Por increíble que parezca, en México las tendencias periodísticas y de redes sociales no se enfocan en los magros resultados de la representación mexicana, ni en los pésimos manejos federativos, sino en la apariencia física, clase social y cuestiones fútiles que en nada abonan a dejar el sótano de los medalleros.

El supuesto sobrepeso y la condición económica de la gimnasta Alexa Moreno parece más distinguida y divertida para los trending topic que analizar las causas de la descarriada actuación de nuestros deportistas, los cuales en tiempos pasados en algunas ramas eran garantía de medalla o de rozar el podio; hoy, ni siquiera Aida Román ni Paola Espinoza parecen tener oportunidad de bañarse de gloria.

MÉXICO: SIN FORMACIÓN 

Los programas de espectáculos, telenovelas y series forman parte de la dieta del ocio del mexicano. Las espeluznantes estadísticas de personas víctimas de la diabetes, hipertensión y taras mentales provocadas por el sedentarismo causado por programas de televisión sin objetivos loables son más que evidentes. Ventaneando y la Liga MX tienen adormecido al país, un país que critica y busca ajustar el color del mundo a través del control remoto, en lugar de salir a realizar activación física u otros menesteres.

¿Cuántos programas de activación física son difundidos por las cadenas nacionales en el tiempo destinado para tal fin? ¿Por qué México no puede figurar como potencia en ningún deporte de conjunto? ¿Por qué somos el hazmerreír en todo tipo de evento a causa de nuestro comportamiento?... ¡Es fácil, somos un país con un atraso significativo en educación!

No sólo el recorte a la cultura y al deporte pegan duro; el país está podrido en corrupción y los miles de millones de pesos que son asignados anualmente al fomento deportivo se quedan en los bolsillos de los federativos y no llegan a convertirse en centros de alto rendimiento, infraestructura deportiva o en contratación de asesores y entrenadores capacitados. No es posible un avance hasta menguar la tolerancia a la corrupción y que los medios de comunicación ayuden al mexicano a crecer y no sólo a denostar a quienes se atreven a perseguir un sueño independientemente de su condición. 

AHOGADOS EN RÍO

Alfredo Castillo Cervantes, titular de la Comisión Nacional del Deporte prepara un juego macabro para responsabilizar a otros del pésimo desempeño de la delegación mexicana. Utiliza como estrategia cuestionar la honorabilidad de los jueces y señalar un supuesto complot contra boxeadores y clavadistas de nuestra patria. Asegura que la mala relación que se tiene con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la dañada relación con la Federación Internacional de Natación (FINA) podrían generar piedras en el camino en contra de nuestros atletas producto de favoritismos. 

De lo anterior queda la pregunta: ¿Cómo un abogado que se ha desempeñado como Procurador de Justicia del Estado de México, como procurador federal del consumidor y en 2014 designado como titular de la "Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán" pudo llegar a ser el mandamás del deporte en México? ¿Sería a base de favoritismos o acaso cubría el perfil? Por supuesto que no es un hombre dedicado al área que se le encaminó, sólo juega el papel de tesorero. Existen fuertes compromisos entre Alfredo Castillo y Enrique Peña Nieto que obligan a este último a mantener al ineficiente abogado dentro de la baraja. 

CASTILLOS EN EL AIRE

Según Castillo Cervantes no todo está perdido. Apunta que el nulo éxito de los atletas aún puede tener un repunte maravilloso y superar la marca de las siete medallas olímpicas obtenidas en 2012. Inclusive, se atreve a alquilarse como pitoniso y pronosticar que México obtendrá cosecha de doble dígito en el próximo certamen deportivo mundial sin fundamento alguno. 

¿Cómo aspira México a superarse? si la tendencia sigue reduciéndose en cuanto a lo que el Gobierno quiere otorgar al deporte nacional, pues mientras en el 2013 se otorgaron siete mil 179 millones de pesos, en el 2014 se redujo a cuatro mil 240 millones y este año fue de tres mil 650 millones, es inexplicable. Mientras en la administración de Felipe Calderón la tendencia siempre fue al alza, aumentando hasta cinco veces lo otorgado en el inicio de su gestión, en este sexenio, el deporte parece un punto olvidado en el presupuesto federal, por lo que los atletas tendrán que realizar gestiones con la Iniciativa Privada en busca de patrocinios que los ayuden a cumplir sus sueños internacionales.

A pesar de que el panorama es oscuro para nuestros deportistas, se debe seguir trabajando. El cambio consiste en atreverse, y en gimnasia ya se dio el primer salto?

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