¿Intercambios sin impacto? Lo que nos dice el 'deadline' de la NFL sobre los Ravens, Steelers y Bears
Mientras algunos equipos hicieron apuestas clave, otros confiaron en el crecimiento interno. ¿Quién acertó y quién podría pagarlo caro?
Una ventana de traspasos silenciosa, pero reveladora
La fecha límite de intercambios en la NFL ha llegado y pasado, y si bien algunos movimientos se hicieron notar, otros equipos optaron por no mover piezas clave. En una liga donde una buena jugada de front office puede cambiar el rumbo de una franquicia, decisiones (o la falta de ellas) tienen mucho peso. En este artículo realizamos un análisis profundo de las decisiones estratégicas de tres equipos: los Baltimore Ravens, los Pittsburgh Steelers y los Chicago Bears.
Los Ravens apuestan por el presente con Dre'Mont Jones
Con un inicio de temporada marcado por las lesiones y un rendimiento defensivo oscilante, los Ravens decidieron tomar acción. El movimiento más llamativo fue la adquisición del ala defensiva Dre’Mont Jones desde los Tennessee Titans. Jones, que llegó al equipo como parte de un intercambio de última hora, trae consigo una impresionante racha de capturas: una en cada uno de sus últimos cuatro juegos. Un refuerzo crucial considerando que, antes de su llegada, ningún jugador de los Ravens tenía más de dos capturas en la temporada.
Con 35 capturas en su carrera y experiencia en un sistema defensivo que comparte similitudes con el de Baltimore, todo indica que Jones encajará rápidamente en el esquema de John Harbaugh.
“Es alguien que jugará cada jugada como si fuera la última. Vamos a salir con todo”, dijo Jones en su presentación.
El entrenador Harbaugh también dejó claras sus intenciones:
“Es una gran incorporación. Va a jugar el domingo sin duda alguna. Encaja perfecto con nuestro estilo de juego”.
Pero no todas las noticias fueron sobre adquisiciones. Se esperaba que el ala cerrada Mark Andrews pudiera ser intercambiado, dado el buen nivel de otros jugadores en la misma posición como Isaiah Likely y Charlie Kolar. Sin embargo, Andrews se queda y ahora buscará convertirse en el máximo receptor en la historia del equipo en términos de yardas, necesitando solo 18 yardas para superar a Derrick Mason.
Steelers: Confianza total en el sistema de Tomlin
Mike Tomlin, el eterno estratega de Pittsburgh, decidió no realizar grandes movimientos. A pesar de necesidades latentes como un reemplazo en la secundaria o un receptor adicional para liberar a DK Metcalf de la doble cobertura constante, los Steelers no adquirieron ningún nombre ‘pesado’ antes del cierre del mercado.
El único movimiento fue sumar a Marquez Valdes-Scantling a la escuadra de prácticas. Aaron Rodgers, recién llegado a la franquicia esta temporada, se mostró tranquilo:
“Nos sentimos muy bien con los muchachos que tenemos.”
Y tiene razón. Rodgers ha lanzado 17 touchdowns a nueve receptores distintos esta temporada, y ocho de ellos superan las 100 yardas en lo que va del año. Ningún otro equipo en la NFL puede presumir esa estadística.
Además, la conexión entre Rodgers y el ala cerrada Pat Freiermuth rindió frutos en el último juego contra Indianápolis, donde ejecutaron a la perfección una jugada ofensiva gestada desde el entrenamiento, mostrando confianza, entendimiento y precisión entre ambos.
Lo más impactante es que, más allá de las estadísticas, el ambiente interno respira compromiso. Metcalf, acostumbrado a ser el alfa, apenas registró 6 yardas por recepción en el último partido. ¿Sus declaraciones? Pura responsabilidad:
“Si no me lanzan, es porque no hice mi trabajo. Tengo que mejorar mis rutas y desmarcarme mejor.”
Rodgers lo resumió así:
“Cuando un jugador viene todos los días a entrenar con la misma actitud aunque no reciba el balón, eso dice mucho de su carácter.”
Bears: construir sin comprometer el futuro
Chicago no se quedó quieto, pero tampoco hizo movimientos arriesgados. El gerente general Ryan Poles dijo haber “tocado todas las puertas”, y el resultado fue la incorporación del liniero defensivo Joe Tryon-Shoyinka desde Cleveland. Se trata de una apuesta razonable tras la pérdida de Dayo Odeyingbo por una rotura del tendón de Aquiles.
El entrenador Ben Johnson justificó el movimiento señalando que la sala de línea defensiva se encontraba con números bajos y la llegada de Tryon-Shoyinka buscará dar un pequeño impulso en la segunda mitad de la temporada. La gran sorpresa fue la actuación del novato Austin Booker, quien, recién recuperado de una lesión de rodilla, regresó con una actuación que incluyó una captura con balón suelto sobre Joe Flacco.
La ofensiva, por su parte, se mantiene sobre hombros de Caleb Williams, quien a pesar de ciertos altibajos, lleva al equipo con un récord competitivo de 5-3. Su progresión es visible:
61.5% de pases completados, aunque una ligera caída en comparación con su año de novato, y múltiples jugadas explosivas gracias al entendimiento y confianza con sus receptores, como la conexión de 58 yardas con el ala cerrada Colston Loveland para ganar el partido ante Cincinnati.
“Estamos construyendo confianza. Las zonas, el lenguaje corporal, el ritmo. Eso es parte de ser quarterback”, expresó Williams.
La NFL como un tablero de ajedrez
Las estrategias en los despachos y las declaraciones en las salas de prensa dicen mucho más de lo que parece.
- Los Ravens apuestan por el presente, buscando a toda costa potenciar una defensa en apuros pese a las lesiones. Dre’Mont Jones podría ser el elemento que detone esa unidad.
- Los Steelers creen que no necesitan más: Rodgers reparte juego como pocos, el vestuario está perfectamente alineado y Tomlin imparte orden sin grandes gestos. ¿Será suficiente en enero?
- Los Bears, quizá los más cautos, miran al futuro sin dejar caer el presente. Su offensiva joven se pule con cada jornada, y reforzar la línea defensiva sin sacrificar capital a largo plazo es una jugada inteligente en una NFC abierta.
Esta fecha límite nos recordó que, en la NFL, hacer nada también es una decisión, y cómo esa ‘nada’ puede significar confianza, resignación o una victoria silenciosa construida ladrillo a ladrillo.
