Ciberataque a Marks & Spencer: una lección dolorosa de ciberseguridad corporativa

El colapso digital costó millones, datos personales robados y una imagen manchada. ¿Está preparada tu empresa para un desastre similar?

Un golpe digital que se sintió en las finanzas

Marks & Spencer (M&S), una de las marcas más emblemáticas del comercio minorista británico, ha vivido uno de los episodios más difíciles de su historia reciente. En los primeros seis meses del año fiscal, sus beneficios subyacentes antes de impuestos se desplomaron en un 55,4%, cayendo hasta los 184,1 millones de libras esterlinas (unos 240 millones de dólares).

¿La causa principal? Un devastador ciberataque perpetrado alrededor del fin de semana de Pascua, que paralizó su operación online y alteró considerablemente su red logística, obligando a cerrar ventas en línea durante casi seis semanas.

Una factura de más de 300 millones

Las consecuencias fueron desastrosas. Según cifras proporcionadas por la propia compañía, las pérdidas en ventas ascendieron a 324 millones de libras, aunque lograron recuperar 100 millones a través de seguros. Aún así, el impacto neto estimado en los beneficios será de 136 millones, incluyendo 34 millones adicionales proyectados para el segundo semestre del año.

El sector más afectado fue, sin lugar a dudas, el de moda, hogar y belleza, con una caída total del 16,4% en ventas. Pero lo más alarmante fue el desplome del 42,9% en ventas online, lo cual evidencia la gravedad del apagón digital.

¿Qué salió mal?

Lo más desconcertante, al menos para los analistas, es que la empresa admitió que el ciberataque fue posible por un "error humano". Esto no solo ha generado controversia, sino que ha puesto en entredicho las prácticas de ciberseguridad implementadas en una empresa de tal envergadura.

"El primer semestre fue un momento extraordinario para M&S", afirmó Stuart Machin, CEO de la compañía. “Ahora estamos volviendo a encarrilarnos", añadió tratando de generar calma entre inversores.

Clientes expuestos: otro golpe a la reputación

Además de las pérdidas financieras, el ciberataque también expuso posiblemente datos personales de los clientes, incluyendo nombres, direcciones de email, postales y fechas de nacimiento. Aunque la empresa no confirmó detalles específicos, esta brecha de seguridad añade un componente aún más alarmante al suceso.

La confianza del consumidor, elemento vital para cualquier comercio minorista, ha sido seriamente comprometida.

Una recuperación parcial, pero desigual

M&S logró reanudar las entregas a domicilio en junio, pero no fue sino hasta agosto que reactivó las opciones de "click and collect". El ritmo de recuperación ha sido desigual: mientras el segmento de alimentos ha mostrado signos de estabilización, el sector de moda y hogar sigue rezagado.

Dan Coatsworth, analista de AJ Bell, señaló con severidad que el verano catastrófico que vivió M&S podría tener efectos duraderos: “Rivales como Next han sabido aprovechar la falta de disponibilidad de M&S y han captado a muchos de sus clientes olvidados”.

Una tendencia preocupante en el sector minorista británico

M&S no ha sido la única empresa británica víctima de ciberataques este año. Otras conocidas marcas como Harrods y la Co-op también han sufrido interrupciones considerables. Hasta el momento, no se ha confirmado si estos ataques están relacionados entre sí, pero las investigaciones de la policía siguen en curso.

El fenómeno no es aislado. Un informe reciente del National Cyber Security Centre del Reino Unido advirtió sobre cómo las tecnologías generativas como la Inteligencia Artificial están acelerando la evolución de amenazas cibernéticas.

“Las organizaciones deben estar más alerta que nunca —no solo invirtiendo en tecnología, sino también en capacitación y cultura de ciberseguridad”, expresó Lindy Cameron, directora del NCSC.

El factor humano: el eslabón más débil

Se estima que más del 90% de las brechas de datos en el mundo empresarial tienen un origen humano, según datos de IBM Cyber Security Intelligence Index. Esto incluye desde contraseñas débiles hasta abrir correos maliciosos o compartir información sin verificar las fuentes.

En el caso de M&S, aunque los detalles no se han hecho completamente públicos, la referencia al "error humano" podría incluir cualquiera de estas posibilidades. Este aspecto abre un enorme debate: ¿las empresas están realmente formando adecuadamente a sus empleados para actuar como la primera línea de defensa?

Empresas resilientes vs. vulnerables: el gran dilema digital

El impacto de un ciberataque hoy día va mucho más allá de las finanzas. También afecta:

  • Reputación: la imagen de una marca puede tardar años en recuperarse.
  • Experiencia del cliente: interrupciones en los servicios generan frustración y pérdida de lealtad.
  • Confianza del inversor: mostrando debilidad organizacional, lo cual ahuyenta capital.

La diferencia entre una compañía que logra recuperarse y otra que colapsa ante una crisis digital recae muchas veces en su nivel de preparación, protocolos de respuesta y transparencia.

Lecciones para el resto del mundo corporativo

Este caso sirve como un ejemplo rotundo de que ninguna empresa, sin importar su tamaño o tradición, está exenta de ser atacada digitalmente. Y aún más: los sistemas más robustos tecnológicamente pueden venirse abajo por una sola acción humana mal ejecutada.

¿Qué deben hacer las empresas para evitar convertirse en la próxima M&S?

  1. Implementar programas de ciberseguridad activos y dinámicos, adaptables al peligro creciente de la IA.
  2. Formar constantemente al personal en buenas prácticas digitales.
  3. Invertir en simulacros de ataque y auditorías internas frecuentes.
  4. Contratar seguros que cubran pérdidas por ciberataques, pero no confiar únicamente en ellos.
  5. Ser transparentes con los consumidores cuando suceda una filtración.

Una advertencia, no solo un caso aislado

Con el auge del comercio electrónico y los datos en la nube, cada empresa del planeta es hoy también una empresa tecnológica, incluso si su rubro principal es la moda o la alimentación.

El caso de Marks & Spencer no es simplemente una noticia que debamos olvidar en unos días. Es una señal de advertencia para todas las empresas —grandes o pequeñas— de que la ciberseguridad ya no es una opción, sino una responsabilidad estratégica.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press