Embargo de salarios por préstamos estudiantiles en EE. UU.: una bomba de tiempo para millones

A partir del verano, millones de estadounidenses podrían ver recortados sus salarios debido a préstamos estudiantiles impagos. ¿Qué pueden hacer para evitarlo?

Un retorno temido: el fin de la pausa por la pandemia

Desde que terminó la moratoria de pagos por préstamos estudiantiles en mayo de 2023, millones de ciudadanos estadounidenses han entrado en una espiral de incertidumbre financiera. El regreso de estas obligaciones económicas ha provocado un efecto dominó, llevando no solo a confusión y estrés financiero, sino también a posibles embargos de salario, según lo proyecta TransUnion.

La agencia de evaluación crediticia estima que hasta 3 millones de prestatarios podrían entrar en mora —es decir, más de 270 días de retraso en sus pagos— para agosto de 2024. En esa situación, el 15% de sus ingresos podrían ser automáticamente embargados por el gobierno para cubrir dichas deudas estudiantiles.

La magnitud del problema: cifras preocupantes

  • Más de 43 millones de estadounidenses tienen deuda por préstamos estudiantiles federales.
  • El total de la deuda estudiantil supera los 1.7 billones de dólares a nivel nacional.
  • Entre 2020 y 2023, los pagos estuvieron en pausa como parte de las medidas de alivio por la pandemia del COVID-19.
  • Ese alivio terminó abruptamente en 2023 con el fallo de la Corte Suprema que bloqueó el plan de condonación impulsado por la administración Biden.

Ahora, con el periodo de gracia también expirado en el otoño de 2023, los retrasos en los pagos ya están afectando directamente las calificaciones crediticias de los individuos que no han podido ponerse al día con sus deudas.

¿Qué significa caer en mora?

Cuando un préstamo estudiantil federal cae en mora, el gobierno tiene la facultad de recuperar lo adeudado mediante diferentes métodos, uno de los cuales es el embargo de salarios. Hasta el 15% del ingreso mensual de un individuo puede ser retenido directamente de su cheque de pago, sin necesidad de acudir a un tribunal.

Y aunque aún no se ha anunciado una fecha específica para que este proceso comience oficialmente, los expertos advierten que la maquinaria legal ya está en marcha. De hecho, se han enviado avisos a deudores indicando que tanto sus reembolsos fiscales como sus cheques de pago están en riesgo de ser afectados.

¿Están informados los prestatarios?

Una realidad alarmante es que muchos ni siquiera están al tanto de que sus préstamos han caído en mora. Según Kyra Taylor, abogada del National Consumer Law Center:

“Lo más importante que los prestatarios pueden hacer antes de que comience el embargo administrativo de sueldos es ingresar a studentaid.gov y verificar si sus préstamos se encuentran en estado de incumplimiento.”

Ella aconseja iniciar cuanto antes un proceso de rehabilitación —es decir, hacer nueve pagos consecutivos basados en el ingreso— o bien consolidar los préstamos en un nuevo préstamo directo federal.

La burocracia como enemigo adicional

Contactar a los administradores de préstamos se ha convertido en un verdadero calvario. Muchos prestatarios enfrentan tiempos de espera interminables o llamadas que se caen, debido a despidos dentro del Departamento de Educación.

Aissa Canchola Bañez, directora de políticas del Student Borrower Protection Center, sugiere una alternativa:

“Puedes pedir ayuda directamente a tu congresista. Muchos no saben que las oficinas de los legisladores tienen equipos dedicados a resolver problemas con agencias federales como el Departamento de Educación.”

Casos reales: el estrés de una deuda impagable

Richelle Brooks, una administradora educativa de 37 años en Los Ángeles, enfrenta una deuda de $239,000 correspondientes a varios grados universitarios. Se le ha informado que su pago mensual será de aproximadamente $3,000. “No puedo permitírmelo. Salimos de una pausa de cinco años. La gente no tiene los medios para enfrentarlo. Están aterrorizados, y yo también me siento muy incómoda”, confesó Brooks.

Ella planea inscribirse en cursos de programación a medio tiempo, lo que podría calificarla para un período de deferimiento en sus préstamos mientras diseña un plan financiero más sólido.

¿Qué opciones tienes si temes un embargo de salario?

La buena noticia es que aún se puede actuar. La ley obliga al Departamento de Educación a notificar al prestatario con 30 días de antelación antes de emitir una orden de embargo salarial. Durante ese mes, tienes derecho a:

  • Solicitar una audiencia para objetar la medida
  • Argumentar dificultades económicas
  • Pedir una reducción en el monto a embargar

Todo esto debe hacerse por escrito, y debe enviarse con sello postal dentro de los 30 días posteriores a la notificación inicial.

También puedes presentar objeciones si:

  • Has sido despedido de tu trabajo anterior y aún no has tenido 12 meses consecutivos en tu empleo actual
  • Has solicitado la cancelación de tus préstamos por alguna circunstancia (escuela cerrada, discapacidad total, quiebra) y aún no recibes respuesta

“Si el prestatario pide una audiencia dentro del plazo de 30 días, el departamento no puede comenzar el embargo hasta que se tome una decisión respecto a las objeciones y la solicitud de dificultades económicas”, explica Kyra Taylor.

Después de los 30 días también puedes pedir la audiencia, pero el embargo de salario podría iniciar mientras se revisa tu caso.

Injusticia sistémica: ¿es este el castigo adecuado?

Más allá de lo técnico y legal, cabe preguntarse: ¿qué tan justa es una política que castiga con embargo de salario a quienes se vieron empujados a endeudarse masivamente simplemente para acceder a educación superior?

En promedio, un estudiante en EE. UU. se gradúa con más de $30,000 en deuda, pero en muchos casos (como el de Richelle Brooks), los montos superan los $200,000. Estas cifras son imposibles de manejar para quienes trabajan en sector público o en carreras de bajos ingresos.

¿El Congreso podría intervenir?

En el pasado, se han propuesto iniciativas para reformar el sistema de préstamos estudiantiles, implementar programas de condonación o al menos hacer los pagos más manejables. Sin embargo, la mayoría han sido bloqueadas o diluidas por luchas políticas.

El intento más ambicioso hasta ahora fue la propuesta de la administración Biden para condonar hasta $20,000 por prestatario, que fue anulado por la Corte Suprema en junio de 2023 alegando que el poder ejecutivo se excedía.

Tu próximo paso puede salvar tu sueldo

Para quienes están en riesgo, el mayor error sería no hacer nada. Revisar tu estatus en studentaid.gov, contactar tu proveedor de préstamos, hablar con un asesor financiero o incluso buscar ayuda en la oficina legislativa de tu distrito puede marcar la diferencia entre recuperar estabilidad financiera o perder el 15% de tu ingreso mensual.

Estamos en un momento crítico para millones de estadounidenses. El embargo de salario por préstamos estudiantiles es real, está cerca y puede ser evitado con acción inmediata.

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Este artículo fue redactado con información de Associated Press