Portaaviones Fujian: El salto de China hacia la dominación marítima con catapultas electromagnéticas
China pone en servicio su tercer portaaviones, el segundo en el mundo con sistema de lanzamiento electromagnético, y da un paso estratégico clave en la carrera naval global
Un nuevo gigante en altamar: el portaaviones Fujian
El reciente lanzamiento del portaaviones Fujian marca un antes y un después en la evolución de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) de China. Con este buque, Pekín ya posee tres portaaviones en su flota naval, lo que lo convierte en el segundo país del mundo en número de estas embarcaciones, solo por detrás de Estados Unidos, que cuenta con once.
El Fujian no es solo un logro cuantitativo; es, sobre todo, cualitativo. Se trata del primer portaaviones completamente diseñado y construido en China, y el primero en incluir catapultas electromagnéticas, una tecnología que hasta ahora solo poseía el USS Gerald R. Ford estadounidense.
¿Qué diferencia al Fujian de otros portaaviones chinos?
Los primeros dos portaaviones chinos, el Liaoning y el Shandong, no podían competir tecnológicamente con los colosos occidentales. El Liaoning es una adaptación de un portaaviones soviético sin terminar, adquirido a Ucrania. El Shandong se basa en su diseño, con mejoras.
En cambio, el Fujian, con una eslora de más de 300 metros y un desplazamiento a plena carga de más de 80.000 toneladas, ha sido concebido para operar con tecnología punta. Su mayor novedad radica en sus Electromagnetic Aircraft Launch Systems (EMALS), que mejoran la capacidad operacional de los aviones embarcados.
Catapultas electromagnéticas: La revolución del mar
Una catapulta electromagnética permite lanzar aeronaves a mayor velocidad, de manera más eficiente y con menor desgaste para la plataforma y el avión, en comparación con los sistemas tradicionales de vapor. Además, permite manipular la potencia según el peso de la aeronave, lo que significa que el Fujian puede lanzar desde drones ligeros hasta aviones de alerta temprana.
Según el Instituto Naval de los Estados Unidos, esta tecnología facilita además:
- Reducción de mantenimiento.
- Mejora del volumen operativo.
- Flexibilidad en las misiones y perfiles de lanzamiento.
Esto le otorga a China una ventaja estratégica en el Mar de China Meridional, el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Oriental, donde Pekín sostiene múltiples disputas territoriales con países vecinos y mantiene un pulso con la presencia militar estadounidense.
Comparativa con los superportaaviones estadounidenses
Si bien el Fujian representa un avance enorme para China, aún queda mucho por recorrer para alcanzar el poder de los portaaviones clase Nimitz y Gerald R. Ford de la US Navy.
Comparativa clave:
| Fujian (China) | USS Gerald R. Ford (EEUU) | |
|---|---|---|
| Desplazamiento | 80,000+ | 100,000 |
| Catapultas | 3 EMALS | 4 EMALS |
| Propulsión | Convencional | Nuclear |
| Capacidad estimada de aeronaves | 40–60 | 60–70 |
Los portaviones nucleares de Estados Unidos ofrecen un alcance prácticamente ilimitado, permitiéndoles operar en cualquier mar del planeta durante décadas sin repostar, algo que el Fujian no puede igualar por ahora. Según estimaciones militares, su radio de acción se limita a entre 8.000 y 10.000 millas náuticas, reduciendo su persistencia en operaciones lejanas.
Capacidades aéreas del Fujian: más que cazas
El nuevo buque puede desplegar el J-35 (el caza furtivo de quinta generación de China) y el J-15T, una versión naval equipada para utilizar EMALS. Además, podrá operar el avión KJ-600, de alerta temprana y control, similar al E-2D Hawkeye estadounidense. Esto implica operaciones marítimas de mayor independencia táctica y una mejor capacidad de reconocimiento, vigilancia y capacidad de contraataque.
China apuesta por construir un grupo de combate de portaaviones completo, algo que en el pasado era exclusivo de Estados Unidos. Este grupo incluiría destructores, fragatas, submarinos y buques logísticos para escolta, protección y soporte.
¿Y el futuro? ¿Viene un portaaviones nuclear chino?
La televisión estatal CCTV ya ha anunciado que China trabaja en el diseño de un portaaviones nuclear con capacidades aún más cercanas a las de sus contrapartes de la Marina de EE. UU. Aunque aún no hay fecha de culminación clara, todo indica que formará parte de la estrategia de poder marítimo de Xi Jinping para antes de 2030.
El contraalmirante Zhang Junshe, del Instituto de Investigación Naval de la Armada china, explicó que "el avance hacia un portaaviones de propulsión nuclear es lógico y está en el roadmap tecnológico nacional".
Implicaciones geopolíticas del Fujian
Más allá de la ingeniería, el Fujian es un símbolo de proyección de poder y un mensaje directo a Washington y sus aliados en Asia-Pacífico. En momentos de tensión con Taiwán, mayor presencia estadounidense en Filipinas y ejercicios conjuntos con Japón y Corea del Sur, China busca consolidarse como una fuerza disuasiva capaz de desafiar el statu quo regional.
Además, la presencia de un portaaviones con estas características en el Pacífico permitirá que China participe más activamente en misiones globales, ya sea humanitarias, de evacuación o incluso intervenciones militares respaldadas por el Consejo de Seguridad de la ONU donde tenga influencia directa.
¿Supone esto una amenaza para Occidente?
En términos estrictos, aún no. EE. UU. mantiene una ventaja tecnológica multigeneracional en capacidad de aviación naval, interoperabilidad y experiencia operacional. Sin embargo, el Fujian redefine el equilibrio naval en Asia.
Analistas como Ian Storey, del ISEAS-Yusof Ishak Institute, indican que: "el Fujian envía un mensaje: China ya no se conforma con proteger su costa, ahora proyecta poder más allá de la primera y segunda cadenas de islas".
Sin embargo, el reto logístico y la experiencia acumulada aún están en evolución. No es solo construir el buque; se trata de dominar su operación, capacitar a sus pilotos, mantener una logística de partes eficiente y tener una doctrina de combate consolidada.
En resumen
El portaaviones Fujian representa una verdadera carta de presentación tecnológica y estratégica de China al mundo. Aunque aún por detrás en muchos aspectos clave de la armada estadounidense, reduce rápidamente las distancias y transforma el tablero del Indo-Pacífico.
Con él comienza una nueva etapa de proyección de poder naval global para China. En los próximos años, veremos si el dragón asiático puede navegar los mares junto al gigante occidental en igualdad de condiciones.
