El legado del cine y la búsqueda de sentido: lo mejor del Festival de Cine de Nueva York 2025
Reapariciones legendarias, historias familiares, y una urgencia artística que conecta generaciones
Un festival impulsado por la herencia cinematográfica
El Festival de Cine de Nueva York, que celebra este año su 63ª edición, ha probado una vez más que el séptimo arte no solo se mantiene con vida, sino que continúa siendo un vehículo poderoso para explorar la identidad personal, las tensiones sociales y, sobre todo, el legado. Mientras que el aclamado Paul Thomas Anderson estrenó paralelamente su nueva cinta “One Battle After Another”, el espíritu de la película —un viaje intergeneracional lleno de heridas abiertas y compromisos ideológicos— resuena profundamente en la programación del festival. Lo que diferencia a este festival de otros grandes eventos es su capacidad para sintetizar lo mejor de Cannes, Venecia y Toronto, al tiempo que ofrece estrenos únicos y reflexiones profundamente personales sobre el arte de hacer cine. Este año, el festival se erige como un bastión de resistencia cultural frente a una industria cada vez más moldeada por algoritmos y tendencias superficiales.Daniel Day-Lewis: regreso en clave familiar
Mucho se ha especulado sobre su retiro desde “Phantom Thread”, pero el actor tres veces ganador del Óscar, Daniel Day-Lewis, rompe todos los pronósticos con “Anemone”. No solo actúa, sino que coescribe la cinta junto a su hijo Ronan Day-Lewis, quien también dirige este drama íntimo sobre dos hermanos (Day-Lewis y Sean Bean) reconectando tras años de distancia emocional. “Anemone” no es solo el regreso triunfal del actor más enigmático del cine reciente; es también un ejercicio de reconciliación. Una metáfora afilada sobre las tensiones entre paternidad e individualismo, interpretada con una intensidad que confirma que la pausa actoral no ha deteriorado ni un ápice del magnetismo de Day-Lewis. El filme llegará a cines el próximo 3 de octubre.Martin Scorsese y su propio espejo
Otro nombre fundamental ligado al festival es Martin Scorsese, quien regresa no como director, sino como protagonista de “Mr. Scorsese”, una serie documental dirigida por su esposa, Rebecca Miller. Este íntimo retrato —dividido en cinco episodios— ofrece una mirada rara vez tan cercana a uno de los cineastas más influyentes del siglo XX y XXI. La serie, cuya premier será el 17 de octubre en Apple TV+, lo muestra repasando su obra, sus obsesiones temáticas, su amor por la ciudad de Nueva York y sus reflexiones sobre el paso del tiempo. En palabras de Miller, “más que Scorsese, esta es una oda a una forma de mirar el mundo a través del cine”.Otros focos: política, paternidades y memorias
El festival no se limita a los grandes nombres. Documentales y películas de autor dan cuerpo a una edición atravesada por la noción de herencia, tanto cultural como familiar.- “Clover-Up”: documental sobre el periodista Seymour Hersh, dirigido por Laura Poitras y Mark Obenhaus, una potente defensa del periodismo como faro democrático.
- “Nuestra Tierra (Landmarks)”: debut documental de Lucrecia Martel, centrado en el asesinato de Javier Chocobar, líder indígena argentino. La cinta denuncia la violencia institucional y el olvido histórico.
- “A House of Dynamite”: thriller político de Kathryn Bigelow, a estrenarse vía Netflix el 10 de octubre, influido por clásicos como “Fail Safe” y “Dr. Strangelove”, que reaviva el temor latente de un apocalipsis nuclear.
Historias padres-hijos: de la herencia emocional a la catarsis artística
Una línea temática ineludible en esta edición es la relación entre padres e hijos, abordada desde prismas tan distintos como conmovedores.- “Sentimental Value”, del noruego Joachim Trier, narra el reencuentro de una actriz y su padre cineasta luego de años de distanciamiento. Repleta de dolor, ironía y ternura, tiene como protagonista a Renate Reinsve junto a Stellan Skarsgård, logrando una sinergia soberbia.
- “Stiller & Meara: Nothing is Lost”, documental de Ben Stiller, es una exploración honesta y nostálgica del vínculo profesional y afectivo entre sus padres, Anne Meara y Jerry Stiller. Basado en cartas, archivos de audio y diarios, la obra abre una ventana sensible sobre cómo el arte puede unir —o distanciar— a quienes lo practican juntos.
El cine como archivo viviente y activismo cultural
Uno de los estrenos más fascinantes es “Nouvelle Vague” del inagotable Richard Linklater, un tributo a la Nouvelle Vague francesa y, en especial, a Jean-Luc Godard y su icónica “Breathless”. Filmada en blanco y negro y salpicada de rupturas de la cuarta pared, Linklater ofrece una clase magistral sobre cómo capturar el espíritu de una época sin caer en la simple nostalgia. El filme desmitifica el proceso creativo de Godard y revitaliza su voluntad de transformar lo cotidiano en arte revolucionario. Como afirma uno de los personajes: “¡La realidad no es la continuidad!” Un principio apropiado para un festival que reverencia lo clásico sin renunciar a la experimentación.Una edición que mira hacia adelante… sin olvidar de dónde viene
En tiempos donde la experiencia de ir al cine es constantemente puesta a prueba por las plataformas de streaming y el contenido de consumo rápido, el Festival de Cine de Nueva York 2025 reafirma su papel como santuario para los amantes del cine con propósito. Con 106 largometrajes y una programación que oscila entre las joyas del cine de autor, biografías íntimas y thrillers tensos, la edición de este año busca sostener la herencia cultural del cine al tiempo que mira con energía hacia el futuro. Como dijo Dennis Lim, director artístico del festival, en la presentación del programa: “Cualquiera que ame esta forma de arte sabe que requiere ser defendida, como muchos de nuestros valores principales.” Y quizás esa es la lección final de esta edición: que más allá de los formatos, presupuestos o premios, el cine sigue siendo un espejo asombroso —a veces incómodo, a veces sublime— de quienes fuimos, somos y quizás seremos. Este artículo fue redactado con información de Associated Press