¿Un perro volador y un alienígena con traje? James Gunn pone el alma en su ‘Superman’ más humano

El director de Guardianes de la Galaxia reinventa al Hombre de Acero con un enfoque audaz, irreverente y repleto de criaturas inusuales

Un nuevo enfoque para el ícono más clásico

James Gunn ha hecho lo impensable: tomar al superhéroe más emblemático de la historia y dotarlo de una capa de humanidad, rareza e irreverencia que sacude los cimientos del universo cinematográfico de DC Studios. En su nueva versión de "Superman", el cineasta famoso por su pasión por los inadaptados y marginados del cómic —como demostró en Guardianes de la Galaxia y The Suicide Squad— se lanza de lleno a reinventar al arquetipo del héroe perfecto.

Encarnado por David Corenswet —el primer Superman oficial del nuevo universo de DC tras la sacudida de Zack Snyder—, esta iteración del Kryptoniano busca arrancarse el aura aburrida de la perfección e insertarse como un personaje que, aunque aún con capa, se siente más identificable en tiempos de cinismo global.

¿Superman aburrido? No con Krypto ni Metamorpho

Uno de los cambios más refrescantes que introduce Gunn es la completa omisión del clásico origen del personaje. Nada de explosiones en Krypton ni la granja en Kansas. Comenzamos en la Antártida, en medio de una feroz batalla, y el primer gesto emocional nos lo regala un perro: Krypto, el canónicamente perruno compañero de Superman.

Por extravagante que suene, Krypto cumple una doble función: desdramatiza momentos solemnes e introduce un elemento caricaturesco en el relato. Gunn juega—algunas veces excesivamente—con el recurso, reintroduciéndolo cada vez que el relato amenaza con caerse en sus subtramas más enmarañadas. Aun así, hay momentos donde el perro ladra más fuerte que el propio guión.

Y si hablamos de rarezas, es imposible no mencionar a Metamorpho (interpretado por el versátil Anthony Carrigan). Este héroe mutante, una amalgama de elementos químicos con forma humanoide, representa el tipo de personajes con los que Gunn se siente más cómodo: seres extraños, incomprendidos pero, en el fondo, profundamente nobles.

Un reparto diverso para una historia de múltiples tonos

Junto a Corenswet, la Lois Lane de Rachel Brosnahan se roba cada escena. Inteligente, inquisitiva y astuta, su dinámica romántico-periodística con Clark Kent es otro de los motores emocionales del filme. Tan brillante es su interpretación que por momentos uno se pregunta si esta película debió titularse simplemente "Lois".

El Newsroom del Daily Planet también recibe un toque fresco con Wendell Pierce como Perry White y Skyler Gisondo como un Jimmy Olsen modificado para los tiempos modernos. Mientras tanto, Lex Luthor (Nicholas Hoult) se convierte en el cerebro detrás de un ataque sistemático a Superman mediante tecnología, drones y maniobras desde una base estilo start-up más que de villano clásico.

La Liga de la Justicia… ¿versión alternativa?

Para aquellos preocupados por la sobrepoblación de personajes, aquí hay un toque de Everything Everywhere All at Once. Superman es atrapado en un universo de bolsillo y Gunn introduce una versión algo descompuesta de la Justice League: el Green Lantern de Nathan Fillion, el excepcional Mister Terrific de Edi Gathegi y una Hawkgirl convincente interpretada por Isabela Merced. Aunque muchos llegan solo para cumplir una función narrativa puntual, cada uno aporta al tono ecléctico del filme.

Reflexiones en medio del caos

Uno de los aspectos más poderosos del guión es su dimensión sociopolítica. A pesar del caos multiversal y los efectos generados por computadora, esta película se atreve a tocar temas como la xenofobia y el miedo a los inmigrantes. Superman es llamado reiteradamente “el alienígena”, y sufre el rechazo de su propio planeta adoptivo. La película insinúa abiertamente que el mayor poder de Superman es su compasión, no su capacidad de volar o su fuerza sobrehumana.

En palabras del propio Gunn, “Superman representa la idea de hacer el bien en un mundo que ya no cree en el bien”. Esa tensión entre idealismo y pragmatismo moderno es el corazón de esta entrega.

Gunn vs Snyder: La batalla por el alma de DC

Al contrastar esta entrega con las películas de Zack Snyder, la diferencia es abismal: donde Snyder optaba por épica bíblica, Gunn elige comedia incómoda, diálogos traviesos y nostalgia geek. En lugar de enfrentamientos entre titanes al estilo ópera wagneriana, aquí vemos explosiones contenidas entre secuencias íntimas, a veces interrumpidas por detalles tan inusuales como un donut cayendo o una tableta de Alka-Seltzer disolviéndose.

Su estilo puede resultar glib —es decir, trivial o sarcástico— para algunos críticos, pero ofrece un reverberante aire fresco en un género fatigado por las fórmulas. Si Marvel está sufriendo señales de agotamiento narrativo, DC, bajo la batuta de Gunn, se sacude y experimenta.

¿Funciona esta versión imperfecta de Superman?

La película no es perfecta. Algunas transiciones entre subtramas son bruscas, la lógica interna se tambalea hacia el acto final y hay momentos donde la acción parece versión beta. Sin embargo, es precisamente esa imperfección con emociones al desnudo la que convierte a este Superman en algo memorable dentro del cine contemporáneo de superhéroes.

Hay humor —a veces excesivo—, elementos meta —como los cuestionamientos éticos de Lois a Superman sobre sus misiones internacionales sin autorización— y, lo más importante: corazón. Esta película busca recordarnos que, aunque volar, disparar rayos láser o mover montañas esté bien, lo que de verdad hace extraordinario a Superman es su profunda —y muchas veces solitaria— humanidad.

Un Superman para los que ya dejaron de creer

En estos tiempos distópicos donde ni siquiera los héroes parecen sobrevivir indemnes a las sagas, tener un Superman que ríe, duda y cuenta chistes malos pero aún así salva el mundo, se siente como un acto revolucionario.

Gunn ha devuelto a Superman su cualidad más subestimada: ser un faro en la oscuridad, no por inquebrantable, sino precisamente por su vulnerabilidad en medio de su poder. Los dioses caen, pero los que eligen actuar como humanos en un mundo que olvida la empatía permanecen.

Y si en medio de ese viaje aparece un perro volador, un detective químico con cuerpo de ácido, y Lois Lane robándose el show, que así sea.

Ficha técnica

  • Título: Superman (2024)
  • Dirección: James Gunn
  • Protagonistas: David Corenswet, Rachel Brosnahan, Nicholas Hoult, Anthony Carrigan, Edi Gathegi, Nathan Fillion, Isabela Merced
  • Duración: 129 minutos
  • Clasificación: PG (violencia, acción, lenguaje)
  • Distribuidora: Warner Bros.

Recomendada para quienes buscan redescubrir a Superman y, en el proceso, reconciliarse con la esperanza.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press