Taiwán Resiste: Democracia Bajo Fuego y la Batalla Global por la Soberanía
La vicepresidenta Bi-Khim Hsiao pide alianzas a Europa en medio de la sombra amenazante de China y un mundo cada vez más polarizado
Un llamado a Bruselas desde la isla amenazada
El pasado 7 de noviembre, la vicepresidenta de Taiwán, Bi-Khim Hsiao, lanzó desde Bruselas un contundente mensaje al corazón político de Europa: fortalecer la seguridad, el comercio y las alianzas democráticas frente al aumento de la presión de China sobre la isla autogobernada.
En un discurso pronunciado en el Parlamento Europeo durante una conferencia sobre China, Hsiao subrayó la urgencia de intensificar las relaciones con Taiwan para proteger la estabilidad global y evitar que Pekín altere el statu quo por la fuerza.
“La paz en el estrecho de Taiwán es esencial para la estabilidad global y la continuidad económica”, señaló Hsiao, recibiendo una ovación de pie en una cámara repleta de legisladores de Alemania, España y otros países.
Taiwán: ¿la próxima Ucrania?
Hsiao también estableció paralelismos entre las amenazas híbridas que sufre Taiwán —tales como ciberataques y cortes en los cables submarinos de internet por parte de China—, y las estrategias empleadas por Rusia durante la invasión a Ucrania.
“Europa ha defendido la libertad bajo fuego, y Taiwán ha construido una democracia bajo presión”, dijo la vicepresidenta a los parlamentos asistentes, en una frase que resonó con fuerza entre las delegaciones.
¿Por qué la UE no reconoce diplomáticamente a Taiwán?
Aunque la Unión Europea comparte valores democráticos y lazos comerciales estrechos con Taiwán —el bloque es uno de sus principales socios en exportaciones tecnológicas, particularmente en semiconductores—, no mantiene relaciones diplomáticas formales debido a la política de “Una sola China”.
Esta política, aceptada por buena parte del mundo, incluidos EE.UU. y la mayoría de los estados europeos, reconoce a Pekín como el único gobierno legítimo de China, lo que excluye un reconocimiento formal de Taiwán como nación independiente. Sin embargo, esto no ha impedido que, en los últimos años, la cooperación informal y los intercambios comerciales y tecnológicos entre la UE y Taiwán se intensifiquen.
La creciente agresividad de China
China ha endurecido su postura en el estrecho de Taiwán. En los últimos años, se han documentado decenas de ejercicios militares con aviones de combate y buques de guerra bordeando el territorio insular.
Además, Pekín ha cortado suministros estratégicos con fines de presión política. Un ejemplo reciente fue la aplicación de restricciones a la exportación de tierras raras a Europa, insumos clave para la fabricación de microchips y equipos verdes.
“Es hora de forjar con la UE un ecosistema tecnológico basado en la confianza, la transparencia y los valores democráticos”, instó Hsiao durante el encuentro.
El peso económico de Taiwán en la geopolítica actual
Con apenas 23 millones de habitantes, Taiwán es una superpotencia tecnológica. Controla más del 60% de la producción mundial de semiconductores y concentra gran parte de la fabricación global de chips de alta tecnología a través de empresas como TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company).
Esto convierte a la isla en un nodo económico fundamental y a su vez en un objetivo particularmente codiciado. La crisis de los microchips en la pandemia, que paralizó industrias enteras, dejó en evidencia cuán dependiente es Occidente de los suministros taiwaneses.
- TSMC representa el 54% del mercado mundial de chips por contrato.
- Taiwán exporta semiconductores por más de 150 mil millones de dólares al año.
- Es el mayor inversor en investigación y desarrollo en Asia Oriental, solo después de Japón y Corea del Sur.
El “T-Dome”: escudo defensivo y digital
En respuesta a las amenazas crecientes, Taiwán ha redoblado su inversión en defensa. En 2025, el presidente Lai Ching-te anunció un plan para aumentar el gasto militar nacional al 5% del PBI hacia el 2030 y acelerar la construcción de un sistema avanzado de defensa aérea: el “T-Dome” (Taiwan Dome).
Este domo no es solo militar, sino también cibernético, teniendo en cuenta que Taiwán ha sido objeto de más de 15 millones de ciberataques semanales en los últimos años, según datos del Ministerio de Defensa Nacional.
Una visita bajo amenaza
La visita de Hsiao a Europa no estuvo exenta de riesgos. Según informes de inteligencia de República Checa, en marzo de 2024, agentes chinos planeaban embestir el vehículo que transportaba a Hsiao durante una visita a Praga, donde era vicepresidenta electa. Aunque el ataque nunca se concretó, las autoridades afirmaron que los servicios secretos chinos “seguían sus movimientos con fines de intimidación”.
A pesar de estas amenazas, Hsiao reafirmó su compromiso: “El Partido Comunista Chino no nos va a silenciar. Defenderemos los intereses de Taiwán en cada foro internacional disponible”.
La diplomacia parlamentaria: nuevo frente contra el autoritarismo
La conferencia que protagonizó Hsiao fue organizada por la Alianza Interparlamentaria sobre China (Inter-Parliamentary Alliance on China), un colectivo formado por más de 300 legisladores de 30 países que buscan una estrategia conjunta frente a las ambiciones geopolíticas de China.
Legisladores de Alemania, Reino Unido, Canadá, España y otros países participaron en las sesiones a puerta cerrada, diseñando posibles mecanismos de cooperación para hacer frente a los desafíos tecnológicos, económicos y geoestratégicos que plantea Pekín.
¿Estamos al borde de una nueva Guerra Fría tecnológica?
Con el lento retorno del proteccionismo, las limitaciones al comercio de tecnologías duales (civil y militar) y el fortalecimiento de sectores estratégicos fronterizos entre la seguridad nacional y la competitividad económica, muchos expertos ya han comenzado a hablar de una nueva Guerra Fría, esta vez no ideológica sino tecnológica.
Bajo esta óptica, Taiwán no es solo un símbolo democrático, sino el corazón funcional de la digitalización global.
“Taiwán es una pieza clave en el tablero global, tanto militar como tecnológicamente”, afirma Iain Duncan Smith, parlamentario británico y uno de los fundadores de la Alianza contra China.
Taiwán y la “resistencia estratégica” del siglo XXI
En un escenario donde el autoritarismo se fortalece en múltiples puntos del planeta y los lazos democráticos se ponen a prueba, el caso de Taiwán representa un ensayo de resiliencia civilizatoria. Resistir bajo un fuego constante, sin reconocimiento formal, con un vecino hostil y con aliados condicionales, se ha convertido en la realidad cotidiana de la isla.
Así lo ilustra el propio lema de la presidencia taiwanesa: “Defender la democracia, proteger la paz”. Y eso, para Hsiao y millones de taiwaneses, no es solo un eslogan, sino la brújula cotidiana de una nación asediada por la historia.
