Sabrina Carpenter incendia el pop con 'Man’s Best Friend': un viaje sexy y satírico por el desamor
El explosivo séptimo álbum de la artista rompe corazones, reglas de género y expectativas con humor, sensualidad y mucha ironía.
Una bomba pop con carga emocional (y sexual)
Sabrina Carpenter ya no es simplemente esa estrella infantil salida de Disney Channel. En ‘Man’s Best Friend’, su séptimo trabajo discográfico, demuestra que no le teme ni al desamor brutal ni a las provocaciones más audaces. Este álbum es una montaña rusa de emociones y erotismo, donde cada canción cuenta una historia de decepción amorosa con la intensidad de alguien que ha vivido —y gozado— cada etapa del duelo romántico.
Publicado el 12 de julio de 2024, el álbum estalló desde su primer tema, “Manchild”, que debutó en el número uno del Billboard Hot 100. La canción describe con ironía a ese típico hombre inmaduro y superficial que Carpenter parece repetir en sus romances. El videoclip, que la muestra haciendo autostop de coche en coche —y de hombre en hombre—, es tan eufórico como melancólico, capturando a la perfección la intensidad del tema.
Del romance ideal al fracaso anunciado
Para poner en contexto, su álbum anterior ‘Short n’ Sweet’ celebraba las mariposas en el estómago del comienzo romántico. Pero aquí todo se viene abajo de forma caótica, deliciosa y autoconsciente. Carpenter abandona la idealización y se lanza, sin filtros, a narrar las múltiples etapas del rompimiento: desde la rabia, pasando por el despecho, hasta llegar al renacer sexual y emocional.
“Tears” y “My Man on Willpower” nos dan las primeras señales de que su pareja no está a la altura. En ‘We Almost Broke Up Again Last Night’, la intérprete juega con la línea entre quedarse e irse, mientras que en “Nobody’s Son” suelta una de las frases más demoledoras del disco: "No debería sorprenderme, él es como los demás: tan perfecto como engañoso.”
Una portada que encendió las redes
La controversia alrededor de ‘Man’s Best Friend’ comenzó incluso antes de que se escuchara una sola nota.
La portada del álbum muestra a Carpenter en una postura sumisa y provocativa: en cuatro patas, con un vestido negro ajustado y tacones, mientras un hombre le agarra un puñado del cabello dorado. Aunque algunos tacharon la imagen de misógina, otros la interpretaron como una sátira del lugar que muchas veces se espera que ocupen las mujeres —y las artistas femeninas— en la industria musical.
«Sabrina siempre ha jugado con la ironía y la hipersexualización de forma muy calculada», declaró la periodista musical Marina Alvarado. «No son mensajes al azar, sino puñales con lentejuelas dirigidos al pecho del pop convencional».
Pop de dormitorio con ADN country y R&B
Musicalmente, el álbum es una mezcla pegajosa de pop, country filtrado y sensualidad R&B. Carpenter no renuncia a su voz suave pero afilada, capaz de rozar lo angelical en un verso y volverse mordaz en el siguiente.
- “Sugar Talking”: una balada inquietante que construye tensión emocional antes del inevitable colapso.
- “House Tour”: el tema más NSFW del disco, con metáforas eróticas apenas disimuladas, sobre conocer cada rincón... de otra persona.
- “When Did You Get Hot?”: el regreso travieso al mercado de las citas, donde Sabrina descubre que su nuevo interés ha mejorado en más de un sentido.
Cada canción tiene su propio código de referencia sentimental o sexual, y muchas son perfectas para «cantar a todo pulmón con las ventanas abajo» —como asegura Carpenter en entrevistas—, como si fueras la protagonista de tu propio caos emocional en una comedia romántica de alto voltaje.
Una tradición musical femenina poderosa
Con este disco, Sabrina Carpenter se suma a una larga lista de mujeres que han utilizado su música como vehículo catártico para hablar de decepciones amorosas y recuperar el poder desde la vulnerabilidad.
Desde ‘Jagged Little Pill’ de Alanis Morissette hasta el icónico ‘Lemonade’ de Beyoncé o el reciente ‘GUTS’ de Olivia Rodrigo, el «álbum sobre la ruptura» ha sido un arma poderosa para las mujeres en la industria musical. Pero Carpenter le aporta su propio código: un lenguaje ácido, hipersexual y, sobre todo, divertido.
Pop con propósito: ruptura sí, pero con brillo
Lo que diferencia a ‘Man’s Best Friend’ es su capacidad de hablar del dolor como quien habla de una buena anécdota en una fiesta. Puede que duela, pero también se disfruta. No es un álbum para llorar escondida en una habitación, sino uno para reír, seducir, bailar y —por qué no— vengarte con estilo.
En un año donde Taylor Swift ha anunciado su doceavo álbum y otras artistas siguen explorando nuevos terrenos sonoros, Sabrina se mantiene fiel a su esencia: atrevida, descarada y sin pedir disculpas.
Probablemente no conquiste a todos los críticos con sus letras explícitas o su portada controvertida, pero eso parece importarle poco. En este álbum no solo cobra vida, sino que cobra el control de cómo quiere narrar su historia. ¿El resultado? Una obra afilada, pegajosa e incendiaria, digna de encabezar las playlists de ruptura... ¡con un toque de seducción mordaz!
“Nadie debería subestimarla solo por ser una popstar”, escribió la crítica Laura Ramos. “Es una narradora astuta que sabe que el dolor también puede envolverse con lentejuelas...”
¿Es ‘Man’s Best Friend’ el mejor trabajo de Carpenter?
Posiblemente sí. Y aunque habrá que esperar al ver cómo evoluciona su carrera hacia terrenos más experimentales o maduros, este álbum marca un antes y un después. Sabrina Carpenter no es solo la sensación pop del momento: se está convirtiendo en la arquitecta irónica del desamor moderno.