El renacimiento de la leche de camello en Somalia: tradición, salud y emprendimiento

Una revolución silenciosa en la industria láctea somalí moderniza el manejo de camellos y promueve el consumo de sus nutritivos productos en las ciudades

En las áridas llanuras que rodean Mogadiscio, capital de Somalia, ha comenzado una revolución agrícola inesperada. Esta transformación no tiene como protagonista al trigo ni al maíz, sino al camello, símbolo ancestral de la cultura somalí. Por siglos, los camellos han sido vehículo, sustento y estandarte identitario de uno de los pueblos nómadas más resilientes de África. Hoy, sin embargo, estos animales están en el centro de una industria moderna con enormes implicaciones para la salud pública, la economía local y el orgullo nacional: la producción de leche de camello a escala comercial.

Más allá del desierto: la evolución del camello lechero

Con una población estimada en más de 7 millones de camellos, Somalia lidera el mundo en número de estos animales. Sin embargo, hasta hace poco, la mayor parte de la leche producida por estos rumiantes apenas llegaba a los mercados de la ciudad. El consumo se mantenía esencialmente en contextos rurales o domésticos. Esto cambió con el surgimiento de granjas modernas como Beder Camel Farm, fundada en 2006 y hoy responsable del 40% del suministro de leche de camello procesada en el país.

"La forma de criar camellos ha cambiado drásticamente", afirma el Dr. Abdirisak Mire Hashi, veterinario y gerente de la granja. En lugar de animales nómadas vagando por el desierto, hoy los camellos permanecen en padrones delimitados, reciben atención veterinaria regular, suplementos nutricionales y forraje diseñado científicamente. El resultado es un rendimiento de hasta 10 litros diarios por camello, el doble de lo habitual en métodos tradicionales.

La leche de camello: un superalimento en potencia

El impulso hacia la comercialización de la leche de camello ha revelado una verdad poco difundida: su alto valor nutricional. Según Nelson Njoki Githu, ingeniero alimentario nacido en Kenia y encargado de la planta de producción de yogur, esta leche posee propiedades difíciles de igualar:

  • Menores niveles de lactosa en comparación con la leche de vaca, haciendo que personas con intolerancia a la lactosa puedan consumirla sin efecto adversos.
  • Mayores concentraciones de vitamina C, hierro y zinc.
  • Presencia de probióticos naturales que benefician al sistema digestivo.

"Vemos cómo familias que antes sufrían deficiencias alimentarias optan ahora por yogur de leche de camello como parte de su dieta regular", señala también el nutricionista Dr. Yahye Sholle. "Además de ser más digestiva, esta leche refuerza el sistema inmunológico y contribuye a la salud ósea gracias a su alto contenido en calcio y magnesio".

El yogur de leche de camello entra en escena

Uno de los mayores avances de Beder Camel Farm es su planta exclusiva de yogur. ¿El primer objetivo? Inundar los supermercados de Mogadiscio con un producto innovador que mezcla tradición y ciencia. En el laboratorio, trabajadores en batas blancas supervisan tanques de acero inoxidable donde se cultiva y empaqueta el yogur antes de llegar a las tiendas bajo la marca Beder.

La recepción en el mercado ha sido notable. Según un estudio reciente del African Development Bank, el 70% de los residentes urbanos de Mogadiscio que probaron el producto por primera vez dijeron que lo comprarían regularmente. El yogur de leche de camello no solo ha diversificado la oferta láctea, sino que ha generado respuesta positiva en personas con alergias o intolerancias a la leche de vaca.

Impacto económico y generación de empleo

La modernización de la producción de leche de camello ha traído consecuencias positivas en términos económicos. Beder emplea a casi 200 personas de forma permanente, además de dotar de oportunidades de trabajo temporal durante plantaciones y cosechas. Jama Omar, director ejecutivo de la granja, ve con optimismo la posibilidad de replicar este modelo a nivel nacional.

"La clave está en formar redes de puntos de recogida para que los pastores de zonas remotas puedan integrarse al sistema comercial, sin tener que abandonar sus tradiciones", explica. "Esto favorece la economía local, reduce el desperdicio de leche y fortalece la cultura del consumo de productos nacionales".

Apoyo gubernamental y visión a largo plazo

El gobierno somalí ha tomado nota de esta evolución. Dr. Kasim Abdi Moalim, Director de Salud Animal en el Ministerio de Ganadería, no oculta su entusiasmo: "Los beneficios de la leche de camello son incontables. En Emiratos Árabes, por ejemplo, se utiliza también en cosméticos. Somalia debe ponerse al día y desarrollar toda la cadena de valor".

Entre las iniciativas públicas se destacan:

  • Una nueva Ley Láctea en proceso de aprobación, la cual estandariza prácticas higiénicas en la leche de camello.
  • Un plan maestro de inversión para el desarrollo del sector ganadero.
  • Campañas de sensibilización nacional sobre los beneficios de este tipo de leche.

Una apuesta por la soberanía alimentaria

En un país que lleva décadas lidiando con pobreza, conflictos y dependencia alimentaria, el auge del yogur de camello impulsa no solo el crecimiento económico sino la resiliencia nacional. Este renacimiento lácteo ofrece una alternativa estratégica a la importación de productos lácteos, común en las ciudades portuarias de África Oriental, y alimenta el orgullo de una población deseosa de ver recursos locales transformarse en productos de clase mundial.

La historia del camello somalí, que durante milenios fue testigo de travesías desérticas, ahora se redibuja en fábricas climatizadas, estanterías de supermercados y neveras de cientos de hogares. Y todo comenzó con la simple pregunta: ¿y si nuestra leche más tradicional fuera también la más moderna?

Así, en cada envase de yogur producido, Somalia marca un paso más hacia la modernidad sin abandonar su esencia nómada. Las pisadas lentas y seguras del camello, símbolo nacional por excelencia, apuntan a un futuro donde la tradición y el progreso recorren el mismo sendero.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press