Choque de poderes en Washington: ¿Un cierre del gobierno autoinducido?
Las luchas políticas entre demócratas y republicanos agravan la crisis presupuestaria en EE.UU. en medio de disputas sobre salud, educación sexual y política migratoria
Un nuevo cierre del gobierno en el horizonte
Estados Unidos se asoma, una vez más, al abismo de un cierre del gobierno federal. La fecha límite para aprobar nuevos fondos federales se acerca con rapidez —1 de octubre— y los desacuerdos entre republicanos y demócratas no dan señales de resolverse.
En este enfrentamiento, el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, ha acusado abiertamente al expresidente Donald Trump y al Partido Republicano de llevar al país hacia una crisis autoinfligida: "Donald Trump y los republicanos son agentes del caos. Cuando se requiere liderazgo presidencial estable, Trump es incapaz de ofrecerlo", declaró Jeffries.
¿Qué está en juego?
Este posible cierre no es como los anteriores. De llegar a concretarse, podría implicar despidos masivos de trabajadores federales —no meras suspensiones temporales—, como ha anticipado la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, hoy bajo control republicano tras el retorno de Trump al poder.
Si esto ocurre, será un nuevo episodio en la tensa historia de cierres gubernamentales en EE.UU.. Recordemos que durante el primer mandato de Trump, el país vivió el cierre más largo de su historia, con 35 días de inactividad entre 2018 y 2019, en plena disputa por el financiamiento del muro fronterizo con México.
Salud, educación sexual y migración: El cóctel perfecto para la confrontación
Las diferencias entre ambos partidos van mucho más allá del presupuesto en general. Incluyen temas incisivos como:
- Subsidios de salud: Los demócratas quieren preservar y ampliar los subsidios del Obamacare creados durante la pandemia. Los republicanos se niegan y prefieren posponer la discusión hasta fin de año, cuando expiran oficialmente.
- Acceso a educación sexual inclusiva: Dieciséis estados y el Distrito de Columbia han demandado al Department of Health and Human Services (HHS) alegando que sus exigencias para eliminar menciones a identidades de género diversas en programas educativos federales violan la ley. Según el HHS, se trata de evitar la “ideología de género”.
- Visas y licencias para inmigrantes: A raíz de varios accidentes mortales protagonizados por conductores inmigrantes, el Departamento de Transporte ha implementado reglas más estrictas que limitan el acceso de no ciudadanos a licencias comerciales. Solo aquellos con visas H-2A, H-2B o E-2 podrán aplicar, lo que reduce a solo un 5% el porcentaje de inmigrantes que podrán seguir conduciendo camiones comerciales.
Trump, golf y una cancelación que causó polémica
En medio de la crisis inminente, Trump optó por asistir al Ryder Cup en Nueva York, cancelando una reunión crucial con los líderes demócratas. Eso provocó la ira de Jeffries, quien declaró desde el Capitolio: “¿Por qué estás en un evento de golf cuando faltan cuatro días para un cierre del gobierno? ¡Es escandaloso!”
Se filtró también que el presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, aconsejó directamente a Trump no asistir a la reunión con los demócratas. Según Johnson: "Cuando ellos [los demócratas] hagan su trabajo de mantener el gobierno abierto, entonces sí tiene sentido reunirse".
Control presupuestario vs. derechos sociales
Ambos partidos se acusan mutuamente de obstaculizar la gobernabilidad. Mientras los republicanos dicen buscar austeridad y que los demócratas están usando los subsidios de salud y los programas de educación sexual como fichas políticas, los demócratas sostienen que se trata de una campaña ideológica para limitar derechos fundamentales.
Nick Brown, Fiscal General de Washington, explicó por qué su estado demandó al gobierno federal: "HHS amenazó con cancelar fondos si no eliminamos del currículo una frase que dice: ‘Personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género necesitan saber prevenir embarazos y ETS’. Eso es inaceptable".
¿Cierre del gobierno o crisis institucional?
Una estimación del Comité para un Presupuesto Federal Responsable mostró que un cierre breve del gobierno cuesta unos $2 mil millones por semana en productividad perdida e interrupciones administrativas. Pero más allá del golpe económico, está en juego la imagen internacional de EE.UU., acostumbrado cada vez más a presentar un rostro de parálisis legislativa.
Jeffries concluyó en una llamada con congresistas demócratas: "Stay the course" (mantengan el rumbo), aludiendo al compromiso de defender los avances en salud pública. Mientras tanto, los republicanos aseguran que los demócratas están cayendo en una trampa política: "Están cayendo en la trampa que ellos mismos montaron", aseguró Johnson en una radio local.
La historia se repite...
Los cierres del gobierno no son nuevos. En 2013, bajo el mandato de Barack Obama, la Casa Blanca vivió una crisis similar debido al intento republicano de derogar el Affordable Care Act. En ambas crisis pasadas, según Jeffries, “los republicanos retrocedieron porque su posición era insostenible”.
¿Ocurrirá lo mismo esta vez? ¿O estamos ante una nueva etapa de polarización permanente, donde el cierre del gobierno se convierte en una herramienta habitual de presión política?
El tiempo —y el reloj legislativo— lo dirán.