La lucha continua: Mineros de carbón exigen justicia ante el abandono del gobierno

Una mirada profunda a la creciente crisis de salud por enfermedad pulmonar en las minas de carbón de Appalachia y la batalla de los trabajadores contra la desregulación

El corazón negro de Appalachia: carbón, trabajo y enfermedad

En las profundidades de los montes Apalaches, el carbón ha sido históricamente una fuente de ingresos y orgullo; pero también de tragedia y muerte. Desde hace generaciones, los mineros han inhalado polvo mortal en minas donde la seguridad no siempre ha sido prioridad. Hoy, esa historia se repite pero con una gravedad más alarmante: una nueva ola de mineros con enfermedad pulmonar negra —incluso en sus treinta y cuarenta años— está desatando una batalla por la justicia y la salud pública.

El regreso silencioso de la enfermedad pulmonar negra

Lisa Emery, directora de la Clínica para la Enfermedad Pulmonar Negra de la Asociación de Salud de New River, ha visto de cerca el resurgir de una dolencia que décadas atrás parecía controlada. Ahora recibe pacientes cada vez más jóvenes con radiografías devastadoras: fibrosis pulmonar masiva que requiere trasplantes dobles de pulmón. Tan sólo entre 2020 y 2025, el 55% de los 11,500 mineros examinados en el centro de los Apalaches fueron diagnosticados con algún tipo de enfermedad pulmonar negra, según datos de la Universidad de Illinois en Chicago.

"Amo a estos hombres", dice Emery entre lágrimas. "Cada uno que se sienta en esa silla me recuerda por qué estoy aquí."

La sílice: enemigo invisible y mortal

El problema no es sólo el polvo del carbón. El enemigo actual es aún más traicionero: la sílice cristalina respirable, presente a niveles peligrosos en las nuevas vetas de carbón rodeadas por roca de cuarzo. Esta sustancia es 20 veces más tóxica que el polvo de carbón y puede causar desde silicosis hasta cáncer y enfermedad renal.

Para llegar al carbón restante, las máquinas cavan a través de paredes rocosas ricas en sílice, lo cual genera una nube invisible de partículas que los mineros inhalan constantemente. Las consecuencias son devastadoras. Mark Powell, minero de cuarta generación de Virginia Occidental, fue diagnosticado con silicosis progresiva a los 45 años pese a haber utilizado respirador. Hoy, apenas puede caminar o respirar sin ayuda de oxígeno.

Un legado de lucha... y traición política

La enfermedad pulmonar negra ha sido reconocida científicamente desde principios del siglo XX. El desastre del Túnel Hawks Nest en los años 30 —cuando más de 750 trabajadores, la mayoría afroamericanos, murieron por inhalar sílice— fue origen de uno de los mayores desastres ocupacionales del país y sembró la semilla para futuras protecciones laborales.

En 1969, una explosión en la mina No. 9 en Farmington mató a 78 mineros. El horror televisado de ese evento provocó huelgas masivas y llevó al Congreso a aprobar la Federal Coal Mine Health and Safety Act, ley que estableció estándares sobre polvo respirable y garantizó compensaciones para mineros afectados. Así nacieron agencias como OSHA y NIOSH.

La ola de desregulación en la era Trump

En 2024, cuando la Mine Safety and Health Administration aprobó una nueva regla para reducir a la mitad los niveles permitidos de exposición a sílice, parecía un paso en la dirección correcta. Pero esa esperanza duró poco.

La administración de Donald Trump permitió que grupos industriales bloquearan la aplicación de esta normativa alegando costos y complicaciones técnicas. Al mismo tiempo, despidió casi todo el personal del NIOSH especializado en enfermedades respiratorias laborales.

“Prometieron que revitalizarían América. Pero nos están matando”, dijo Marshal Cummings, líder sindical de mineros de trona en Wyoming.

Los recortes también afectaron a los programas de ventilación en minas, capacitaciones de seguridad e inspecciones sanitarias. Y mientras tanto, la retórica de la 'energía limpia' del carbón seguía llevándose aplausos en reuniones políticas.

Mineros que votaron por Trump, ahora indignados

Muchos trabajadores que apoyaron a Trump en 2016 y 2020, creyendo en su promesa de proteger la industria del carbón y sus trabajos, hoy se sienten traicionados. Randy Lawrence, presidente de la Kanawha County Black Lung Association, lo resume brutalmente:

“Están haciendo todo lo posible para perjudicar al hombre trabajador... No les importa la gente o los mineros, solo el maldito dólar en Washington.”

En octubre de 2025, docenas de exmineros enfermos viajaron a Washington D.C. en caravanas para protestar la inacción y presionar por la reinstauración de los estándares de sílice. En la protesta, algunos llevaban recuerdos de sus compañeros fallecidos, y otros, tubos de oxígeno conectados a sus fosas nasales.

Un grito desde la mina

Los expertos coinciden en que, incluso si se implementara hoy la regla reducida de exposición a la sílice, pasarían décadas antes de notar una disminución significativa en los casos de enfermedad pulmonar negra.

“Lo que estamos viendo en las clínicas es alarmante,” subraya Emery. “La única forma de proteger a los trabajadores es prevenir la exposición desde el primer día.”

Y es que la tragedia se repite. John Robinson, diagnosticado a los 47, resume el sentimiento general:

“Siento que en esta parte del país… nos han olvidado.”

Un futuro incierto, pero lleno de resistencia

La lucha de los mineros en Appalachia no es nueva, pero sí más urgente. Miles de hombres y mujeres han muerto desde 1970 por enfermedades relacionadas con el polvo de carbón y sílice. El progreso logrado tras décadas de dolor y activismo se ve hoy amenazado por intereses económicos y políticos que parecen colocar en segundo plano la vida humana.

Desde el Hawks Nest hasta Farmington y Oak Hill, las voces de los trabajadores continúan resonando bajo la superficie de las montañas. No solo exigen justicia; exigen memoria, dignidad y protección para las generaciones futuras de trabajadores que algún día también usarán casco y linterna.

Fuentes:

  • Centro Nacional para la Salud Ocupacional (NIOSH)
  • Universidad de Illinois en Chicago – Estudios sobre neumoconiosis
  • Asociación de Salud de New River (Oak Hill, WV)
  • “Federal Coal Mine Health and Safety Act”, 1969
Este artículo fue redactado con información de Associated Press