Gary Oldman vuelve como Jackson Lamb: Una oda al desorden honorable de 'Slow Horses'
Con su cabellera descuidada, su cinismo afilado y una taza de té en la mano, el aclamado actor regresa como el agente menos glamuroso del MI5. Pero, ¿por qué amamos tanto a Jackson Lamb?
Un antihéroe sin filtros ni modales
La quinta temporada de Slow Horses ya ha llegado a Apple TV+, y con ella regresa Gary Oldman interpretando al inolvidable Jackson Lamb, ese agente descuidado, brutalmente sincero y contradictoriamente brillante que lidera a los relegados del MI5 en la ficticia sede de Slough House. Inspirada en la novela London Rules de Mick Herron, esta adaptación sigue sorprendiendo por su capacidad de mezclar sátira, drama político y espionaje con una mordaz crítica institucional.
Gary Oldman: De sir formal a espía informal
A casi 70 años, Oldman ha interpretado a leyendas: desde Winston Churchill en Darkest Hour hasta George Smiley en Tinker Tailor Soldier Spy. Pero ha confesado que Jackson Lamb es uno de sus roles favoritos, y no es difícil entender por qué: “Tiene los pies encima del escritorio y parece dormido, pero su mente nunca deja de trabajar”, dijo recientemente.
Recientemente nombrado caballero por el Príncipe de Gales, Oldman no ha dejado de reírse de la dualidad entre su responsabilidad real y su imagen como Lamb. “Tuve que disculparme por mi cabello en Windsor”, bromeó.
La evolución de Lamb: no es solo mugre y sarcasmo
Desde su debut en 2022, Lamb se ha convertido en una figura compleja. Aunque parece un vago con flatulencias verbales, sus instintos de espía están tan finamente calibrados como los de cualquier agente de alto rango. Esta temporada, el equipo sospecha de la nueva novia glamorosa del hacker Roddy Ho, al tiempo que Londres comienza a ser blanco de eventos extraños que traen ecos de técnicas de desestabilización geopolítica... algo que el Reino Unido había aplicado en otros países y que ahora, irónicamente, les toca sufrir.
“Estamos probando nuestra propia medicina”, dice Lamb, en una reflexión aguda sobre cómo los imperios a veces no mueren por ataques, sino por reflejo.
Transformar el cuerpo, transformar el personaje
Interpretar a Lamb no solamente exige una entrega actoral, sino también física. Oldman aumentó de peso, dejó su cabello descuidado y abdicó del maquillaje profesional. ¿Por qué tanto esfuerzo? “Quería evitar pasar más horas en la silla de maquillaje. Decidí que vivir con el ‘Lamb hair’ era un precio pequeño a pagar”, explicó.
Este tipo de transformación nos recuerda a la época dorada de los actores del método, donde la entrega al papel era total. No es una sorpresa que Oldman logre transmitir un realismo tan salvajemente encantador en cada escena.
El humor como arma espía
Slow Horses ha sido celebrada por su equilibro entre tono melancólico y humor negro. Lamb insulta con creatividad shakespeariana (“huele a almuerzo de asilo reciclado” es uno de los favoritos de los fans), pero detrás de su fachada grosera se esconde una mente brillante. Uno de los mayores placeres es ver cómo resuelve casos improvisando, como esos relatos de Sherlock Holmes escritos por un Bukowski borracho.
Mick Herron, el Le Carré del caos
La serie surge de la pluma del escritor británico Mick Herron, que con London Rules (2018) brinda el fundamento para esta temporada. Herron ya ha sido comparado con John le Carré, pero su estilo es más irónico, urbano y cargado de sátira política. Su Londres está habitado por burócratas inútiles, agentes desmotivados y un sistema roto que aún consigue ser efectivo... a su manera.
Las novelas de Herron no evitan temas actuales: racismo institucional, vigilancia masiva, poder concentrado y aparente inutilidad de las agencias de inteligencia. En esta temporada, explora cómo los gobiernos pueden convertirse en víctimas de sus propios métodos de manipulación internacional. Eso sí, todo con mucho té inglés y malas costumbres.
Jackson Lamb vs. otros espías icónicos
Si James Bond representa la sofisticación y George Smiley el cerebro silencioso, Lamb es el cuerpo cansado y la boca suelta de un sistema que ya no puede fingir que es perfecto. No tiene gadgets ni tuxedos con Martini, pero tiene instinto, sarcasmo y un récord que -aunque se niegue a presumirlo- pocos han igualado.
“Pick your friends by their character and your socks by their color.” Así resumió Oldman su filosofía de vida. Pocas frases podrían describir mejor al espíritu de Lamb.
Los Caballos Lentos galopan con fuerza
La serie fue renovada para una sexta y séptima temporada, lo que indica que el público sigue enganchado a este grupo de espías parias con talento de sobra y autoestima en déficit. Apple TV+ ha apostado fuerte a Slow Horses como su carta en el mundo del espionaje, compitiendo directamente contra las franquicias más tradicionales del género.
La audiencia ha respondido bien. Según Rotten Tomatoes, la serie mantiene más del 90% de aprobación crítica. Y los números de streaming la han colocado consistentemente entre las más vistas de la plataforma en días de estreno.
Un caballero del caos
Que Gary Oldman haya dado vida a personajes históricos como Churchill y ahora a un antihéroe contemporáneo como Lamb, reafirma su lugar como uno de los más versátiles actores del Hollywood moderno. Su reciente investidura como caballero no lo aleja de personajes abyectos —más bien muestra su habilidad para humanizar incluso a los más cínicos.
“Tengo un cariño muy especial por Lamb. Me he encariñado de verdad con él”, confiesa Oldman. Y nosotros también.
¿Qué podemos esperar del futuro?
Con la sexta temporada ya filmada y la séptima en camino, el universo de Slough House parece prometer más sinsabores, traiciones, burla institucional y esa deliciosa combinación de humor y amargura que hace que Lamb sea, sin lugar a dudas, uno de los espías más humanos que hemos conocido.
‘Slow Horses’ Temporada 5 ya está disponible en Apple TV+. Recomendación: vayan por el té... y prepárense para insultos finamente elaborados.