Trump: La banalidad del mal

Trump: La banalidad del mal
Reuters

Según Friedrich Nietzsche, el concepto de la verdad, no es más que una metáfora arbitraria no distinta a una creación artística, que mediante un uso continuo en la sociedad, se la confunde por realidad unívoca. Posteriormente, Foucault, un gran nietzscheano, pensaría que la legitimidad de un gobierno, y su lucha por la verdad, no sería más que una lucha por el poder. Entonces, la verdad no existe, lo que sí existe es el ejercicio del poder, y el uso discursivo que ese poder maneja dentro de una sociedad, para naturalizar sus intereses, y toda esa lucha por la verdad, en conclusión, es una lucha para imponer las metáforas arbitrarias de un grupo,  bajo una norma totalitaria, mediante dispositivos de poder.

¿Qué podemos decir acerca del triunfo de Trump?

Ha triunfado una verdad, una verdad que se impuso por voluntad electoral popular. ¿Bajo qué causas?

La política del miedo bajo la cual se maneja Estados Unidos, a partir del 9/11, y ese creciente nacionalismo alimentado por un miedo racial, ha llevado a los electores a depositar su confianza en alguien que los "defienda" de las amenazas extranjeras. Trump, un Showman, ha podido con gran genialidad sintetizar éstas ideas, y plantearlas en forma categórica, y sí, me refiero en especial al tema del muro con México, y las deportaciones de inmigrantes ilegales.

Seguramente, lo que ha motivado el triunfo de Trump ha sido esa fuerza de decisión, esa radicalidad discursiva con la que ha hecho fortalecer aquel discurso racial, discurso que es la episteme política imperante hoy en día. El presidente electo, en alguna manera , es una muestra de la ideología que actualmente se maneja en la potencia mundial norteamericana. Ese deber ser, ese ISMO, ese nacional-ISMO, tiene como objetivo excluir a todo grupo humano que sea diferente, o distinto a la visión del blanco y empresario. Es por eso, que la misma comunidad negra en Estados Unidos reclama un exceso de violencia en su contra, y una exclusión social latente, al igual que la comunidad latina.

Una ideología- ISMO es la que ahora se encuentra en el poder en Estados Unidos, un gran nacionalismo; según la lectura de Hannah Arendt, una teórica-política alemana, de origen judío, nacionalizada norteamericana, una ideología ISMO, al hallarse en el poder, genera terror y totalitarismo, porque al emplear como premisa el concepto raza, todas las decisiones y políticas tomadas serán las que se desprendan de esa premisa. Es así, que si bien, la premisa del gobierno de Trump es: no queremos otros grupos humanos que no compartan nuestro modo de vida, entonces, todas sus políticas derivadas a partir de ésta premisa, serán a su visión, justicia social, sin tomar en cuenta, que puedan cometerse tremendos atropellos.

Y los burócratas del gobierno norteamericano tendrán que acatar las órdenes de exclusión social de Trump. Buenas y buenos ciudadanos, mujeres y hombres de familia, que trabajan para el gobierno, tendrán que: arrestar, clasificar, criminalizar, penalizar, enjuiciar, a los sujetos quienes recaen en la victimización de éste régimen, sin que sea su propia voluntad. Simplemente se verán forzados a cumplir con su trabajo, lo que les hará caer en una banalidad del mal, es decir, según Arendt, personas inocentes y comunes, serán capaces de las peores atrocidades, por el cumplimiento de una ideología totalitaria en el poder.

La mejor razón, a mi opinión, nada tiene que ver con la verdad, pues la verdad, es un vehículo para la banalidad del mal, en tanto, que naturaliza un discurso de poder, bajo el disfraz de realidad y justicia.

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