Ecuador: Líder indígena pide condiciones antes de diálogo

Ecuador: Líder indígena pide condiciones antes de diálogo

QUITO (AP) — El líder indígena Leonidas Iza exigió el martes una serie de condiciones al gobierno del presidente Guillermo Lasso antes de aceptar un eventual diálogo luego de nueve días de protestas convocadas por los indígenas.

En un pronunciamiento emitido por redes sociales, Iza expresó que “frente a la explosiva situación social que vive Ecuador, nos pronunciamos respecto a nuestra responsabilidad en la necesidad de dar una salida a esta crisis nacional”.

Añadió que la respuesta del gobierno, basada casi exclusivamente en el uso de la fuerza, “ha exacerbado de los que venimos por una respuesta y encontramos las balas” y exigió que la Casa de la Cultura y el Parque El Arbolito, sitios tradicionales de reunión de los indígenas, sean desocupados para que los manifestantes puedan concentrarse en tales lugares.

"La verdadera respuesta al conflicto es solucionar las adversas condiciones económicas que está atravesando la población, restituir los derechos sociales conculcados por una política económica que nos está matando de hambre, dejar de lado la política neoliberal impositiva del Fondo Monetario que lleva la pobreza a los pueblos y reconocernos como actores políticos y sociales con demandas y propuestas legítimas”, declaró.

Poco antes, la Fiscalía General ecuatoriana denunció que manifestantes indígenas atacaban sus instalaciones centrales y pidió ayuda a la policía y las fuerzas armadas, en medio de violentas protestas en varios sectores de Quito.

Vídeos y fotografías mostraron imágenes de puertas destruidas y otros daños en la Fiscalía, ubicada cerca de uno los principales focos de las protestas, la Universidad Salesiana.

En octubre de 2019, cuando los indígenas se manifestaron en contra de la eliminación parcial de un subsidio a los combustibles, un grupo ingresó a la Contraloría General, destruyó expedientes y quemó el edificio.

El ministerio de Salud informó que dos personas murieron debido a que las ambulancias en las que eran trasladadas no pudieron llegar a sus destinos por los bloqueos de los manifestantes.

A través de Twitter, la Fiscalía también anunció una investigación “tras la presunta contaminación de las vertientes de agua que ingresan a las plantas de tratamiento” de la ciudad andina de Ambato, de unos 170.000 habitantes, donde se reportó agua con coloración oscura y olor a aceite quemado en al menos siete sectores.

Durante la jornada, en que la capital quedó virtualmente paralizada y con desabasto de alimentos y gas, se han registrado constantes enfrentamientos entre indígenas y campesinos con agentes del orden. A primera hora, vehículos de los manifestantes perseguían y bloqueaban a los autobuses del transporte público para pincharles los neumáticos y obligar a los pasajeros a caminar.

Las universidades, la iglesia, la delegación de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos -entre otras 300 instituciones- hicieron pública una invitación al gobierno y a los indígenas para “llegar a acuerdos que permitan enfrentar la grave crisis económica, social y política que atraviesa Ecuador”. El gobierno aceptó de inmediato el llamado, pero los indígenas no se habían pronunciado.

El Palacio de Carondelet, la sede del gobierno nacional, amaneció fuertemente resguardado por cientos de policías y militares, vallas y alambres de púas.

En tanto, el ministro de Defensa, Luis Lara, advirtió que la democracia está en riesgo. En entrevista para una cadena de radio y televisión, afirmó que las fuerzas armadas contemplan con enorme preocupación “el crecimiento de la violencia por parte de quienes han rechazado el diálogo”.

Añadió que “estas acciones van más allá de la protesta ciudadana, se trata de un intento deliberado de utilizar la violencia armada para atentar contra la democracia, amenazar a las instituciones. Las fuerzas armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional”.

El Ministerio de Energía declaró el estado de fuerza mayor para todas las operadoras de exploración y explotación de hidrocarburos y todas las fases de la industria para evitar posibles demandas por incumplimiento de contratos.

Las protestas y la sucesiva toma de pozos petroleros han obligado a apagar cerca de 609 pozos de producción en la Amazonia con una pérdida diaria de unos 30.000 barriles, equivalente a 17 millones de dólares.

Desde el lunes de la semana pasada la Confederación de Nacionalidades Indígenas mantiene un paro nacional por tiempo indeterminado que ha afectado especialmente a seis provincias del centro norte ecuatoriano en demanda de la reducción del precio de la gasolina, la fijación de precios de los productos agropecuarios y mayor presupuesto para la educación, entre otros reclamos.

Las manifestaciones han ocasionado el bloqueo intermitente de vía,s impidiendo el paso de vehículos particulares y de carga.

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