Omer Neutra: el héroe de dos naciones y la humanidad rota por la guerra
El retorno del cuerpo del soldado israelí-estadounidense marca un símbolo de dolor, identidad compartida y las grietas en el conflicto entre Israel y Palestina
Por décadas, la región ha sido un campo de disputas políticas, religiosas y étnicas. Pero pocas historias en tiempos recientes han resonado con tanta emoción y humanidad como la del Capitán Omer Neutra. Su repatriación tras más de 14 meses desaparecido como rehén en Gaza se ha convertido en un momento simbólico dentro de una guerra devastadora que ha trastocado millones de vidas.
Omer Neutra: el joven que sirvió a dos patrias
Nacido y criado en Long Island, Nueva York, Omer Neutra decidió cambiar radicalmente el rumbo de su vida al mudarse a Israel para enlistarse como voluntario en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Era hijo de emigrantes israelíes, creció con una identidad dual, profundamente comprometido con los valores de ambas naciones.
Fue capturado durante el brutal ataque del 7 de octubre de 2023 perpetrado por Hamas, que dio inicio al conflicto bélico más destructivo entre Israel y Gaza en décadas. Desde entonces, su paradero fue desconocido... hasta ahora.
Un funeral militar con ecos internacionales
El funeral de Neutra, celebrado en el cementerio militar de Kiryat Shaul en Tel Aviv, congregó a cientos de personas —desde familiares hasta altos funcionarios estadounidenses e israelíes. Su madre, Orna Neutra, dirigió las últimas palabras a su hijo: “Nos queda el vasto espacio entre quién fuiste y quién podrías haber sido. Nuestra misión ahora es llenar ese hueco con tu luz y bondad”.
El almirante Brad Cooper, comandante del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), también lo homenajeó: “Fue hijo de dos naciones. Encarnó lo mejor tanto de Estados Unidos como de Israel. Ha cimentado su lugar como héroe de ambas patrias.”
El presidente israelí Isaac Herzog y otros líderes también ofrecieron emotivas palabras, destacando no solo su sacrificio, sino también la tremenda carga emocional que su caso ha despertado en dos continentes.
Un año de activismo familiar
Desde su desaparición, los padres de Neutra realizaron más de 40 viajes a Washington D.C. en un desesperado intento por mantener el caso de su hijo en la agenda política internacional. Participaron en protestas tanto en Israel como en EE.UU., e incluso hablaron en la Convención Nacional Republicana.
Irónicamente, mantenían la esperanza de que su hijo estuviese vivo hasta recibir la notificación oficial del ejército israelí: información de inteligencia confirmaba que Omer fue asesinado durante el ataque inicial del 7 de octubre.
Intercambios de cuerpos: ¿una tregua duradera?
Omer Neutra es uno de los tres soldados cuyos restos fueron devueltos como parte del frágil acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamas. Desde que comenzaron los intercambios en noviembre de 2025, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha supervisado la entrega de 22 cadáveres por parte de Hamas y 285 cuerpos de palestinos desde Israel hacia Gaza.
Sin embargo, seis cuerpos de rehenes israelíes aún permanecen en manos de Hamas, lo que mantiene un profundo estado de incertidumbre. Las devoluciones de restos han sido el eje de esta primera fase de la tregua, que también persigue desescalar el conflicto armado.
Según el Ministerio de Salud palestino y diversas ONGs, los cadáveres palestinos devueltos no siempre son identificables, lo que genera tensión y enojo en las comunidades locales.
Una tragedia extendida al otro lado del muro: violencia en Cisjordania
Mientras Las relaciones diplomáticas se tensan y los restos de soldados son repatriados a sus pueblos de origen, la violencia en Cisjordania ha ido en aumento. Solo en 2025, al menos 42 menores palestinos han sido asesinados por las fuerzas israelíes, según datos de la Oficina Humanitaria de la ONU.
Casos recientes como los de Muhammad Atem, Muhammad Qasem (ambos de 16 años) y Murad Abu Seifen (15) han encendido las alarmas de las organizaciones de derechos humanos. Si bien el ejército israelí sostiene que estos jóvenes arrojaron explosivos, videos publicados por las FDI muestran imágenes borrosas y sin fecha clara.
Desde 2016, las fuerzas israelíes han retenido al menos los cuerpos de 54 niños palestinos. Seis de estos fueron entregados a sus familias; los otros continúan en manos del estado.
¿Por qué esta estrategia?
Para muchos observadores, la retención de cuerpos es un medio psicológico de presión e intercambio político en zonas donde lo simbólico importa tanto como lo militar. Algunos analistas internacionales consideran que estas prácticas representan una forma moderna de “guerra psicológica”, para negociar en secreto, retener influencia o provocar a las facciones contrarias.
La organización Defense for Children International - Palestine ha denunciado también que muchas familias no tienen acceso a información forense, fotografías o procesos judiciales tras la muerte de sus hijos.
Entre la identidad y el conflicto
La historia de Neutra pone en primer plano algo fundamental: la complejidad de las identidades dobles en zonas de conflicto. Fue estadounidense. Fue israelí. Fue hijo. Fue soldado. Fue rehén. Su vida fue interrumpida a los 21 años, pero su muerte sintetiza la tragedia compartida no solo entre dos familias o naciones, sino entre dos humanidades enfrentadas.
El silencio internacional ante nuevas víctimas
Mientras que las grandes potencias siguen sumidas en otros conflictos de interés, la presión internacional sobre lo que ocurre en Gaza y Cisjordania fluctúa. Las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, resuenan como un eco incómodo: "cada fracción de grado de calentamiento implica más hambre, más desplazamiento y más pérdida". Estas palabras, dirigidas al cambio climático, bien podrían aplicarse a la situación entre Israel y Palestina.
En el campo internacional, la doble nacionalidad de Omer le dio visibilidad a su caso, pero ¿cuántos Neutra invisibles hay hoy sin funerales, sin prensa, sin dignidad?
Un deseo imposible: justicia que iguale a víctimas y victimarios
En ambos lados hay padres que entierran hijos. En ambos lados hay civiles que no portan armas, pero mueren igual. En ambos lados hay industrias armamentistas, políticos oportunistas y medios que manipulan la narrativa. Pero también hay verdad. Y la verdad es que cada cuerpo regresado encierra una historia que merece ser contada con dignidad.
A veces la geopolítica, las negociaciones, los tratados y las cumbres internacionales solo nos hacen olvidar que el dolor no tiene pasaporte. Que las lágrimas, como los balas, no entienden de ideologías.
