Los Jaguars apuestan por Jakobi Meyers para resolver su pesadilla de drops

El receptor llega a Jacksonville en medio de tensiones previas con sus nuevos compañeros, pero con la esperanza de convertirse en el pilar confiable que Trevor Lawrence necesita.

La llegada inesperada de Jakobi Meyers a los Jaguars

En la NFL, pocas cosas resultan tan valiosas como un receptor con manos seguras. Eso lo sabe bien Jacksonville, un equipo que esta temporada ha sufrido una epidemia de drops (pases soltados), hasta ahora liderada por su joven estrella Brian Thomas Jr. Con nueve recepciones falladas en su cuenta —más que ningún otro jugador en la liga—, el equipo se ha visto forzado a tomar acción. Y lo ha hecho con decisión: la directiva canjeó una cuarta y una sexta ronda del draft de 2026 por Jakobi Meyers, hasta entonces jugador de los Raiders.

Con apenas un drop en 49 intentos esta temporada, Meyers se presenta como la solución a una de las debilidades más notorias de unos Jaguars con registro de 5-3 y aspiraciones claras de playoffs.

De hablar basura a compartir el vestuario: una llegada peculiar

La historia del traspaso no estuvo exenta de intriga. Jakobi Meyers, al finalizar el partido del pasado domingo entre Raiders y Jaguars, se había dedicado durante tres horas a hablar basura a los defensores del equipo contrario. Lo que no sabía entonces era que tres días después compartiría vestuario con ellos.

“Estuve diciendo un montón de cosas y ahora tengo que mirarlos a la cara”, dijo Meyers en tono jocoso. “Me preguntaron: ‘¿Qué quisiste decir con eso?’. Pero todo bien. Es una gran experiencia”.

Tras pasar su examen físico la tarde del miércoles, el jugador se metió de lleno en las prácticas del equipo, con miras a debutar el domingo frente a Houston.

Una adquisición calculada: valor, rendimiento y proyección

Jacksonville negoció la transferencia durante la última semana —en silencio— y concretó el traspaso después del encuentro en Las Vegas. Originalmente, los Raiders pedían una tercera ronda, pero ante la presión de Meyers, quien ya había solicitado el cambio desde agosto, decidieron aceptar dos selecciones del “Día 3”.

James Gladstone, gerente general de Jacksonville, defendió la inversión:

“Estamos deseando ver cómo encaja su talento en nuestro sistema. Desde fuera, parece perfecto. Si uno mira nuestras estadísticas, el volumen de drops es inaceptable. ¿Y cuál es su superpoder? No soltar el balón”.

Con cifras sólidas como sus 33 recepciones para 352 yardas en siete juegos esta temporada, y sus 426 recepciones para 4,944 yardas más 20 touchdowns en su carrera, Meyers podría ser el receptor principal que el equipo ha buscado por años.

El contexto ofensivo: lesiones, dudas y necesidad urgente de estabilidad

Parte de la urgencia del fichaje es el estado actual del grupo de receptores. Travis Hunter, la sensación de dos vías, está en la lista de lesionados con un problema de rodilla. Brian Thomas Jr. no entrenó el miércoles por un esguince de tobillo, Dyami Brown está en protocolo de conmoción cerebral, y Tim Patrick se perdió el último partido con molestias en la ingle.

El entrenador en jefe Liam Coen explicó la complejidad de integrar a Meyers tan rápido:

“El reto es encontrar el equilibrio: cuánto puede digerir del sistema, qué formaciones puede ejecutar, y cómo encajar su timing con Lawrence. La idea es facilitarle las cosas para que simplemente salga a jugar como Jaguar”.

Jakobi Meyers: el recorrido hacia la fiabilidad

Jakobi Meyers ha sido uno de esos jugadores que, aunque nunca ha sido catalogado como estelar, acumula méritos año tras año. Proveniente de NC State, firmó como agente libre no reclutado con New England en 2019 y rápidamente ganó un lugar en la rotación gracias a su ética de trabajo y habilidades como corredor de rutas.

En 2022 logró 67 recepciones para 804 yardas y 6 touchdowns. Posteriormente firmó con los Raiders, donde mostró su consistencia en un cuerpo de receptores liderado por Davante Adams, pero su deseo de tener un rol más protagónico lo llevó a pedir el traspaso.

Ahora, en Jacksonville, su camiseta cambiará del número 16 al número 3. ¿La razón? El 16 ya pertenece al mariscal de campo Trevor Lawrence. “Entendí que el precio de negociación era demasiado alto”, bromeó Meyers.

¿Es Meyers la solución a largo plazo?

Ceder dos selecciones de draft no es un movimiento caprichoso. El contrato de Meyers expira al finalizar la temporada, pero todo indica que Jacksonville prevé una renovación, sobre todo por la inconsistencia de Brian Thomas Jr. y la incertidumbre en torno a otros receptores en la plantilla.

Si se ajusta rápido al sistema ofensivo y genera química con Lawrence, no sería raro verlo como WR1 a largo plazo. Además, su perfil técnico —enfocado más en la seguridad y precisión que en la brillantez— es exactamente lo que necesita un equipo plagado de talento joven pero inexperto en la ofensiva.

Una ofensiva con piezas de campeonato

Sumar a Meyers refuerza un ataque que ya cuenta con talento en múltiples posiciones: un mariscal de élite en Lawrence, un tándem terrestre competente, y receptores con potencial. Pero nada de esto sirve si no hay confiabilidad en el juego aéreo. Una ofensiva que desperdicia downs con drops tiende a fracasar en momentos decisivos.

Este dato es revelador: según Pro Football Reference, los Jaguars están entre los cinco equipos con más pases soltados en 2025. En contraste, Meyers sólo ha soltado dos balones en las últimas dos temporadas combinadas. En un equipo donde todo cuenta, eso podría marcar la diferencia entre clasificar a playoffs o no.

¿El nuevo Jarvis Landry?

Varios analistas comparan su estilo con el de Jarvis Landry en sus mejores años: seguro, consistente, con un dominio del juego entre las 5-15 yardas. No necesita hacer una jugada de 80 yardas para impactar un partido; sus recepciones en situaciones de tercera oportunidad y sus rutas cruzadas aseguran continuidad ofensiva.

En ese sentido, Meyers podría convertirse en el ancla de una ofensiva joven con talento pero aún carente de experiencia. Puede asumir el rol de veterano confiable mientras Thomas Jr. sigue evolucionando; y si regresa Hunter en buenas condiciones, ese trío podría convertirse en uno de los más versátiles de la AFC.

Un fichaje que puede cambiar una temporada

El movimiento por Meyers es más que una mejora en un puesto. Representa una declaración de intenciones por parte de Jacksonville. Están cansados de “casi pasar a playoffs”. Quieren aprovechar el talento joven, construir un núcleo ofensivo sólido y pelearle a equipos como Kansas City, Baltimore o Buffalo de tú a tú.

Si el rendimiento acompaña, Jacksonville no sólo podría pelear por la AFC Sur, sino dar el campanazo en postemporada. En la NFL moderna, los pases completados —o soltados— definen títulos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press