El imperio del fraude: El ascenso y caída del empresario camboyano Chen Zhi
Cómo una red global de estafas cibernéticas liderada desde el sudeste asiático dejó un rastro de víctimas, bienes incautados y conexiones políticas
Una red criminal de alcance global
En octubre de 2025, las autoridades estadounidenses revelaron una acusación formal contra Chen Zhi, un magnate de origen chino convertido en empresario camboyano y fundador del Prince Holding Group. Lo acusan de liderar una vasta red internacional de estafas en línea que ha dejado miles de víctimas y, según el propio Chen, generaba ingresos de hasta $30 millones diarios mediante el llamado fraude tipo “pig butchering”.
Este esquema, que mezcla el engaño romántico con falsas oportunidades de inversión, ha sido un método cada vez más común en el sudeste asiático para defraudar a personas de todo el mundo. Naciones Unidas estima que redes similares, con base en Camboya, Laos, Myanmar y Filipinas, han generado decenas de miles de millones de dólares anualmente.
Chen Zhi y el surgimiento del Príncipe del fraude
Chen, quien llegó a obtener la ciudadanía camboyana e incluso un título honorífico de “neak oknha” (el equivalente a un lord británico), construyó un entramado empresarial que abarcaba desde bancos hasta inversiones inmobiliarias. Pero detrás de esa fachada legal, el verdadero motor de su fortuna eran las estafas en línea.
Con vínculos cercanos al ex primer ministro Hun Sen y su hijo, el actual mandatario Hun Manet, Chen logró posicionarse como figura clave dentro de la élite camboyana. Incluso fungió como asesor gubernamental, lo cual amplificó su influencia y capacidad de operar con impunidad durante años.
Un operativo internacional
La caída de Chen fue resultado de una coordinación internacional sin precedentes. En octubre y noviembre de 2025, fiscales en Singapur, Taiwán y Hong Kong ejecutaron órdenes de aprehensión y decomisos contra propiedades ligadas al magnate:
- En Singapur, se incautaron activos financieros por un valor superior a los 150 millones de dólares singapurenses (unos 114 millones de dólares estadounidenses), además de un yate y varias botellas de licor de lujo.
- En Hong Kong, la policía confiscó 2.75 mil millones de dólares hongkoneses (aprox. 353 millones de dólares estadounidenses), compuestos mayormente de efectivo, acciones y fondos de inversión.
- En Taiwán, las autoridades confiscaron 150 millones de dólares en activos, incluyendo 26 vehículos de lujo como Bugatti, Ferrari y Porsche; así como 11 apartamentos en un exclusivo edificio residencial en Taipei donde reside la superestrella del pop mandarín Jay Chou.
Simultáneamente, el gobierno británico anunció la incautación de una mansión de £12 millones (aprox. $15.6 millones) en Londres y una torre de oficinas de £100 millones (aprox. $130 millones).
Según fiscales estadounidenses, estos bienes son apenas la punta del iceberg en un entramado de lavado de dinero y fraude electrónico a escala global.
¿Qué es el fraude “pig butchering”?
Conocido popularmente como “pig butchering” (literalmente, "matanza de cerdo"), este esquema criminal se basa en atraer a las víctimas con perfiles falsos en redes sociales o apps de citas y desarrollar una relación aparentemente genuina.
Con el tiempo, los estafadores introducen a sus víctimas en oportunidades "exclusivas" de inversión o de criptomonedas, las cuales resultan ser ficticias. Una vez que los afectados depositan importantes sumas de dinero, los delincuentes desaparecen y cortan toda comunicación.
Este modelo ha sido particularmente eficaz durante la pandemia, cuando las personas recurrieron más a la tecnología y redes sociales para conectar con otros.
Escándalo político en Camboya
La estrecha relación entre Chen y el poder político en Camboya ha generado profundos cuestionamientos. Las autoridades camboyanas, hasta ahora, han guardado silencio. Pheaktra Neth, el ministro de Información, declinó hacer comentarios cuando fue cuestionado sobre el caso.
Sin embargo, los vínculos entre empresarios influyentes y el régimen han sido materia de controversia por años. Según organizaciones como Human Rights Watch, la corrupción estructural en Camboya ha permitido la proliferación de negocios ilícitos disfrazados de inversiones legales.
Las criptomonedas, el arma del nuevo crimen organizado
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es el uso estratégico de criptomonedas para lavar dinero. En la acusación presentada en EE.UU., las autoridades revelaron que se logró incautar criptomonedas valoradas en más de $14 mil millones, principalmente en Bitcoin.
Las criptomonedas ofrecen anonimato, velocidad de transferencia y ausencia de regulación en muchos países, lo cual las hace atractivas para el crimen organizado digital. Esto marca una nueva etapa en la evolución del lavado de activos: de las maletas de efectivo a las billeteras virtuales.
250 víctimas en EE.UU., miles a nivel mundial
De acuerdo con el indictment de EE.UU., la red de Chen Zhi afectó directamente a al menos 250 personas solo en territorio estadounidense. Pero las dimensiones del fraude son planetarias. Las víctimas, sin importar el país, forman parte de un sistema que mezcla trabajo forzado, manipulación psicológica y sofisticadas tecnologías.
En muchos casos, los propios operadores de las estafas son migrantes forzados, atraídos con promesas de empleo en centros tecnológicos y luego esclavizados digitalmente. La ONU los cataloga como víctimas de tráfico humano con fines de explotación cibernética.
Una advertencia para el futuro digital
La historia de Chen no es solo la de un criminal expuesto, sino también el reflejo de una nueva era del crimen transnacional, donde las fronteras geográficas son irrelevantes y la tecnología lo permea todo.
Este fenómeno también cuestiona la preparación de las leyes internacionales, la cooperación entre países y la capacidad de seguir el ritmo de la innovación tecnológica por parte de los organismos judiciales.
El caso de Chen Zhi será recordado como un parteaguas en la lucha contra el crimen digital: no solo por la magnitud de lo defraudado, sino por la sofisticación y complicidad estructural detrás de un imperio forjado con mentiras, criptomonedas y la fragilidad emocional de miles de víctimas alrededor del planeta.
Fuentes consultadas
- Departamento de Justicia de EE.UU. – Indictment contra Chen Zhi
- Human Rights Watch – Corrupción en Camboya
- Interpol – Reporte anual sobre Ciberdelitos
- Relatores de la ONU contra el Crimen Cibernético Transnacional
