, sino ecologistas, feministas, antirracistas e internacionalistas.
  3. Desencanto institucional: La respuesta ineficaz del establishment a problemas como el cambio climático, el racismo sistémico y la brutalidad policial ha empujado a muchos a demandar rupturas, no reformas.

La revolución no será televisada... pero sí transmitida en TikTok

Las campañas tradicionales de partidos confían en mítines y anuncios televisivos. En contraste, Mamdani y sus aliados construyen comunidades digitales. Con transmisiones en directo, publicaciones virales en redes y un lenguaje accesible para nativos digitales, logran comunicar ideas sociales complejas a través de memes y videos cortos.

En su campaña de 2025, Mamdani firmó alianzas con diseñadores gráficos y programadores voluntarios, quienes crearon desde visualizaciones de datos hasta juegos de simulación sobre presupuestos municipales donde los ciudadanos podían ver el impacto de redistribuir fondos de la policía hacia programas de educación y salud.

¿Una moda pasajera o el futuro de la política?

Los críticos de Mamdani y el ala progresista lo acusan de idealismo ineficaz. El viejo argumento de "no se puede gobernar con eslóganes" resurge cada ciclo electoral. Sin embargo, los números indican que este movimiento tiene raíces firmes:

  • En las primarias demócratas del 2024, más del 42% de los votantes menores de 35 años se inclinaron por candidatos con plataformas abiertamente socialistas o progresistas.
  • En encuestas del Pew Research Center, más del 61% de los votantes jóvenes ven el capitalismo de forma negativa.
  • Ciudades como Chicago, Boston y Los Ángeles han elegido a concejales progresistas en distritos históricamente conservadores o moderados.

Dicho esto, también es cierto que este bloque enfrenta presiones internas y externas. Dentro del Partido Demócrata son vistos con sospecha por moderados y líderes tradicionales. Y fuera de él, medios conservadores los califican como amenazas a la “libertad individual”, agitando fantasmas del socialismo soviético, a pesar de que sus propuestas están más cercanas al modelo socialdemócrata escandinavo.

La conexión local-global: lo que significa una victoria en Queens

Lo que ocurre en barrios como Astoria, Jackson Heights y Crown Heights no es solo una cuestión municipal. Estas zonas son laboratorios políticos donde se ensayan modelos de democracias participativas, presupuestos comunitarios, protección de inquilinos y control policial desde la ciudadanía. Las victorias como la de Mamdani representan esperanzas para movimientos similares en otras partes del mundo.

En palabras del propio Mamdani durante su discurso post-victoria:

"No estamos aquí solo para ganar elecciones; estamos aquí para construir instituciones que sirvan al pueblo, no a los poderosos. Nueva York puede ser la chispa que inicie un incendio de justicia social en todo el país."

Nueva York como vanguardia de la izquierda del siglo XXI

La historia parece repetirse con otros códigos. Así como en los años 60 el Village neoyorquino marcó el paso cultural de Estados Unidos, ahora barrios obreros del outer borough (Bronx, Queens, Brooklyn profundo) traman un nuevo guión político.

Ya no es suficiente con promesas vacías. Mamdani y su equipo han propuesto reformas radicales: abolición de ICE, control de alquileres, municipalización de servicios básicos, impuesto progresivo a gigantes tecnológicos y reestructuración del NYPD. Estas propuestas, lejos de asustar a un electorado cada vez más fracturado por las desigualdades, están ganando fervientes seguidores.

Aún está por verse si Mamdani sobrevivirá al complejo tablero político de Albany y Washington, pero lo que ya se ha logrado es innegable: millones de jóvenes, inmigrantes, minorías y trabajadores han vuelto a creer que la política puede ser un instrumento de transformación real.

En 2025, Nueva York ya no es solo el centro financiero del mundo: también es su corazón ideológico en disputa. Y Zohran Mamdani, con su victoria tan improbable como esperanzadora, nos recuerda que los cambios más duraderos comienzan muchas veces en los márgenes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press