Trump ordenó quid pro quo con Ucrania, dice testigo crucial

Trump ordenó quid pro quo con Ucrania, dice testigo crucial
ARCHIVO - En imagen de archivo del 17 de octubre de 2019, el embajador estadounidense para la Unión Europea, Gordon Sondland, centro, llega a una entrevista con varios comités de la Cámara de Representantes en el Capitolio, en Washington. (AP Foto/Pablo Martinez Monsivais, archivo)

WASHINGTON (AP) — El embajador Gordon Sondland declaró el miércoles ante los investigadores de juicio político contra Donald Trump que el presidente y su abogado, Rudy Giuliani, buscaron explícitamente un “quid pro quo” con Ucrania ofreciéndole a Kiev una visita a la Oficina Oval a cambio de indagaciones políticas a demócratas. Pero el diplomático también cree que el intercambio implicaba mucho más.

Además de la propuesta estadounidense de la codiciada reunión en la Casa Blanca, Sondland dijo que, a su entender, el mandatario retenía casi 400 millones de dólares en asistencia militar que Ucrania necesitaba con urgencia frente a las agresivas acciones rusas en su frontera a cambio de que el país anunciara que haría las investigaciones.

Sondland reconoció que Trump jamás le comentó directamente que había bloqueado la entrega de la asistencia a cambio de las pesquisas, un vacío en su relato que los republicanos y la Casa Blanca aprovecharon para presentarlo como una prueba de que el presidente no hizo nada malo. Sin embargo, el embajador dijo que sus tratos con Giuliani, así como con funcionarios del gobierno, le permitieron entender claramente lo que estaba en juego.

“¿Qué si hubo un ‘quid pro quo’?”, preguntó Sondland. “Respecto de la llamada de la Casa Blanca y la reunión en la Casa Blanca, la respuesta es sí”.

El resto, dijo, era obvio: “Dos más dos es igual a cuatro”.

Horas más tarde, otro testigo socavó uno de los principales argumentos republicanos de que no podía haber quid pro quo porque Ucrania porque no estaba al tanto de que se estaban reteniendo recursos. Laura Cooper, del Departamento de Defensa, testificó que autoridades ucranianas comenzaron a preguntar sobre la asistencia el 25 de julio, el día que Trump conversó telefónicamente con el nuevo presidente ucraniano y le pidió por primera vez “un favor”.

Los subalternos de Cooper recibieron un email de un contacto de la embajada ucraniana que preguntó “qué sucedía con la asistencia de seguridad para Ucrania”, según la funcionaria. Cooper dijo no tener la certeza de que Ucrania supiera que la asistencia le estaba siendo retenida pero “mi personal recuerda que posiblemente lo supiera”.

Sondland, embajador ante la Unión Europea y uno de los principales donadores para la investidura de Trump, era el testigo que había generado la mayor expectación dentro de la pesquisa de la Cámara de Representantes para concretar el proceso de destitución contra el 45to presidente de Estados Unidos.

En un testimonio por momentos sorprendentes, Sondland presentó un panorama de una campaña de presión sobre Ucrania impulsada por Trump, orquestada por Giuliani y bien conocida por otros altos funcionarios, entre ellos el secretario de Estado, Mike Pompeo. Sondland dijo haberle expresado sus preocupaciones al vicepresidente Mike Pence sobre un quid pro quo en relación con la asistencia militar, conversación que un asesor del vicemandatario rechaza categóricamente.

Pompeo también rechazó la versión de Sondland.

Sin embargo, Sondland dijo: “Todos tenían conocimiento. No era un secreto”.

El embajador dijo que él y Trump conversaron directamente sobre un deseo de que se realizaran las investigaciones, incluida una peculiar llamada por teléfono celular hace algunos meses que otros alcanzaron a oír en un restaurante de Kiev.

Trump mismo insiste a diario que él no procedió indebidamente y que los demócratas intentan echarlo de la presidencia.

Durante la audiencia, Trump hizo declaraciones a la prensa afuera de la Casa Blanca. Mientras leía notas escritas con marcador negro, Trump mencionó citó las declaraciones de Sondland en las que dijo que el mandatario no quería nada de los ucranianos ni buscó un quid pro quo.

“No quiero nada, no quiero nada”, insistió el presidente, que a menudo exhorta a los estadounidenses a “leer la transcripción” de la llamada telefónica de julio en la que solicitó al gobernante ucraniano “un favor”, o sea las investigaciones.

Trump también se distanció del embajador, al que él mismo nombró, diciendo que no lo conocía “muy bien”. Hace un mes, Trump había descrito a Sondland como “un hombre bueno y un gran estadounidense”.

La pesquisa de juicio político se centra, principalmente, en las acusaciones de que Trump intentó que Ucrania investigara al exvicepresidente Joe Biden y su hijo -- así como a la ya desacreditada teoría de que fue Ucrania y no Rusia la que interfirió en los comicios presidenciales de 2016 en Estados Unidos-- a cambio de la entrega de la asistencia militar urgente a Ucrania y la invitación para que su nuevo mandatario visitara la Casa Blanca.

El miércoles, en Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin se expresó complacido de que “las batallas políticas” en Washington han desplazado a las denuncias sobre Rusia, que son respaldadas por las agencias de inteligencia estadounidenses.

"Gracias a Dios ya nadie nos acusa de interferir en las elecciones estadounidenses, ahora acusan a Ucrania”, expresó Putin.

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Los periodistas de The Associated Press, Colleen Long, Laurie Kellman, Zeke Miller, Matthew Daly y Andrew Taylor, en Washington, contribuyeron a este despacho.

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