Salida de Bolton complace a gobierno socialista de Venezuela
BOGOTÁ (AP) — Un alto funcionario del asediado gobierno socialista de Venezuela expresó el martes su satisfacción con el despido del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, cuya postura intransigente fue una constante molestia para los líderes de izquierda de la región.
El ministro del Poder Popular para industrias y Producción Nacional de Venezuela, quien fue uno de los principales objetivos de Bolton por su supuesta participación en el tráfico de cocaína, llamó al exasesor “el que más ha mentido” y causante de los mayores daños al pueblo venezolano.
“¡La verdad histórica venció a los demonios de la guerra!” celebró El Aissami en Twitter. “¡El futuro nos pertenece!”
Otro funcionario, refiriéndose a la predilección del difunto expresidente Hugo Chávez por un tradicional postre venezolano a base de papaya, también celebró la noticia.
“En días como este, el comandante había festejado con un poco de dulce de lechosa”, dijo el funcionario, quien accedió a hablar de Bolton bajo condición de anonimato debido a la existente tensión entre Venezuela y Estados Unidos.
Pero aún se desconoce si la postura de Estados Unidos respecto a Venezuela podría cambiar tras la salida de Bolton. Algunos analistas incluso señalaron que Maduro tendría más que perder con un reemplazo más diplomático y menos divisivo que Bolton, debido a que Estados Unidos respalda las labores de la oposición por destituir al mandatario.
“Posiblemente Maduro está pensando ‘que le vaya bien’ y que esta es su dulce venganza a su sus alardes”, dijo Chris Sabatini, alto miembro para Latinoamérica de Chatham House en Londres. “Pero eso sería un error. La estrategia de Bolton era defectuosa desde el inicio y su salida podría abrir la puerta para la llegada de un diplomático más profesional y efectivo que podría representar una mayor amenaza a la autocracia de Maduro”.
A Cuba y Nicaragua también les complació la salida de Bolton.
Durante un discurso pronunciado en noviembre ante veteranos que participaron en la invasión de Bahía de Cochinos a Cuba en 1961, Bolton dijo que la isla comunista es parte de la “troika de tiranía” junto con Venezuela y Nicaragua. El ministro cubano del Exterior Bruno Rodríguez respondió en su momento dirigiéndose a Bolton como un “mentiroso patológico”.
Sus fuertes palabras fueron respaldadas por su intensa presión política.
En un intento por incrementar la presión sobre Maduro, Estados Unidos impuso sanciones a la crucial industria petrolera de Venezuela y además amenazó con penalizar a las compañías de terceros países que continuaran realizando negocios con Maduro.
Bolton implementó una táctica similar en Nicaragua, en donde las fuerzas de seguridad reprimieron violentamente las protestas antigubernamentales que estallaron pocos días después de que Bolton asumió el cargo de asesor en abril de 2018.
El gobierno estadounidense sancionó a algunos de los principales aliados del mandatario nicaragüense Daniel Ortega y forzó a sus socios a aislar al gobierno de las organizaciones internacionales y regionales. Al menos media decena de funcionarios de Nicaragua fueron objeto de penalizaciones por parte del Departamento del Tesoro, por corrupción y violaciones a los derechos humanos.
En Cuba, Bolton trabajó agresivamente para cancelar el acercamiento iniciado por el gobierno de Obama a la isla. En una medida que sorprendió incluso a los más férreos detractores castristas, fue fundamental para levantar una prohibición de hace dos décadas a las demandas en contra de compañías que obtuvieran ingresos desde propiedades relacionadas a Estados Unidos que fueron confiscadas tras la revolución cubana de 1959.
Cuba no emitió por el momento un comentario oficial sobre la salida de Bolton. Pero al reportar el despido, la televisora estatal dijo que su partida era evidencia de la “disfunción” y las “contradicciones” que asedian al gobierno de Donald Trump.
Fernando Cutz, quien trabajó con temas relacionados con Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional durante los gobiernos de Obama y Trump, dijo que prevé que la administración actual ahora se enfoque más en la manera en que interactúan Cuba y Estados Unidos y no tanto en medidas que puedan perjudicar al pueblo cubano.
Sin embargo, prevé que se les dé continuidad a las medidas contra Venezuela.
“La presión sobre Maduro no cambiará, aunque posiblemente las tácticas sí”, dijo Cutz. “Dependiendo de quien llegue, posiblemente dejemos de escuchar retórica de una intervención militar y comenzar a ver un discurso más responsable, más enfocado en una posible solución a través del diálogo”.
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Los periodistas de Andrea Rodríguez en La Habana y Chris Sherman en la Ciudad de México contribuyeron con este despacho.